Literato y periodista avilesino que se distinguió en la segunda mitad del siglo XIX como colaborador en los periódicos locales y Provinciales, especializado sobre temas de historia y arqueología, Por lo que mereció de la Academia de la Historia que le nombrara académico correspondiente, Figuró como colaborador asiduo de El Faro Asturiano, de Oviedo, desde su fundación en 1856. En él publicó numerosos trabajos de carácter económico, estudios que también le dieron autoridad, pero acaso lo más notable de cuanto publicó en ese diario fué lo escrito en 1868 en contra de la autenticidad del Fuero de Avilés, en apoyo de la tesis sustentada por don Aureliano Fernández Guerra y Orbe.

En Avilés desempeñó muchos años a mediados del siglo el cargo de secretario del Ayuntamiento. Se le nombró con el carácter de interino el 21 de diciembre de 1845 y Se le confirmó el destino en propiedad el 18 de febrero del año siguiente: Lo desempeñó con celo, pero habiéndole reconvenido en una sesión municipal el teniente alcalde don Manuel Bango, “por las palabras inconvenientes que en una sesión le había dirigido, las que no quiso retirar”, según se consigna en acta del 6 de mayo de 1857, presentó allí mismo la renuncia al cargo y abandonó el puesto, por lo que la presidencia requirió para sustituirle al oficial primero, a fin de que pudieran continuar las deliberaciones. También fué alcalde de 1867 al 68.

Estuvo casado con doña Teresa Sánchez Calvo y Barroso, de la que enviudó en 1881.