ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

FERNANDEZ (Fr. Segundo).

Religioso dominico, escritor contemporáneo, fallecido, que nació en Langreo el 1 de agosto.

Asociado su amor al estudio y su vocación religiosa, a los diecisiete años (el 21 de noviembre de 1869) tomó el hábito de la Orden de Santo Domingo en el Colegio de San Juan Bautista, de Corias (Cangas del Narcea, entonces Cangas de Tineo), en el que hizo la profesión simple de votos el día 22 del mismo mes del año siguiente. Comenzó a estudiar en Corias la Carrera eclesiástica con los tres años de Filosofía, aprobados los cuales pasó al convento de Padrón (La Coruña) en 1873, donde cursó los estudios de Teología con tal lucimiento, que al concluir la carrera se le nombró lector (profesor) del mismo convento.

Explicó en él Humanidades y Filosofía por espacio de seis años al cabo de los cuales (1886) se 10 destinó a la restauración de los conventos de la provincia dominicana de San Antonio, en la República de Colombia. “Por espacio de ocho años—dice Fr. Vicente Peña—desempeñó los cargos de profesor de Teología y maestro de novicios en Chiquinquirá (Colombia), y habiendo formado una generación de jóvenes, esperanza de aquella provincia, regresó a España.”

Después de repatriado estuvo al frente de los noviciados de Corias y Salamanca, sucesivamente.

“Posteriormente—dice el citado P. Peña—, en julio de 1896, fué designado para suceder al M. R. P. Fr. José D. Martínez (también asturiano) como visitador general y apostólico de nuestras provincias de América Latina. El día 24 de agosto del mismo año, a las cuatro de la tarde, desembarcaba en la Habana el P. Segundo Fernández, sucesor del malogrado padre Martínez. Durante su estancia en la hermosa capital de Cuba tuvo ocasión de apreciar lo mucho Que allí se estimaba a la Orden dominicana. Una de sus primeras visitas fué al excelentísimo señor Capitán general, don Valeriano Weyler, quien le recibió con extraordinarias muestras de amabilidad y gratitud, ofreciéndose para todo y en todo cuanto le necesitase.

Manifestole el capitán general lo mucho que estimaba a los dominicos y que tenía dada orden de que todos los dominicos que pasasen por donde él residía sean castigados a comer con él. El día 6 de septiembre embarcó en el vapor Panamá con rumbo a Colón, y la Gentileza de la Compañía Trasatlántica puso un remolcador especial para llevar a bordo al padre Visitador y los miembros de su séquito. Fueron muchas las personas que le acompañaron hasta el Vapor, contándose entre ellas la distinguida y cultísima escritora asturiana Eva Canel.

Llegado el Rvdmo. Padre al teatro de sus operaciones, recorrió aquellas dilatadas comarcas sin reparar en trabajos, fatigas, enfermedades, sinsabores, en nada que pudiera arredrarle en el cumplimiento de su elevada misión.

Cuando se disponía a regresar a España le atacó una enfermedad que en pocos días le quitó la vida.

Murió el 25 de marzo de 1905.

Cultivó, aunque sin fecundidad, las letras, y del fruto de esas actividades solamente conocemos los trabajos reseñados a continuación, en los que se recogen impresiones de su segunda permanencia en América.

 

Trabajos sin formar volumen:

1.—Cartas de América. (En El Santísimo Rosario, enero a mayo de 1898.)

2.—Cartas desde Baños (Ecuador). (En ídem, junio a noviembre de 1898.)

3.—Muerte del P. Rafael Menéndez. (En ídem, agosto de 1899.)