Escritor contemporáneo, dedicado al periodismo en Oviedo, donde reside habitualmente. Nacido en Ribadesella el 18 de marzo de 1894, hijo de don Rafael Fernández Cuétara y doña Concepción Buelta Llovio, artesanos de acomodada posición y distinguidos en la localidad.
Aunque dotado de condiciones naturales para haber cursado con lucimiento una carrera literaria.
Fernández Buelta demostró siempre despegó para los estudios sistematizados, y cuando cursaba la segunda enseñanza en Valdediós (Villaviciosa), coincidentes la falta de vocación suya con la escasez de medios económicos en la familia ¡para sostener los gastos que ocasionaba, dejó los estudios y pasó a trabajar en el comercio al lado de un hermano. Pero su inclinación íntima iba por otros rumbos, y también dejó el comercio, para dedicarse al periodismo, por el que sentía una irresistible atracción.
Después de colaborar en algunas publicaciones, entre las que figura la revista de corta vida Asturias Gráfica (1919), editada en Madrid, y en un periódico deportivo ovetense, fué solicitado para desarrollar trabajos de propaganda y organización al servicio de una empresa editorial que, después de más de año y medio dedicados por él en viajes por toda Asturias a la colocación de acciones, fundó el diario Región (1923) en Oviedo, a cuya Redacción perteneció en los primeros años. Al siguiente, la misma empresa le envió con igual comisión a Cuba, donde permaneció poco tiempo y sin el éxito crematístico esperado por sus jefes.
Sus actividades como periodista se inclinaban al cultivo de la crónica y la crítica sobre motivos literarios, artísticos y arqueológicos. La restauración y conservación de algunas de las joyas arquitectónicas de Oviedo y sus cercanías le deben en este sentido algunas campañas. También el deporte tuvo siempre propicia su pluma, y a él se debe que las enconadísimas discrepancias que existían entre los equipos futbolísticos locales del Stadium y el Deportivo (enemiga que repercutía con estragos en la vida social culminaran en la creación (1925) de un grupo solo, denominado Oviedo. Tanto como el nombre ha empleado como firma de sus escritos, cuando no fueron publicados anónimamente, los seudónimos de Tubal, Cruz de Malta, Salicio Juan de la Torre y Colorín Colorado.
De la Redacción de Región pasó Fernández Buelta en 1926 a la de El Carbayón, que dejó a causa de una desavenencia de los redactores con el director entonces Sánchez Roca, y que motivó la salida de todos los que trabajaban a las órdenes de éste.
Ingresó luego en la Diputación Provincial a desempeñar interinamente un puesto que luego (1929) conquistó en reñidas oposiciones, e incorporado a ese organismo continúa. Desde ese mismo año viene desarrollando sus actividades periodísticas en el diario La Voz de Asturias, en el que ha desempeñado interinamente en varias ocasiones el puesto de redactor jefe bajo la dirección de Antonio J. Onieva.
Como fruto de sus últimas campañas periodísticas merecen señalarse las sostenidas para que se declarara monumento nacional el claustro de San Vicente, obra de Juan de Badajoz, y que se destinara a Museo Provincial, y para que se reconstruyera la Cámara Santa de la Catedral, destrozada cuando la revolución de octubre de 1934, obras ya comenzadas bajo la dirección de un Patronato del que ha sido nombrado vicesecretario.