ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

GARCIA (José Benigno).

Popularísimo poeta en bable con el seudónimo de Marcos del Torniello. Entre los vates contemporáneos que han tomado el bable como instrumento de expresión es uno de los más chispeantes, famosos en Asturias y en las colonias asturianas de América.

Marcos del Torniello nació en humildísimo hogar de Avilés, el 28 de noviembre de 1853. Aunque apetente de estudios desde la infancia, no pudo seguir otros que los de la enseñanza primaria. En otro lugar hemos escrito acerca de sus primeros años: “Adolescente, sin más que una rudimentaria instruc, hubo de ganarse la vida como carretero. Simultáneamente., llevado de sus aficiones melódicas tanto como de la necesidad de acrecer sus ingresos pecuniarios, estudió música y formó parte de la Banda local. Tocaba en ella un trombón de varas, y como los muchachos (más muchachos que él) se burlaban de los movimientos que le obligaba a ejecutar el instrumento para entregarle los buscados sonidos, pidió al director que se lo cambiara por un trombón de pistones. Le fué denegada la petición, él entonces abandonó esas líricas aficiones, con lo cual, según frase humorística de él mismo, «a lo mejor, perdió España con esto un Wagner”.

Las ocupaciones de carretero y músico no le impidieron enriquecer su ilustración. Pero al deseo no acompañaban los recursos para acometer en serio los deseados estudios, hasta que. ya en plena juventud,beneficiándose de la fundación de la Escuela de Arles y Oficios, dedicó las horas nocturnas de descanso al aprovechamiento de las lecciones que se daban gratuitamente en ese centro de enseñanza. Y tales fueron su capacidad y aprovechamiento, que poco después el carretero se convertía en profesor a domicilio. Ya independizado y elevado de posición, no por eso le abandona tampoco su afán de saber y, mientras enseña, continúa los estudios propios. Asistente a las clases del Colegio de la Merced, que dirigía don Domingo Alvarez Acebal, estudia en dos años el bachillerato, del que obtiene el grado correspondiente en el Instituto de Oviedo. Luego emprende por enseñanza libre los estudios de la Facultad de Derecho en la Universidad ovetense.

Tres años llevaba cursados de esas disciplinas, cuando el amor sale al paso del estudiante y en 1888 contrae nupcias con la señorita. también de Avilés. Leopoldina Fernández del Viso. El nuevo estado civil le obliga a reforzar los ingresos económicos, y abandona los estudios para dedicarse completamente a la enseñanza. Obtiene entonces nuevas lecciones a domicilio e ingresa además como profesor en el colegio donde había sido poco antes discípulo. Pero esto no asegura completamente su independencia económica y dos años después (1890) abre un colegio de instrucción primaria, al que desde entonces ha venido dedicándose fervorosamente.

Comenzó como escritor en castellano, verso y prosa, en el semanario local El Centinela (1884), y extendió sus colaboraciones a otros periódicos. Por entonces fundó y dirigió dos semanarios veraniegos. El Estudiante (1885) y La Semana Festiva (1889) y, también, El Vigia,de más larga vida, que apareció a fines de julio de este último año.

Un suceso en la dirección de El Vigia nos obliga a hacer un alto por lo que significa para conocimiento del carácter de Marcos del Torniello. En su ausencia, uno de los redactores, Julián López Gutiérrez, hombre de pluma combativa que llegaba en ocasiones al improperio y al vejamen, publicó en el semanario un suelto injurioso para el alcalde. Fué denunciado y procesado el director, que se hizo caballerosamente responsable del escrito ,y, aunque todo quedó al fin y al cabo en escándalo y ruido, hubiera podido pasarlo mal. La bondad de carácter que supone soportar resignado e inocente el descrédito que la acusación llevaba consigo, es lo que más ha caracterizado siempre a Marcos del Torniello, hombre bueno, integralmente, al punto de que nadie habrá podido formular nunca contra él una queja fundada. Jamás conoció, no ya enemigos, ni siquiera enemistados.

Al aparecer el Diario de Avilés (1890), fundado y dirigido por Florentino Alvarez Mesa, figuró desde entonces, por espacio de muchos años, entre los más asiduos colaboradores de este periódico. También escribió por esa época para los diarios ovetenses El Eco de Asturias y La Opinión de Asturias.

En las postrimerías del siglo XIX fué cuando comenzó a cultivar la poesía en bable, especialmente desde La Semana Ilustrada (1901), dirigido por el poeta festivo en castellano José Martín Fernández. y los éxitos conseguidos le determinaron a abandonar toda otra modalidad literaria y dedicarse exclusivamente a ésa.

