ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

DIAZ VALDEPARES (Fr Avelino).

Religioso dominico perteneciente a la Provincia de Aragón, predicador y escritor contemporáneo, hermano de los dos que se reseñan a continuación.

Nació Fr. Avelino en Cartavio (Coaña) el 6 de julio de 1876, hijo de don Ramón de esos apellidos y doña Victoria García de Sierra, modestos industriales. Huérfano de padre al mes de nacimiento, su formación espiritual corrió a cargo de la madre y del cura párroco de dicho pueblo, don Angel Cánones, con los que se formó su vocación por la vida religiosa. Después de cursar la instrucción elemental en la escuela pública, estudió con profesores particulares Latinidad y Humanidades. Por fin, dando satisfacción a un íntimo anhelo de vestir el hábito de dominico, ingresó en el convento de Corias (Cangas del Narcea) en 1893. En este noviciado cursó los estudios de Filosofía de la carrera eclesiástica, hasta que pasó a continuar ésta en 1897 con los de Teología al convento de San Esteban, de Salamanca.

Su vocación intelectual más profunda era la predicación, y de ella dió pruebas de excepcionales actitudes, años antes de concluir la carrera (1898), autorizado por el obispo de Salamanca para pronunciar un sermón en la iglesia de San Esteban. Advertidos los superiores de sus notables facultades oratorias, no sólo le autorizaron para que, todavía estudiante, pronunciara otros sermones, en Valladolid, Palencia y Salamanca, uno de ellos en la capilla de la Universidad de esta última población ante el Claustro de Doctores, sino que después de ordenado de sacerdote y concluidos los estudios de Teología (1902), se le destinó especialmente a la función específica de la Orden de Santo Domingo, que es la predicación. 

Tuvo por residencia en los primeros años de este ejercicio los conventos de Padrón (La Coruña) en 1903, de Valladolid (1904) y La Coruña (1905-7). Su radio de acción predicando sermones, novenas y misiones se extendió a casi todas las localidades de alguna importancia de Galicia y Castilla, con tal intensidad que hubo repetidas ocasiones de pronunciar hasta tres o cuatro sermones en un solo día.

Contra su predilección de estudiante por las ciencias exactas, la dedicación a la oratoria le obligó a consagrarse con ahínco a dotarse de los más amplios Y profundos conocimientos en disciplinas especulativas, con especialidad en Filosofía, Teología, Apologética y Sociología, lo que dió a su palabra una autoridad de extensos reconocimientos en gran parte de España, fama con la que llegó a Madrid en 1907 y aquí afirmó sólidamente con nuevas actividades oratorias.

Al año siguiente se le destinó a la restauración de la Orden en Mallorca, y cumplida esa comisión regresó a Madrid un año después.

Pasado otro año (1910), quedó adscrito al convento de Barcelona, perteneciente a esa restaurada Provincia de Aragón, y al que ha continuado agregado desde entonces como residencia habitual, sólo interrumpida por la permanencia de los tres años reglamentarios como prior del convento de Mallorca (1929-32).

Durante los veintiséis años transcurridos desde su asiento en Barcelona, y además del cargo de prior aludido, desempeñó los puestos de superior y vicario de su convento, el último de los cuales ha vuelto a ocupar últimamente. Fué además, por espacio de un decenio, a partir de 1919, secretario del provincial. Y entre las comisiones honoríficas con que especialmente le ha honrado la Orden están las de delegado por la Provincia de Aragón al Capítulo General celebrado en Ocaña en 1926 y la designación en 1933 con carácter de vitalicio de miembro del Consejo Superior de dicha Provincia.

Pero su principal actividad ha continuado siendo la predicación, que le llevó a ocupar los púlpitos de numerosas iglesias de toda España.

