Jurisconsulto y catedrático del siglo XIX, hermano del reseñado anteriormente, nacido en Oviedo en fecha que no hemos podido averiguar.
Cursó todos sus estudios en la Universidad de la ciudad natal hasta doctorarse en Derecho civil y canónico, y fué muchos años catedrático de esa Facultad. Como tal se le debe que, a su propuesta, el Claustro haya desechado la costumbre desde 1833 de que los discursos de apertura de curso estuviesen redactados en latín, con lo que se privaba a mucha gente de llegar al conocimiento de ellos. No menos que como profesor alcanzó gran predicamento como jurisconsulto. Incorporado al Colegio de Abogados ovetense en 1833, fué decano de este organismo en cuatro ocasiones desde el 39 al 57. Fué también auditor de guerra en esa ciudad, donde residió siempre. Ostentó asimismo el cargo de regidor perpetuo en ella y figuró luego como miembro en varias Ocasiones del Ayuntamiento. Su condición de abogado le facilitó las funciones de magistrado suplente de la Audiencia (1849-50), y de vicepresidente, de marzo a julio de 1854, de la Comisión Provincial, organismo precursor de los Tribunales de lo contencioso-administrativo, cargo que volvió a desempeñar breve tiempo en mayo de 1858.
La vida político-administrativa provincial le absorbió también algunas actividades. Fué vocal de la Junta General del Principado en 1834 por el distrito de Aller hasta que en octubre del año siguiente quedó sustituido ese organismo por la Diputación provincial. Muchos años después (1852) fué electo diputado provincial por Cangas de Onís y volvió a serlo por el mismo distrito en el año 54, cesando en él en el mes de julio a consecuencia de la revolución política triunfante entonces.
Figuró como miembro distinguido de la Academia de Bellas Artes ovetense y perteneció como caballero a la Orden de San Juan de Jerusalén.
Los últimos lustros de su vida vivió bastante retraído de todas las ocupaciones que le eran habituales y dejó de existir, no en el año 1804, como apunta Canella y Secades en Historia de la Universidad, sino el 21 de mayo de 1884.
Obras publicadas en volumen:
I.—Idea de las ciencias e importancia de los estudios de Filosofía, Cánones, Leyes y Teología. (Oviedo, 1833; discurso de apertura del curso universitario 1833-34.)
II.—De la elocuencia. (Oviedo, 1834; ídem id., 1834-35.)