Hombre de ciencia olvidado al que no es fácil rescatar para la reconstrucción literaria de su existencia, toda ella envuelta, vista un siglo después, en una inextricable nebulosidad. Seguramente que, por lo que puede deducirse de las escasas noticias conocidas de su vida y de las obras que nos ha dejado, reunía saber y méritos Suficientes para que la posteridad conservara buen recuerdo suyo.
Nada sabemos de él hasta su edad madura, acaso ya sexagenario. Maffei, en la obra incluida en la relación general de fuentes del primer tomo de este Indice, le acredita de nacido en Serantes. Esto es decir poco menos que nada.
Pueblos de ese nombre hay en Galicia buen número. En Asturias sólo conocemos dos: uno en la parroquia de San Salvador de Deva (Gijón) y San Andrés de Serantes (Tapia), que pudiera ser el lugar de su nacimiento, porque todo induce a pensar que ha nacido en nuestra provincia. De todos modos, cuánto conocemos de su vida le acredita de asturiano, aunque no haya nacido en Asturias. En cuanto a fecha de nacimiento puede aventurarse la de comienzos de la segunda mitad del siglo XVI. Nada sabemos de sus estudios ni de sus actividades profesionales o de otra índole hasta fines de esa centuria, en que escribe el primero de los trabajos anotados en Obras inéditas. y transcurren luego tres lustros no menos oscuros que el medio siglo anterior.
Al ser instituido en Vega de Ribadeo, después Vegadeo, por el obispo de Osma, don Jacinto Valledor y Fresno, en 1815, un Seminario, le fué confiada la organización de los estudios a Fernández Reguero, y, al abrirse ese centro docente a la enseñanza dos años después, se quedó al frente de él como director, a la vez que de catedrático. Permaneció abierto ese Seminario en su primera época hasta 1823. Entonces fue suprimido.
Durante ese tiempo no se limitó a la función teórica de profesor, para lo cual publicó como libro de texto sus Lecciones de Agricultura (número 1), sino que, como en épocas anteriores, al parecer, puso sus conocimientos científicos y celo de hombre activo al servicio del progreso de esa comarca. Cuentan entre esas aportaciones al bienestar común algunos inventos mecánicos aplicables a las industrias caseras o derivadas de la agricultura.
Hombre de ideas liberales, al sobrevenir la reacción borbónica de 1823 y coincidiendo con la supresión del Seminario, fué perseguido y estuvo sujeto a prisión y procesamiento.
Posteriormente tuvo a su cargo la cátedra de Agricultura en la Universidad de Oviedo, y, aunque en 1834 se abrió nuevamente el Seminario de Vegadeo, él continuó al frente de su cátedra universitaria.
Tampoco tenemos la noticia de su fallecimiento. Según Canella y Secades, sucedió en 1830, pero seguramente se trata de un error porque no parece que su libro Colección de ideas (número II), publicado en 1837, sea obra póstuma, y el citado Maffei asegura que por entonces vivía en edad muy avanzada.
A esta oscuridad de su muerte, la misma del resto de su vida, alude Rodríguez Arango en la monografía Vega de Ribadeo incluida en el tomo III de la obra Asturias dirigida por Bellmunt y Canella, con estas palabras: “hombre que se había sacrificado por el bien público, murió poco menos que olvidado”.
Obras publicadas en volumen:
I.— Lecciones de Agricultura para el Seminario de la Vega de Ribadeo, acomodadas al suelo, Clima, producciones, prácticas, usos y más circunstancias del país. (Oviedo, 1818; obra que comprende solamente, al parecer, la primera parte, con el texto dispuesto en preguntas y respuestas.)
II.—Colección de ideas o apuntes relativos a prácticas electorales, influjo político de las discusiones locales, sistema legal de reemplazo del ejército de mar y tierra, enseñanza agraria aplicada, protección del trabajo de los agentes agrónomos y su estabilidad local, memorias y cartillas agrarias, descripción de aperos, máquinas, instrumentos aplicados a la agricultura, minería, acarreo, geodesia 0 topografía, etc., etc., etc. (Lugo, 1837.)
Obras inéditas:
—Tratado del cultivo práctico del maíz y de la patata. (MS. fechado en 1799.)
—Memoria sobre el establecimiento de nuevas poblaciones. (MS. archivado en la Sociedad Económica de Amigos del país, de Oviedo.)
—Memoria sobre las minas y exploraciones antiguas de Salave, Andía, Ouría, Brañalibre y Sus inmediatas, en el partido de Castropol, principado de Asturias. (MS. Enviado en noviembre de 1829 a la Dirección General de Minas, de Madrid.)