Religioso agustino y escritor contemporáneo, nacido en modesto hogar de Palacio de Felgueras (Lena) el día 4 de mayo de 1893, hijo de don Amador de ese apellido, labrador y minero, y doña Cesárea Tuñón.
Después de cursar con gran aprovechamiento los estudios elementales en la escuela del lugar natal y decidida su vocación por la vida monástica, estudió Latinidad con el cura párroco de Casorvida, don Julián de Fueyo. Preparado rápidamente por su aplicación en el estudio de latín para ingreso en La Orden de PP. Agustinos, no pudo efectuarlo entonces por falta de edad y pasó al Colegio de La Vid (Burgos) a proseguir esos estudios, hasta que, cumplidos los quince años, tomó el hábito de dicha Orden (28 de julio de 1908) en el Colegio de Agustinos Filipinos de Valladolid. En él estudió los primeros cinco años de la carrera eclesiástica y regresó en 1913 al Colegio de La Vid, donde la concluyó con los estudios de Teología, ordenándose de sacerdote en julio de 1917.
Estudiante en La Vid se despertó en él la vocación literaria y publicó sus primeros trabajos en las revistas de la Orden España y América y Archivo Agustiniano.
Ya por entonces dos galardones le llegaron como una afirmación de sus aptitudes de escritor: en un certamen de El Ferrol, con el trabajo El Catecismo y la familia, y en otro celebrado en La Vid, con el titulado Ideas políticas de San Agustín.
Después de ordenado de sacerdote se le destinó a la enseñanza en los colegios de la Orden y desempeñó plaza de profesor en los de Santander, Ceuta, Tapia y Llanes, sucesivamente, por espacio de unos doce años. A la vez que a sus deberes de profesor y los del culto, dedicó algunas actividades a la predicación y con mayor asiduidad y fecundidad a las ya ensayadas de publicista. Durante su permanencia en Ceuta, además de continuar colaborando en las citadas revistas agustinianas, escribió también numerosos trabajos, especialmente de crítica literaria (1919-23) para los periódicos gaditanos Diario de Cádiz y Cantabria y también para El Norte de África.
Además fundó en Ceuta la revista mensual Esperanzas, que dirigió y administró (1921-22) y casi escribió íntegramente. Varios de sus trabajos han sido reproducidos por los diarios ovetenses El Carbayón y Región y el madrileño El Debate. También escribió por esa época el estudio Los pájaros y la agricultura (número D), publicado por el Consejo de Agricultura y Ganadería de Cádiz, que lo había premiado.
Además de esa copiosa labor original está la de traductor de los tomos V al VIII de la obra Sermones de San Agustín (1929-32) desarrollada posteriormente, así como la de compilador y comentarista en dos obras más también de sermones de San Agustín.
En 1929 se le destinó de profesor al Colegio de La Vid, del que pasó un año después al de Valladolid, en el cual explicó Filosofía hasta 1933, fecha en que pasó a la residencia de Neguri (Vizcaya) al servicio de ella, y donde ha desarrollado actividades de predicador con preferencias últimamente por la palabra hablada con abandono por la escrita.
Obras publicadas en volumen:
I.—Los pájaros en la agricultura. (Cádiz, 1918; trabajo premiado y publicado por el Consejo de Agricultura y Ganadería de esa ciudad.)
Trabajos sin formar volumen:
1.—Los molinos de viento. (En la revista España y América, Madrid, 1916; réplica a un escritor colombiano.)
2.—Labor cervantina de Gonzdlez Aurioles, (En ídem.)
3.—Biografía del Ilmo. P. José López. Obispo de Pamplona. (En ídem.)
4.—Las ideas políticas de San Agustín. (En ídem, 1917; trabajo premiado en un certamen celebrado en La Vid.)
5.—San Agustín. (En el Diario de Cádiz, 1918.)
6.—El último combate. (En España y América, Madrid, 1919; sobre la guerra de Marruecos.)
7.—Los medios de combate. (En ídem id.)
8.—La mejor política. (En ídem.)
9.—De Cudia Raudu a Fondac. (En ídem.)
10.—El fantasma del Fondac. (En ídem.)
11.—Una mirada retrospectiva. (En ídem.)
12—La tragedia de Albarrán. (En ídem.)
13.—La dolorosa realidad. (En ídem.)