“Su oratoria se distingue—cual se anota en la Enciclopedia Espasa—por haber tratado temas de oportunidad patriótica o social con exquisita galanura de forma y no menor unción evangélica, Este orador ha ocupado los más importantes púlpitos de España, mereciendo citarse especialmente el sermón que predicó en 1907 en la festividad que anualmente celebra en Madrid la Asociación de la Propagación de la Fe, presidida en aquella ocasión por el Nuncio Apostólico; los sermones de Cuaresma en 1911-1912 en la Catedral de Barcelona, que son recordados todavía con gran interés; el de 1925, en la fiesta del Aguinaldo del Soldado en Barcelona, en el que, frente a los encontrados criterios que por entonces se emitían y ante las autoridades y representaciones de las principales entidades, abordó el tema El problema de Marruecos, con tal copia de acertadas apreciaciones, que su estudio religioso y político de aquella cuestión fué reproducido íntegro por la mayor parte de los periódicos de la capital, que hubieron de tirar algunos millares más de sus números respectivos, ante el interés que supo despertar en la opinión pública; y la conferencia que pronunció en la Semana Eucarística de Barcelona en 1926, en la que expuso con maravillosa claridad la historia del dogma eucarístico y la doctrina de Santo Tomás.”

Además de las actividades Oratorias citadas por la Enciclopedia Espasa como más descollantes, pueden añadirse como de no menor importancia los sermones de la Cuaresma de 1910 en Gijón; la novena preparatoria del Congreso Eucarístico celebrado en Madrid en 1912; la serie de diez conferencias en la Catedral de Gibraltar en 1925; la conferencia en la Universidad de Barcelona (1927) en torno a las ideas religiosas vertidas por Cervantes en el Quijote, y otras muchas oraciones sobre problemas tan importantes como la separación de la Iglesia y el Estado, la escuela laica, el matrimonio civil, el divorcio, la secularización de los cementerios, etc, temas todos ellos de actualidad en esa época y posteriormente superados por la legislación republicana.

Culminación de sus brillantes y fecundas actividades oratorias ha sido que la orden le confiriera el título de predicador general en 1929, alta distinción que sólo se concede a los miembros de ella que llegan a consolidar una conspicua personalidad después de muchos años dedicados al púlpito. De esas actuaciones suyas desarrolladas con posterioridad merece especial mención la participación tomada en la asamblea que se celebró (1935) en Montserrat (Barcelona) Pro Eclesia et Patria, en honor de San Ignacio de Loyola, con un discurso acerca de la Fisonomía de San Ignacio.

Sus actividades de escritor han estado supeditadas a las del Orador sagrado, y a ello responden los trabajos que se anotan a continuación de esta referencia. Sin embargo, ha colaborado en la prensa de Salamanca y de Mallorca, usando aquí el seudónimo de El Conde de Loza como polemista. Además ha dirigido en esa población durante un año (1908) el semanario La Aurora y de la revista El Cruzado, de Barcelona, en 1915. También ha escrito posteriormente, aunque sin gran fecundidad, en la revista ROsas y Espinas y en el diario barcelonés El Correo Catalán. Cuenta también entre esa labor de publicista la traducción de la obra francesa Educación de las pasiones (1023), del P. Noble.

 

Obras publicadas en volumen:

I.—Sermón de San Fernando ante los ingenieros de Madrid. (Madrid, …)

II.—De la piedad al heroísmo. (Barcelona, 1922; conferencia pronunciada en la iglesia del Sagrado Corazón de María, de Madrid.)

III.—La empresa de Marruecos. (Barcelona, 1924; discurso pronunciado en la fiesta del Aguinaldo del Soldado celebrada en Barcelona. Equivocada la fecha queda la Enciclopedia Espasa.)

IV.—Santo Tomás de Aquino, doctor eucaristico. (Barcelona, 1927; conferencia pronunciada en la Semana Eucarística, de Barcelona.)

V.—Concepciones religiosas del “Quijote”. (Barcelona, 1927; conferencia en la Universidad de Barcelona.)

VI—Fisonomía de San Ignacio de Loyola. (Barcelona, 1935; conferencia.)