ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

ESCALERA (Regino V.)

Funcionario público y escritor, aplaudido como autor dramático. Fué en lo primero recto y probo y en lo segundo dueño de una pluma correcta e ingeniosa. Gozó por todo de generales estimaciones, de las que, por un exceso de modestia, apenas ha quedado recuerdo para la posteridad. Como a su hermano Evaristo, esa fundamental condición de su carácter, que acaso fué muy estimada y alabada en vida, ha servido después de muerto para que su nombre cayera en el olvido y sea sumamente difícil, por no decir imposible, reconstruir su biografía, ya que a esto coopera también la indiferencia de sus familiares, a varios de los cuales hemos acudido nosotros infructuosamente.

Nació Regino Escalera el 7 de septiembre de 1849 en Noreña, donde su padre, don Francisco Vigil Escalera, ejercía de notario, profesión que había desempeñado anteriormente en Pola de Siero. En esta última villa transcurrió la mayor parte de la niñez de Regino y recibió la instrucción elemental, recogido, huérfano a los cuatro años, por el tío materno don Manuel Suero Carreño y la esposa de éste, doña Teresa Avello Lago, según noticias que nos facilita Amaro Monte Cuesta.

Son escasas y deficientes las noticias que poseemos de las primeras décadas de su existencia. En el único trabajo de alguna consideración que hemos encontrado sobre su vida y que va anotado al final de este estudio, se dice que estudió Filosofía, o sea segunda enseñanza, en el Seminario de Oviedo; luego la carrera de Leyes hasta licenciarse en la Universidad, y que después marchó a Filipinas, donde residió dieciséis años al servicio del Estado. Al contrastar esas noticias con las reducidas que documentadamente poseemos, el resultado es que poco de esas afirmaciones queda en pie. Sus estudios en el Seminario ovetense se habrán reducido a Latinidad y Humanidades. El citado Amaro Monte nos informa: Ingresó como interno en el Seminario Conciliar de Oviedo, donde cursó algunos estudios de la carrera eclesiástica en compañía, entre Otros, de los que más tarde fueron arzobispos de Toledo y Valencia, señores Guisasola y Menéndez Conde, y del director propietario del Diario de la Marina, de la Habana, primer conde del Rivero.” La segunda enseñanza, o sea los llamados estudios de Filosofía en esa época, la estudió en Manila, como veremos enseguida. Su marcha a Filipinas, sin título alguno universitario, ocurrió a comienzos de 1869, en compañía de su hermano Evaristo. Aunque ya casado en 1867 con doña Felisa Avello Millares, emigró sin la familia al amparo de un modesto destino en la Administración de aquel entonces territorio español. En los libros de matrículas y exámenes del desaparecido Archivo de la Universidad ovetense se anotaba que Regino había cursado el bachillerato en la Universidad de Manila desde 1869 hasta 1873, graduándose este último año con fecha de 20 de enero. Desempeñó al mismo tiempo dicho destino público en Manila desde el año 69, como Se dice en el aludido trabajo; pero su permanencia en Filipinas quedó interrumpida en 1873 con el traslado a Asturias, puesto que en el curso comenzado en ese año hace en la Universidad de Oviedo los estudios de preparatorio para la carrera de Derecho.

Al decir de Amaro Monte, en ese mismo año y tal vez parte del siguiente “cursó y se licenció de abogado en la Universidad de Oviedo por enseñanza libre”. De esto no hemos encontrado nosotros ningún rastro en la paciente rebusca que hemos hecho en ese desaparecido archivo universitario. Otro dato a confirmar esa permanencia en Asturias es el del estreno y publicación en Oviedo, en ese mismo año, de un juguete cómico-político intitulado Otro abrazo de Vergara.

Regresó a Filipinas, también sin familia y con un cargo de mayor categoría, en 1874. Dos años después se da a conocer allí como autor dramático. Esta segunda permanencia en Filipinas de Regino Escalera se prolongó hasta 1883. Durante ese tiempo siguió su carrera administrativa como funcionario en la Intendencia de Hacienda, de Manila, donde llegó a la categoría de jefe de negociado de segunda clase. Fué en todos sus empleos hombre que supo acreditarse de laborioso y honesto, además de idóneo, por lo que contó siempre con el aprecio de sus jefes y del público. A esa estimación general contribuyó no poco su actividad de escritor. Perteneció a la redacción de El Diario de Manila desde 1876, y en ese periódico y otros de la misma capital colaboró con aplauso como poeta y prosista. Se dedicó también allí al teatro con fortuna. De sus obras estrenadas con aplauso (desconocemos si han sido impresas), podemos citar las comedias Una página de gloria (1876) y República… doméstica (1878) y la zarzuela Viaje redondo (1879), las dos últimas en colaboración con Federico Casademunt.

Una de sus primeras actividades intelectuales, ya restituido a la Administración del Estado en la Península, fué la de su conferencia sobre el tema La Exposición Filipina pronunciada en el Centro de Asturianos el 21 de noviembre de 1886 y reseñada más abajo. En ese mismo Centro, de cuya directiva fué miembro entusiasta en varias ocasiones, dió otras conferencias y participó en veladas con lectura de poesías. Además, figuró entre los colaboradores de la revista Asturias, que servía a esa sociedad como órgano oficial. Escribió con bastante asiduidad en otras importantes publicaciones madrileñas y, años adelante, fué desde Madrid corresponsal del Diario de la Marina y la revista Asturias, editados en la Habana.

Los hitos principales que indican el ascenso en su carrera administrativa, en la que llegó a gozar de sólido crédito por sus conocimientos teóricos y prácticos, son como siguen: En febrero de 1890 se le destinó a jefe de personal del Ministerio de Hacienda, puesto que dejó en el mes de mayo por ascenso a inspector del ramo con categoría de jefe superior de cuarta clase. Con la siguiente categoría se le confirió en julio de 1895 la Delegación de Hacienda de Tarragona. En abril de 1901, ascendido a jefe de Administración de segunda, se le destina como subdirector de la Deuda Pública, puesto que deja en 1903 por ascenso a oficial mayor del Ministerio de Hacienda.

Al finalizar el año 1905 se le nombra delegado de Hacienda de Madrid y en marzo de 1908, ordenador de pagos del aludido Ministerio. Vuelto en 1911 a la Delegación de Hacienda de Madrid. Y finalmente, en el desempeño del cargo de subdirector de la Dirección de la Deuda, obtiene la jubilación por edad reglamentaria en octubre de 1913. Tuvo en ese tiempo a su cuidado otros destinos más, como los de jefe de Negociado en la Dirección de Contribuciones, subdirector de Propiedades, interventor de Clases Pasivas y secretario del Tribunal Central del Ministerio de Hacienda.

Aparte de algunos galardones conferidos por el Gobierno español, estaba en posesión de la Cruz de la Legión de Honor francesa.

Falleció Regino Escalera en Madrid en diciembre de 1915.

 

Obras publicadas en volumen:

I.—Otro abrazo de Vergara. (Oviedo, 1873; juguete cómico político.)

 

Trabajos sin formar volumen: 

1.—La Exposición Filipina. (En el diario La Iberia, Madrid, 1886; conferencia en el Centro de Asturianos el 21 de noviembre.) 

 

Referencias biográficas:

Simón (José).—D. Regino Escalera y Suero Carreño. (En Asturias, órgano del Centro Asturiano, Madrid, abril de 1906.)