Pundonoroso magistrado y excelente literato y tratadista de temas jurídicos, que floreció en la segunda mitad del siglo XIX. Nacido en Trubia (Oviedo) hacia 1838.
Cursó la segunda enseñanza, conocida entonces por estudios de Filosofía, en la correspondiente Facultad de la Universidad de Oviedo (no existía entonces el Instituto), desde 1849, con extraordinaria aplicación y excelentes calificaciones hasta graduarse de bachiller el 13 de julio de 1855. Siguió luego la carrera de Leyes y se licenció en Derecho civil y canónico en la misma Universidad el 23 de junio de 1861 con nota de sobresaliente.
Concluida la carrera ejerció la abogacía, profesión que compartió con ocupaciones de profesor en la Facultad de Derecho, de la que fué secretario desde julio de 1865 hasta agosto del 66. En enero del año siguiente se le nombró profesor auxiliar y lo fué interino de Economía política y Estadística en 1868.
Desde estudiante universitario desplegó actividades de escritor en la prensa ovetense. Sus primicias, ya reveladoras de un notable temperamento literario, las recogieron los periódicos La Tradición (1857) y El Invierno (1859).
Hombre de ideas liberales, cooperó a la revolución que en Setiembre de 1868 causó la caída del Trono a Isabel II. Poco después, se le compensaban sus servicios con el nombramiento de jefe de la Policía judicial de Madrid. Dispuesto a seguir la Judicatura, dejó esa plaza para desempeñar la de juez de primera instancia.
Entre los varios Juzgados que tuvo a su cargo figuran algunos asturianos, como los de Ribadesella y Llanes, ocupado este último en 1881. Con la profesión de juez continuó simultaneando sus actividades de escritor en algunos periódicos asturianos, como El Carbayón, de Oviedo, y Otros de fuera de Asturias, cual la Ilustración Gallega y Asturiana, de Madrid, (1880-81).
Algunos de sus trabajos de esta época, escritos sobre motivos regionales,los recogió en el volumen indicado con el número ll.
Encontrándose electo fiscal de la Audiencia de Calatayud, se le nombró en marzo de 1892 magistrado de la audiencia territorial de La Coruña, ciudad que fué su residencia habitual el resto de su vida y en la que se granjeó muchas y fuertes estimaciones, tanto por su conducta ecuánime y digna en el ejercicio del cargo como en las ocupaciones de escritor que continuó desarrollando con la misma dedicación que antes, si bien compartiendo la amena literatura con temas profesionales (números IV y V).
Promovido en febrero de 1900 a presidente de esa misma Audiencia, poco tiempo disfrutó del elevado cargo, pues dejó de existir en dicha ciudad, con general sentimiento, el 8 de febrero de 1902.
Obras publicadas en volumen:
I.—De Oviedo 4 Covadonga: Apuntes de viaje. (Oviedo, 1878; en colaboración con Gumersindo Solís de la Huerta.)
II.—Páginas asturianas. (Oviedo, 1884; folleto formado con vários escritos sobre temas asturianos, publicados anteriormente en El Carbayón.)
III.—Estudios sobre los Códigos de Castilla. (La Coruña, 1896.)
IV.—Páginas breves: Colección de artículos y cuentos. (La Coruña, 1897.)
V.—El retracto.
Trabajos sin formar volumen:
1.—Las Regueras. (En el tomo III de la obra Asturias, dirigida por Bellmunt y Canella, Gijón, 1900; monografía histórico-geográfica.)
Referencias biográficas:
Anónimo.—Una necrología. (En El Carbayón, Oviedo, 12 de febrero de 1902.)