Abogado y escritor de extraordinaria actividad y competencia en ambas disciplinas, que gozó de gran estimación en Oviedo en la segunda mitad del siglo XIX y primera década del XX. Hombre de extensa cultura jurídica y general, de pluma ilustrada y amena, de conducta social sin tacha. No obstante haber reunido condiciones suficientes para que la posteridad no le tuviese olvidado, se reconoce por la lejanía del eco que produce su recuerdo que no parece se trata de un contemporáneo. Es tan poco lo que se ha escrito de él o, por lo menos, tan escasas las noticias adquiridas por nosotros a pesar de la larga y minuciosa rebusca desarrollada, que no podemos dar, como quisiéramos, una información detallada de su vida. y lo más lamentable es que hayan fallado todas nuestras reiteradas solicitudes para completar con el testimonio vivo de familiares Próximos las noticias que no pudimos conseguir.

Desconocemos la fecha de su nacimiento, que tuvo lugar en Oviedo, desde luego, antes de mediar el siglo XIX. Por apellidos maternos le correspondían los de Fernández Antuña.

En el Instituto y en la Universidad Ovetenses estudió la segunda enseñanza y la carrera de Leyes, graduándose en esta última de licenciado en Derecho civil y canónico. Desde antes de concluida la carrera y respondiendo a su ideología democrática, participó en el Movimiento revolucionario que derribó del Trono a Isabel II (1868), y más tarde trajo la implantación de la primera República (1873).

Desde entonces parte su renombre de orador y publicista, iniciado eN esto último con la fundación en 1868 del periódico ovetense El Eco de Asturias, y distinguiéndole siempre en ambas manifestaciones intelectuales la agudeza de ingenio y el tono humorístico, sin perjuicio de mostrarse un excelente combatiente en favor de los ideales republicanos. Colaboró después en los periódicos diversos, casi todos de corta vida, que aparecieron en Oviedo antes de la restauración de la Monarquía con Alfonso XII.

Posteriormente, sus colaboraciones periodísticas, casi siempre sobre temas políticos, se extendieron a numerosas publicaciones de Asturias y aun de fuera de la región.

Desde concluida la carrera ejerció la abogacía en Oviedo con bufete famoso y fué decano del Colegio de Abogados. También fué concejal del Ayuntamiento y ocupó diferentes cargos en instituciones privadas ovetenses. En Oviedo, donde trascurrió toda su vida, limpio de ambiciones y sin apetencias de brillo, constituyó su hogar, casado en Avilés a fines de 1890 con doña Maximina Pulido y García.

En 1902 dirigió en Oviedo El Eco de la Exposición.

Consecuente con su ideario político, prestó entusiasta apoyo al movimiento republicano promovido por Melquiades Álvarez, contribuyendo no poco al encumbramiento de éste. Parece que disconforme con las rectificaciones en la orientación de ese movimiento y dolido de las ingratitudes cosechadas como premio al esfuerzo, se mantuvo alejado de la política en sus postreros años.

Dejó de existir en diciembre de 1914.

Obras publicadas en volumen: 

I.—Memoria de los trabajos académicos de 1880 a 1881. (Oviedo, 1881; folleto relativo a la Academia de Jurisprudencia ovetense, fundada en 1879.) 

Trabajos sin formar volumen: 

1—Corvera. (Monografía histórico-geográfica de ese concejo incluida en el tomo tercero, Gijón, 1900, de la obra Asturias, dirigida por Octavio Bellmunt y Fermín Canella y Secades.)

2.—Illas. (ídem id. id.)