Pianista y compositor musical contemporáneo, hermano del anterior e hijo del también pianista y compositor Saturnino del Fresno y Arroyo y doña María Pérez del Villar y Sáenz. Nacido en Oviedo con el siglo, el 1 de enero de 1900. Reveladas desde la infancia aptitudes para el arte, alimentadas por el ambiente familiar, durante los estudios de la instrucción elemental se fueron perfilando con preferencias a la música.

Firme en esta vocación para la que descubría facultades nada comunes, comenzó a estudiar música con su padre a los once años. Después de cinco años de estudios ingresó en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación de Madrid, previo examen de tres años de solfeo y cinco de piano en los que alcanzó las más altas calificaciones. En 1917 se examinó de los años sexto y séptimo de piano y en 1919, de Música de Salón, primer año de Armonía y octavo de piano, como final de estos estudios, en los que obtuvo en los ejercicios de oposición el codiciado primer premio.

Desde antes de concluida la carrera había cosechado aplausos de concertista y alcanzado la plaza de organista segundo de la Catedral de Oviedo en 1918. Después de concluidos los estudios continuó afirmando su creciente reputación en sucesivos conciertos. Como su padre, ha preferido no sentir la nostalgia de la tierra natal al aplauso y la fama ganados lejos de ella, contento con la consideración a sus merecimientos de los comprovincianos y los éxitos que se puedan alcanzar sin despegarse mucho del suelo asturiano. Su residencia fija desde poco después de acabada la carrera ha venido siendo la ciudad de nacimiento, en la que años adelante, el 5 de noviembre de 1932, contrajo matrimonio con doña Araceli Martín Menéndez.

En enero de 1921 se le confirió una plaza de profesor auxiliar de la Sección de Música de la Academia de Bellas Artes de San Salvador, de Oviedo, de la que pasó con categoría de profesor supernumerario de piano, previo concurso, en setiembre de 1924, al entonces recientemente creado Conservatorio Provincial de Música, puesto que continúa desempeñando en la actualidad (1935). A la vez, continuó ampliando los propios estudios de Armonía, de los que hizo examen final en 1930 en el Conservatorio de Madrid, alcanzando también en esta asignatura el primer premio.

Ha ejecutado numerosos conciertos, solo o acompañado de músicos, cantantes y orquestas, en diversas poblaciones españolas: Madrid, León, Valladolid, Astorga, La Coruña y las más importantes de Asturias, principalmente Oviedo, siempre aplaudido. Entre otros artistas que han colaborado con él en conciertos figuran Vela, Vilialaín, Frigola, Muñiz Villa, Augusto Ordóñez y Ángeles Otein. Actuó también con la cantante española Rosita Moreno y la bailarina negra Josefina Baker y con las Orquestas Sinfónica y Clásica en conciertos celebrados en Oviedo bajo los auspicios de la Sociedad Filarmónica ovetense.

Al par que sus actividades de profesor y concertista ha desarrollado con acierto las de compositor.

Además de las dos obras impresas anotadas más abajo, acogidas con elogio por la crítica musical más autorizada y por los entendidos en este arte, ha compuesto otras varias y diversas piezas musicales.

Merecen especial mención la fantasía Vetusta, que fué adaptada musicalmente a una película de sabor asturiano; la canción Cabraliega, con letra de Aurelio del Llano, y el poema sinfónico paisaje asturiano, ejecutado por primera vez por la Orquesta Clásica en Oviedo, en octubre de 1935. De algunas de sus obras musicales es también autor de la letra para canto.

Su amor al arte que profesa le ha llevado a tomar parte en Cole ferencias de vulgarización artística con Antonio J. Onieva, director de La Voz de Asturias, de Oviedo, y el autorizado crítico musical Benito Álvarez Buylla (Silvio Itálico).

Ese mismo amor, con el afán de mantener y acrecentar el entusiasmo de la juventud ovetense Por el canto y la música, le movió a aceptar la dirección del orfeón Coral Vetusta en 1935, el cual, reconocido a los inteligentes entusiasmos desplegados por su director, le obsequió con un banquete en noviembre de ese mismo año.

Ha sido presidente de la Sociedad de Maestros Pianistas y Profesores de Orquesta y es miembro directivo del Centro Hijos de Oviedo y su concejo.

Obras publicadas en volumen:

I.—Wilbertanz: Danza del remotino. (Barcelona, S. a.; vals para pequeña orquesta; ha orquestado la misma pieza para Banda, manuscrita.)

II.—Colección de canciones asturianas. (Barcelona, S. a.; obra de la que adquirió la Diputación provincial ochenta ejemplares.)