Por segundo apellido, el de Prado. Jurisconsulto, funcionario y escritor de la segunda mitad del siglo XIX, nacido en el seno de familia distinguida en Oviedo el 14. de febrero de 1843,

En el Instituto de la ciudad natal se graduó de bachiller en Artes en 1858. Seguidamente comenzó a estudiar la carrera de Leyes en la Universidad, en la que obtuvo el grado de bachiller en Derecho civil y canónico el 11 de junio de 1862. Después se trasladó a Madrid y en la Universidad Central fué investido de doctor en Derecho y licenciado en Administración en 1864.

Después de ejercer la abogacía en Madrid escaso tiempo, hizo oposiciones para abogado al servicio del Estado y en 1868 comenzó a prestar servicios incorporado a ese Cuerpo oficial.

Desde antes de concluida la carrera comenzó a cultivar las letras con tendencia a los temas económicos y hacendísticos, sobre los que luego colaboró con reconocida capacidad en algunas publicaciones madrileñas, como La Hacienda, Revista de Derechos Reales y otras. También se ganó estimaciones por su saber en la Academia de Jurisprudencia, de la que fué nombrado académico profesor.

Sus primeros servicios como oficial letrado de Hacienda los comenzó a prestar en Segovia desde 1868. Dos años después se le trasladó a Zaragoza, luego a Burgos en 1875, a La Coruña el 78 y a Sevilla al año siguiente. En Zaragoza alternó las ocupaciones oficiales con las de profesor de Hacienda pública en la Universidad durante un Curso:

En el año 1880 se le designó director general de lo Contencioso en el Ministerio de Hacienda, destino desde el que prestó importante cooperación al entonces ministro, señor Camacho, como colaborador en los trabajos de reorganización de servicios y casi único redactor de la Ley del Timbre, de la de Procedimientos administrativos, de la de Derechos reales y otras.

Posteriormente se le destinó como delegado de Hacienda a la provincia de Guadalajara (1882), de la que pasó dos años después a la de La Coruña. En esta ciudad dió otra prueba relevante de su competencia en materias económico-administrativas con la publicación de la obra Situación económica de España.
En 1887 pasó con el mismo cargo de delegado de Hacienda a Sevilla. En 1890 se le destinó al Ministerio de Ultramar como jefe de la Sección de Presupuestos. Poco después fué ascendido a jefe de Administración de primera clase y más tarde obtuvo el destino de oficial de Mayores en funciones de subdirector.

Acreditado García del Busto como un gran hacendista teórico y práctico. en 1895 el Consejo de Ministros le eligió como la persona Más adecuada para reorganizar la desbarajustada Hacienda de Cuba, mucho más en aquel momento en que se iniciaba en la isla la guerra de Independencia. Se le designó intendente general con amplios poderes, Pero cuando se disponía a efectuar el viaje a la isla fué casi repentinamente atacado de grave enfermedad y falleció el 14 de febrero de 1896, día en el que cumplía cincuenta y dos años.

Pendiente de la regia firma estaba entonces la concesión de la Gran Cruz de Isabel la Católica, con la que el Gobierno español quiso reconocer sus servicios al Estado.

Obras publicadas en volumen:

I—Situación económica de España. (La Coruña, 1885).