Eclesiástico y escritor que floreció a mediados del siglo XVII. Según Rezábal y Ugarte, “hijo de don Fernando Dóriga, señor del valle y casa de Dóriga”. Nacido aquí (concejo de Salas) a comienzos de la citada centuria. Amplió y perfeccionó sus estudios eclesiásticos en el Colegio de San Pelayo, fundado por el arzobispo Fernando Valdés en Salamanca, en el que ingresó el 4 de diciembre de 1634.
Años después, en noviembre de 1641, pasó al Colegio Mayor del Arzobispo, de la misma ciudad. Salió de él para desempeñar el cargo de fiscal en el Tribunal de la Inquisición de Granada. Ocupó más tarde por espacio de algunos años un puesto de canónigo en el arzobispado de Toledo. Y, por último, formó parte del Tribunal de la Inquisición de Valladolid, cargo que ocupó hasta su fallecimiento en esa misma ciudad, muy corrida ya la segunda mitad del siglo XVII.
Sus ejercicios de escritor los dedicó a temas históricos y genealógicos. De sus obras sólo una ha sido publicada, y al frente de ella, como autor, puso el nombre de su sobrino Rodrigo Álvarez de las Asturias. Es trabajo que ha sido consultado con provecho y muy encomiado por genealogistas.
Obras publicadas en volumen:
I.—Memorial al rey nuestro señor de la gran calidad y servicios del claro y antiguo linaje de Asturias y sus condes y su legítima descendencia y varonía de la Real casa de León, de su primitivo solar, la Torre, estado y condado de Nava, llamada de los condes. Representa legítimamente este gran linaje como su cabeza y pariente mayor D. Rodrigo Ordoño Álvarez de las Asturias, apellidado conde como sus ascendientes, dueño de dicha casa, solar, estado y condado: Sucesor en la primera casa de Noreña. (Granada, 1653.)
Obras inéditas:
—Memorial por la casa de Nava. (MS.)
—Memorial por el conde de Peñalva. (MS.)