Sus composiciones, sin remilgos académicos, sino rebosantes de savia popular, a lo Teodoro Cuesta, salpicadas de gracia y de malicia, comenzaron a rodar por los periódicos de Asturias y de las colonias asturianas de América, solicitadas del autor o reproducidas sin contar con él, para recreo y regocijo de sus contemporáneos. Resultaría poco menos que innumerable la lista de periódicos que acogieron desde entonces poesías de Marcos del Torniello. Además de los dos avilesinos últimamente anotados, pueden citarse, entre otros muchos: la revista madrileña Asturias, órgano del Centro Asturiano; los diarios ovetenses El Correo de Asturias y El Carbayón; los diarios gijoneses El Comercio y El Noroeste y. más adelante, La Prensa; el diario avilesino La Voz de Avilés, y, posteriormente, el semanario Progreso de Asturias; numerosos periódicos de diferentes localidades asturianas, en primer término El Nalón, de Muros del Nalón; todas las publicaciones asturianas de América, como Asturias y El Progreso de Asturias, de La Habana,y el Heraldo de Asturias. de Buenos Aires, y gran número de publicaciones ilustradas ocasionales de la región, publicadas anualmente con motivo de fiestas y festejos veraniegos o de otra índole, en primer término El Bollo, de Avilés, editado con motivo de la Pascua Florida y fiesta de ese nombre.

Con tal amor abrazó su nuevo oficio de poeta bable que siempre estuvo dispuesto a exaltar los valores de esta modalidad regional. Movido por este afán se improvisó en conferenciante en 1904 al servicio de la Extensión Universitaria, y dió una charla en la Escuela de Artes y Oficios, de Avilés, con el título de La poesía regional de Asturias, ilustrada con recitación de poesías ajenas y propias. Este mismo sentimiento le inspiró la comedia en un acto La esfoyela. escrita expresamente para ser interpretada por elementos del orfeón Coral Avilesina que, después de estrenarla en una fiesta celebrada en Avilés, la dió a conocer en Madrid desde el escenario del Teatro de la Princesa, en la noche del 5 de mayo de 1905, intercalada en una audición de esa masa coral.

A robustecer la fama de Marcos del Torniello contribuyeron en tres distintas ocasiones los premios alcanzados en certámenes literarios celebrados en Avilés, únicos a que ha concurrido. En los Juegos Florales de 1904, se le premió el canto a la mujer avilesina; en los celebrados en 1918, la composición Covadonga, y en el de 1920, un soneto dedicado a la memoria del escritor avilesino Juan Ochoa.

De sus innumerables composiciones desperdigadas por los periódicos se ha recogido una parte en los volúmenes números I y IV.

Algunas de esas poesías, por su brevedad y forma de cantares, han pasado al patrimonio espiritual del pueblo asturiano como heredadas de anónimos poetas centenarios.

Ya anciano de sesenta y nueve años, pasó por la desgracia de perder (1925) a su compañera, víctima de un accidente al caerse por la escalera de su casa, lo que fué para él motivo de gran desconsuelo.

Dos años después y por indicación de algunos intelectuales avilesinos, el Ayuntamiento acordó el 10 de noviembre de 1926 rotular una de las calles de la villa con el nombre del por todos admirado y querido poeta. En consecuencia de esto, asociados autoridades y pueblo, dedicaron el 4 de setiembre del año siguiente a celebrar la fiesta del Dia de “Marcos del Torniello”, con lo que Avilés reconocía públicamente la impagable deuda contraída con ese cantor sin igual de sus bellezas naturales, de sus tradiciones, de sus mujeres. Consistió el homenaje en el solemne descubrimiento de la lápida, en la calle que se iba a conocer en adelante con el seudónimo del poeta, un banquete, y una romería de estilo asturiano en la que participó la población en masa.

 

Obras publicadas en volumen:

I.—Tambor y gaita. (Oviedo, 1905; colección de poesias impresas con subvención de la Diputación provincial).

II.—La esfoyeta. (Madrid, 1906; comedia de costumbres asturianas en un acto y en verso bable).

III.—Colasón de: la pata gorda. (Avilés, 1914; monólogo en prosa bable).

IV.—Orbayos de la quintana. (Madrid, 1925; poesías en bable, con una carta-prólogo de A. Palacio Valdés y un epilogo de Alfredo García Sánchez; impreso por suscripción popular).

 

Trabajos sin formar volumen:

1.—Dos aldeanos desconfiados. (Cuento en la colección Cuentistas asturianos, Madrid, 1930. del autor de este Indice).

 

Referencias biográficas:

Suárez, (Constantino).—Una semblanza. (En la obra Cuentistas asturianos, Madrid, 1930).