Escritor contemporáneo, dedicado al periodismo. (El autor de la presente obra estima su deber proclamar que ha encontrado en Manuel García Pulgar a uno de esos tres o cuatro cooperadores dignos de toda alabanza y de la más acendrada gratitud. Las más de las noticias referente a asturianos contemporáneos destacados en la Argentina como escritores y artistas, las debemos a su gestión personal o a sus orientaciones).
Nació García Pulgar en Pajares (Lena) el 26 de octubre de 1894, en modesto hogar. Aprendió las primeras letras en la aldea natal y la instrucción primaria en Ablaña (Mieres), a donde se trasladó con su familia cuando tenía ocho años, y donde permaneció hasta los once, edad en que pasó a residir a Mieres.
La situación económica de la familia no consentía que García Pulgar llegara a pisar aulas universitarias; era preciso trabajar para vivir, y trabajar en lo que fuese. Y él fué desde los doce años, vendedor de periódicos, pinche de fragua, caballista y rampador de mina. Ya cumplidos los diecisiete ascendió a dependiente de comercio; lo fué en Soto de Luiña (Cudillero), desde 1912 a 1913. En este año marchó a la Argentina.
Rodó por diferentes colocaciones, fué viajante de comercio y hasta llegó a ser comerciante con negocio propio. Sus inquietudes intelectuales las refugiaba en la lectura, una lectura sin orden ni dirección especial determinada, pero incesante. Inclinado preferentemente a los temas de Filosofía y Sociología. provisto de agudeza crítica suficiente para no perder el criterio propio entre los pensamientos ajenos, acabó por adquirir una extensa y sólida cultura. A la vez, la necesidad de dar expansión al pensamiento propio, fué formando al escritor. La ista de periódicos y revistas de Buenos Aires y otras poblaciones argentinas en que ha colaborado García Pulgar sería poco menos que interminable. Utilizó con alguna asiduidad los seudónimos de: G.P., Pulgarín, Manuel García de Pajares, Pólice, Facundo Faja, Garcipulgar, Aretino y otros.
Los asturianos residentes en Argentina y los intereses y las glorias de Asturias han tenido siempre en su pluma defensa y exaltación ferviente y generosa. Al servicio de esa deyoción ha fundado y sostenido sucesivamente tres semanarios: Asturias, La Voz de Asturias y Correo de Asturias, que han venido siendo ideologógicamente uno mismo, significando cada cambio un notable progreso.