ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

FERNANDEZ MARTINEZ ELORZA (Jesús).

Bibliotecario y escritor contemporáneo, fallecido, nacido en Gijón el 27 de marzo de 1869, hijo de don Andrés y doña Pilar, ambos maestros de instrucción elemental muy considerados en dicha villa. Huérfano de madre días después de nacido, el padre se trasladó con él a Oviedo más tarde y en esta ciudad transcurrieron infancia y juventud de Martínez Elorza.

En el Instituto y en la Universidad ovetenses siguió respectivamente los estudios de segunda enseñanza y de la Facultad de Derecho hasta graduarse de licenciado en esta última con la más alta calificación. Cual es frecuente entre estudiantes que sienten inclinaciones hacia el ejercicio de la literatura, siéndolo él universitario, comenzó a publicar los frutos de su inspiración (1887) en el periódico festivo El Látigo, luego en La Tuna y algo después en los diarios El Eco de Asturias y El Carbayón.

Concluida la carrera y sin la edad requerida para ingreso en los cuerpos facultativos al servicio del Estado decidió presentarse a oposiciones «del de Archiveros y Bibliotecarios, en el que obtuvo plaza: Ingresó en el correspondiente escalafón el 1 de agosto de 1895 y comenzó a prestar servicios en la Biblioteca universitaria. Poco después contrajo matrimonio en Oviedo (12 de setiembre) don doña Rita Folgueras y Doiztúa, hermana del famoso escultor don Cipriano.

Más tarde pasó a prestar servicios al Archivo de la Delegación de Hacienda local, hasta su traslado como jefe de la Biblioteca del Instituto de Jovellanos, de Gijón, en 1897.

Con las tareas de bibliotecario y archivero desarrolladas con inteligente actividad continuó sus ocupaciones de escritor. Aficionado al principio a los temas jurídicos y sociales, fué derivando en esta inclinación a los políticos como republicano moderado, y tomó parte en las campañas sostenidas por la) democracia asturiana, no sólo como colaborador del primero de los citados diarios ovetenses y otras publicaciones locales, y como redactor de La República y El Correo de Asturias, sino como orador en mítines y asambleas.

Al establecerse en Gijón Como director de la Biblioteca del Instituto (el primero que tuvo con carácter de facultativo), cargo que desempeñó por espacio de diez años, continuó en la villa de nacimiento sus actividades periodísticas y oratorias, a prueba de persecuciones, con el ideal levantado de redimir a las masas trabajadoras económica y culturalmente. Aparte de sus colaboraciones de carácter más literario en El Auseva y otros periódicos de la provincia, merecen especial mención sus campañas desde El Noroeste como redactor de este diario, defensor de la política republicana que acaudillaba entonces en Asturias Melquiades Álvarez. Aparte de los muchos escritos publicados antes y en esta época sin firmar o firmados con su nombre, ha empleado diversos seudónimos ocasionales, entre los que predominó y llegó a ser popularmente conocido el de Nitármez anagrama del segundo apellido.

Sí las mejores devociones de su espíritu estaban generosamente puestas al servicio de ese ideal, no por eso descuidaba sus deberes profesionales, desarrollados con todo entusiasmo en la ordenación y catalogación de la rica biblioteca a su cargo, y fruto de esos afasnes fué su obra Orígenes y estado actual de la Biblioteca del Instituto de Jovellanos, impresa en 1900 y recibida con subidos elogios por la prensa asturiana y los diarios madrileños El Imparcial y El Liberal y que dió al autor entre los doctos en bibliografía considerable crédito.

Dicha obra le proporcionó tres galardones: una medalla de plata con el manuscrito, presentado en la Exposición Regional celebrada en Gijón en 1899; la Encomienda de Alfonso XII en 1904, después de publicada, y un segundo premio en la Exposición de Bellas Artes, de Munich, en 1905.

Cuando cesó en el cargo de Gijón fué para prestar servicios en el Archivo de Hacienda, de Vitoria, de donde pasó a la Biblioteca del Instituto de Segovia: Por sus trabajos de archivero y bibliotecario en esos dos centros mereció encomiásticas comunicaciones a la Superioridad, que se tradujeron en méritos en la carrera. De sus producciones de escritor entonces pueden señalarse sus colaboraciones en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos y el diario El Imparcial, ambos de Madrid, y La Verdad, de Segovia.

 

Posteriormente pasó a prestar servicios en la Biblioteca Nacional, donde, por espacio de dieciocho años, trabajó primero en el Indice y después como jefe de la Sección de Revistas. Últimamente, con la categoría de jefe de Negociado, tuvo a su cargo, como jefe, el Archivo general de los Ministerios de Obras públicas y Agricultura (1935).

 

Dejó de existir Martínez Elorza en Madrid el 12 de febrero de 1936.

 

Obras publicadas en volumen:

 

I—Orígenes y estado actual de la Biblioteca del Instituto de Jove Llanos. (Gijón, 1902.)