Catedrático, político y tratadista de Derecho internacional, en lo que destacó su personalidad durante la última década del siglo XIX y las dos primeras del XX. ya septuagenario, reside actualmente en Madrid (1935), retirado de esas actividades. Nació en Oviedo el 31 de Marzo de 1863, hijo del también catedrático y escritor don Francisco Fernández Cardin, incluido en esta obra, y doña Petra Prida.
Dotado de extraordinarias aptitudes para el estudio, reveladas desde la instrucción primaria y afirmadas durante la segunda enseñanza, cursada en el Instituto ovetense, continuó con la misma brillantez la carrera de Derecho en la Universidad desde 1878 hasta licenciarse el 22 de setiembre de 1882, conquistando en el transcurso de estos estudios las mejores calificaciones.
Desde estudiante comenzó a desarrollar actividades de profesor auxiliar y después de licenciado como profesor sustituto, desde 1883.
Trasladado a Madrid para cursar en la Universidad Central los estudios del doctorado, alcanzó el título de doctor en febrero de 1884 con calificación de sobresaliente. Vuelto al Claustro de la Universidad de Oviedo, continuó desempeñando temporalmente puestos de profesor sustituto, una de las veces de la asignatura de principios de Derecho natural, desde octubre de este año hasta marzo del siguiente.
Por esta época de estudios y primeras actividades profesionales comenzó a especializarse en Derecho internacional, disciplina en la que habría de alcanzar prestigio y fama con el tiempo y sobre la que supo mostrarse en Oviedo como hombre capacitado y documentado, con el auxilio de la pluma y la palabra, dándose a conocer como orador en algunas controversias desarrolladas en la Academia católica.
Entre veintisiete concurrentes a oposiciones de Derecho internacional a tres cátedras de Universidad, obtuvo la de Sevilla, de la que tomó posesión el 7 de julio de 1886 y que regentó por espacio de unos siete años, durante los cuales no sólo afirmó su profunda cultura en Derecho internacional como catedrático, sino también como publicista, colaborador de algunas publicaciones periódicas y autor de los discursos correspondientes a los cuatro primeros volúmenes de la relación consignada más abajo.
A la vez que el profesorado ejercía la abogacía y ambas disciplinas Ocuparon entonces y posteriormente parte principal de sus actividades,
En 1893 pasó a explicar la misma asignatura a la Universidad de Santiago de Compostela y un año más tarde a la de Valladolid.
El mismo año de su traslado a Santiago, en noviembre, contrajo Matrimonio en Covadonga con doña Carmen Mendoza.
Por concurso celebrado en 1898 Obtuvo la cátedra de Historia del Derecho correspondiente a los estudios del doctorado en la Universidad Central. Con este motivo se trasladó a Madrid, que ha venido siendo su residencia habitual desde entonces, y en donde el desarrollo de su personalidad cobró vuelos que no había podido tener antes. A los éxitos de profesor y de abogado (incorporado a los Colegios de Madrid, Sevilla, Barcelona, Cáceres y Oviedo), vinieron a sumarse los conseguidos en el campo político y desde varios altos destinos al servicio del Estado: Entretanto, el publicista alcanzada nuevas y más extensas admiraciones con obras como Historia de los conflictos internacionales de Siglo XIX y Estudios de Derecho «Internacional público y Privado (números VII y VIII) y trabajos de menor empeño publicados en diversas revistas, entre las que figuran La España Moderna, Lectura, Revista General de Regulación y Jurisprudencia, en la que tuvo a su cargo mucho tiempo, la sección de actualidades mundial titulada Crónica internacional, y la Revista de Ciencias Jurídicas y Sociales.
Entre los primeros cargos que en Madrid contribuyeron a realzar su personalidad figura el de Consejero de Instrucción Pública desde 1902. Militante como político en el partido conservador, la Universidad de Valladolid le eligió senador al año siguiente, representación que continuó ostentando hasta 1919, en que se le nombró senador vitalicio. Durante ese primer período senatorial figuró como vocal desde 1909 en el Instituto de Reformas sociales y en la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas desde 1912 hasta que renunció al puesto en 1916. Una de sus ocupaciones que por esa época contribuyeron más al crédito de su nombre fué la designación que recayó en él en 1909 de árbitro de Inglaterra y Alemania en el litigio que sostenían estos dos países sobre delimitación de fronteras en el territorio africano de Walfisch-Bay.
Durante la guerra europea (1914-18) su autoridad y Opiniones sobre Derecho internacional le dieron ocasión para fortalecer su fama: una de ellas, la conferencia pronunciada en el salón de actos del Hotel Ritz, en marzo de 1915, acerca de la posición presente y futura de España en la política internacional su papel en el Mediterráneo y en África, que mereció subidos elogios. En mayo de ese mismo año la Academia de Ciencias Morales y Políticas le dio ingreso como académico de número, con cuyo motivo leyó su discurso La crisis del Derecho internacional, que también fué muy celebrado.
