Escritor contemporáneo nacido en Luanco el 14 de octubre de 1899, hijo de don Ulpiano Fernández Viña, armador de buques pesqueros y fabricante de conservas de pescado, y doña Josefa Fernández Suárez.
Cursó la instrucción primaria en la villa de nacimiento, y la segunda enseñanza en el Instituto de Jovellanos, de Gijón, en el que obtuvo el grado de bachiller. Luego, por deseo de los padres más que por propia inclinación, emprendió la carrera de ciencias, pero falto de vocación para seguirla, dejó los estudios y comenzó a trabajar al lado de su padre en los negocios pesqueros de éste.
Sin ninguna inclinación espiritual para los estudios oficiales y la empresa de seguir una carrera, sentía gran afición por la lectura, y esto acabó por despertar su vocación literaria, de lo que dió su primera muestra como poeta en una revista estudiantil editada en Valladolid, con una composición intitulada ¡Por primera vez! Después colaboró en el diario ovetense Región con trabajos puramente literarios, contra su deseo, por ser este periódico de ideología Opuesta a la suya. Anteriormente a esta colaboración ensayó sus facultades de autor dramático con una obrita humorística estrenada por aficionados en Luanco en el escenario de un balneario ya desaparecido.
Casi al mismo tiempo que esa afición a las letras despertó en él otra no menos fuerte por la política, derivando, por consecuencia, su pluma a tratar con preferente dedicación temas sociales con ideología liberal avanzada desde las columnas del diario El Noroeste, de Gijón, y el semanario La Crónica de Gozón, publicado en Luanco. Sus campañas y polémicas tendentes al mejoramiento y bienestar sociales le costaron no pocos disgustos y contrariedades por lo violento del choque contra los intereses creados y la organización caciquil de la política.
Sin abandono de sus ocupaciones, siempre al servicio de los negocios de su padre, y ya casado con doña Concepción Fernández Cuervo desde el 12 de abril de 1929, sus entusiasmos periodísticos y políticos absorbieron lo mejor de su espíritu bajo los últimos años de la dictadura establecida por Primo de Rivera y fundó en Luanco la Agrupación Republicano-Socialista, dentro del partido organizado en Madrid en 1927 por Alvaro de Albornoz y Marcelino Domingo. Electo concejal en las elecciones de abril de 1931, que determinaron la implantación de la República, fué nombrado alcalde de Luanco, puesto desde el que su conducta liberal le acarreó no pocas contrariedades y amarguras.
Por esa época colaboró asiduamente como corresponsal literario en el diario socialista Avance, de Oviedo, desaparecido cuando la revolución de octubre de 1934, al que enviaba trabajos exclusivamente de índole política y social.
Sus producciones puramente literarias las destinaba a las publicaciones ocasionales de verano.
La aspereza de las luchas políticas, falto de apoyos eficaces, le determinaron a dejar como residencia la villa natal, y se trasladó a San Sebastián, donde continúa actualmente (1935) dedicado, como antes, a los negocios pesqueros. Desde San Sebastián colabora en El Liberal de Bilbao, y menos frecuentemente en otros periódicos,