Nacido en La Rebollada (Mieres) en 1896. Emigró a Cuba a los doce años. Estuvo muchos años dedicado al comercio como dependiente de ultramarinos. Esto no le impidió ilustrarse. Consagró mucho entusiasmo a las labores progresistas del Centro Asturiano de la Habana, del que ocupó varios cargos directivos, entre ellos, el de vicepresidente, en 1924, y de presidente (p.s.r.) en 1929.

En sus actividades comerciales llegó al cargo de miembro del Consejo de Directores del Banco Comercial, puesto que desempeñaba en 1931, y el de presidente de la Caja de Ahorros del Centro Asturiano.

Ha sabido distinguirse en las Asambleas del Centro Asturiano como orador y ha colaborado periodísticamente en algunas publicaciones cubanas.