Abogado y escritor contemporáneo, residente desde hace muchos años en Tetuán (Marruecos). Nacido en Infiesto el 30 de marzo de 1905, hijo de don Fernando García Abad y de doña María de la Paz Montoto Alvarez.

La profesión del padre, ingeniero electricista al servicio del Estado en el Cuerpo de Telégrafos, dió lugar a que la existencia de García Montoto en sus cuatro primeros lustros tuviera algo de trashumante. Residió hasta los nueve años en la villa natal; trasladado a Palencia, cursó parte del bachillerato en el Instituto de esta ciudad, y durante esos estudios hizo sus primeros ensayos de escritor; a la edad de trece años pasó con la familia a residir en Gijón, donde concluyo el bachillerato en el Instituto de Jovellanos, en el mes de junio de 1922.

Creciente su vocación literaria, en el verano de 1925 dirigió en Gijón el semanario humorístico Ku Klux Klan, que puede considerarse como el punto de arranque de su dedicación a las letras. En esa revista solía emplear el seudónimo de El Caballero de los Leones.

A los veintidós años (19927) se trasladó a Tetuán como funcionario administrativo del Majzen (Gobierno marroquí), puesto del que ha venido a quedar años después en situación de excedente. También fué en esa zona oficial de complemento del Ejército en el arma de Infantería.

Dedicadas las horas libres que le dejaban esas ocupaciones al estudio, la lectura y la producción de su propia obra, figuro desde noviembre del citado año como uno de los colaboradores más asiduos del diario de Ceuta La Opinión, en el que suman algunos centenares los trabajos por él publicados hasta mediar el año 1933, alternando la crítica teatral y cinematográfica con el comentario de actualidad y el artículo literario. Empleaba en los primeros tiempos el seudónimo de Angel Jiménez, dejándolo luego por el de Ciro Astur, que continuó usando después en otras varias publicaciones.

Al mismo tiempo que para La Opinión, de Ceuta, escribió abundantemente para periódicos editados en Tetuán: las revistas Marruecos Ilustrado (1928-29) y La Tribuna (1933), y el diario La Gaceta de África (1932-34), en el que, además de numerosos trabajos de crítica sostuvo una sección diaria de comentarios de carácter político-social bajo el título de Instantáneas Prosaicas. También colaboró en el diario ceutí El Faro de Ceuta (1934).

En los años 1930-32. cursó en la Universidad Central la carrera de Leyes, obteniendo el grado de licenciado en Derecho en junio de 1932. Poco después abría en Tetuán bufete de abogado y en este mismo año se casó con doña María del Carmen Ruiz-Bravo.

Con los primeros tiempos de la mutación de estado civil ha coincidido su auge de escritor. En el mes de abril de 1933, en el certamen literario organizado por la Alta Comisaría de España en Marruecos para premiar las mejores crónicas sobre la obra Diario de un testigo de la guerra de Africa, de Pedro Antonio de Alarcón, fueron reconocidos los méritos literarios de García Montoto con el premio tercero, concedido a su trabajo El triunfo de las letras. Y tal reconocimiento quedó bien destacado en la velada que se celebró en el Teatro Español, de Tetuán, para la entrega de los premios y lectura de los trabajos por los propios autores. La crónica de García Montoto fué reconocida como superior a las dos premiadas antes que la suya, por el público, con grandes ovaciones y protestas de que no se le hubiese concedido el primer premio. Otro éxito fué el conseguido con la conferencia pronunciada en octubre de ese mismo año en el Centro Recreativo Obrero, con el título de Tríptico cervantino, sobre los aspectos literario, político y social del Quijote.

Las ocupaciones propias de su acreditado bufete han supuesto una interrupción considerable en las actividades literarias de García Montoto.