Además le incorporó a su seno la Academia de Jurisprudencia y Legislación.
Como profesor, aparte de las tareas universitarias, desarrolló también actividades de cátedra y de dirección en el Instituto Diplomático y Consular desde 1913 y en el Centro de Estudios Marroquíes establecido en la Academia de Jurisprudencia y Legislación.
Al escindirse el partido conservador en 1913, Fernández Prida siguió militante en el grupo acaudillado por don Antonio Maura, del que fué uno de los elementos más distinguidos, y con este carácter formó parte de varios Gobiernos.
La primera vez, como ministro de Gracia y Justicia en 1917, y dos años después de la Gobernación.
Desde este ministerio estableció entonces el descanso dominical para la prensa, medida apasionadamente discutida a favor y en contra y que ha venido prevaleciendo hasta el presente. Después fué ministro de Marina (1921) y de Estado (1922). También figuró como miembro del Consejo de Estado, del Instituto de Derecho Internacional y de la Comisión permanente de conciliación entre Italia y Suiza.
Aunque hombre que ha militado firmemente en la política conservadora, al advenir la Dictadura del general Primo de Rivera en 1923, no le prestó ningún concurso durante los siete años de su duración y la misma actitud pasiva ha tomado bajo el régimen republicano.
Ha sido jubilado reglamentariamente como catedrático en 1933.
Obras publicadas en volumen:
I.—Fundamentos del Derecho internacional privado. (Vitoria, 1888; conferencia.)
II.—La paz armada. (Sevilla, 1889; discurso de apertura del curso en el Ateneo Sevillano, 18891890.)
III.—Perturbación y reparación del Derecho en las relaciones internacionales. (Sevilla, 1890; discurso inaugural en la Academia de Derecho de esa ciudad.)
IV.—Consecuencias del descubrimiento de América en la esfera del Derecho internacional. (Sevilla, 1892; discurso de la apertura del curso 1892-93 en la Universidad sevillana.)
V.—La codificación del Derecho internacional privado. (Valladolid, 1896; discurso de apertura del curso 1896-97 de la Universidad vallisoletana.) ,
VI.—Historia de los conflictos internacionales del siglo XIX. (Barcelona, 1901.) .
VII.—Estudios de Derecho internacional, público y privado. (Madrid, 1901.)
VIII.—El imperialismo desde el punto de vista del Derecho internacional. (Madrid, 1905; conferencia en la Academia de Jurisprudencia y Legislación.)
VIII bis.- El gobierno y la enseñanza religiosa en las escuelas primarias (Madrid, 1913)
IX.—La crisis del Derecho internacional. (Madrid, 1915; discurso leído en la sesión de ingreso Como académico de número de la Academia de Ciencias Morales y políticas, contestado por el marqués de Figueroa.)
Trabajos sin formar volumen:
1.—Prólogo a Principios de derecho internacional, de este, traducción de E Cote Villa. (Madrid, 1888.)
2.—Influencia del descubrimiento y la conquista de América a Derecho internacional. (En la Vista General de Legislación y a «isprudencia, Madrid, tomos LXXXI y LXXXII.)
3.—La guerra y el Derecho. (En La España moderna, Madrid, enero de 1893, tomo IV.)
4.—Prólogo, notas y traducción de Derecho internacional privado, de T.C.M. Asser y A. Rivier(Madrid, s. a.; 1893.)
5.—Prólogo, notas y traducción de Tratado de Derecho internacional de Martens. (Madrid, tres tomos)
6.—El Derecho internacional y los pueblos débiles. (En La Lectura, Madrid, 1901, tomo II.)
7.—Discusión acerca del tema ¿Hay un Derecho positivo internacional? (En el tomo X de Extractos de la Academia de Ciencias.)
8.—Estudios de historia del Derecho internacional. (En la Revista de Ciencias Jurídicas y Sociales, Madrid, 1918; números 3 y 4.)
9,.—Dos palabras acerca de Francisco Suárez. (En la Revista General de Legislación y Jurisprudencia, Madrid, 1919; tomo CXXXV.)
10.—Prólogo de de justo imperio lusitanorum asiático, de Fr. S. de Freitas. (Valladolid, 1925.)
Referencias biográficas:
Anónimo. —Una semblanza. (En El Carbayón, Oviedo, 6 de julio de 1911; reproducción de la Gaceta Administrativa.)
Figueroa (Marqués de).—Contestación al Discurso de ingreso de Fernández Prida en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. (Madrid, 1915; en el mismo volumen que el discurso.)