ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

GARCIA SAN MIGUEL (Julián).

Jurisconsulto, político y escritor que brilló en las últimas décadas del siglo XIX y primeros años del XX. Segundo marqués de Teverga, título que lleva una calle de Avilés en memoria del padre; representó en Cortes a ese distrito por espacio de cerca de cuarenta años consecutivos, a través de dieciséis elecciones de diputados. Si le juzgamos por sus obras, el distrito de Avilés encierra testimonios fehacientes de sus desvelos por conseguir para ese trozo de tierra asturiana toda clase de mejoras. Entre ellas sobresalen: la terminación de la dársena de San Juan de Nieva y del puerto local, la carretera que enlaza a una y otra y el ramal del ferrocarril que une dársena y puerto con la línea Madrid-Gijón, inaugurado en 1890. Es además respetable su nombre como escritor de amplia ilustración.

Nació Julián García San Miguel y Zaldúa en Avilés, hijo del primer marqués de Teverga. el 8 de marzo de 1841. Cursó los estudios elementales y preparatorios para la segunda enseñanza en la villa natal; a los diez años se trasladó a Oviedo y en la Facultad de Filosofía de la Universidad siguió los estudios equivalentes al bachillerato, grado que le fué conferido el 6 de junio de 1857. Cursó a continuación la carrera de Leyes y se licenció en Derecho civil y canónico el 21 de junio de 1363. Después se trasladó a Madrid y en la Universidad Central estudió las asignaturas del doctorado, grado del que fué investido en 1865, presentando con este motivo la memoria reglamentaria (número I).

No fué ésta su primera muestra de escritor. Estudiante universitario en Oviedo había ya dado algunas pruebas de su vocación literaria en algunos periódicos locales, si bien ni entonces ni después se mostró nunca fecundo como publicista y menos como autor de trabajos periodísticos.

Concluído el doctorado se trasladó a Oviedo y abrió bufete en esta ciudad. Con las actividades del foro compartió las de escritor y otras de carácter cultural, como las anejas al cargo de secretario de la Comisión Provincial de Monumentos Artísticos. También ejerció funciones de profesor auxiliar en la Universidad, nombrado como tal en diciembre de 1867. Por esta época alcanzó sólida reputación de publicista, versado en temas de historia, con motivo de la polémica suscitada sobre la autenticidad del Fuero de Avilés por el erudito don Aureliano Fernández Guerra, tesis que García San Miguel apoyó en unos artículos publicados en El Faro Asturiano, de Oviedo, recogidos más tarde en Actas de la Comisión de Monumentos (número 1). Aunque ea opinión de Fernández Guerra, García San Miguel y otros encontró impugnadores, la Academia de la Historia premió su labor incorporándole a ella como académico correspondiente el 30 de junio de 1866.

Pero la vocación más honda de García San Miguel estaba impulsada hacia otros rumbos: la política. Surgió a la política en las filas de la Unión Liberal, de las que se separó para ingresar en el partido Radical, posteriormente conocido por partido Progresista. Participó intensamente en el movimiento precursor de la revolución de setiembre de 1868 que depuso del trono a Isabel II. En esa época fué diputado provincial por el distrito de Avilés, reelecto dos veces, desde 1866 al 68, renunciando entonces a tal mandato y sustituyéndole don Estanislao Sánchez Calvo. En los días mismos de la revolución prestó apoyo a ésta como comandante de la Milicia Nacional y en calidad de cofundador del periódico El Radical Asturiano, desde cuyas columnas fijó definitivamente su posición política, en la que se mantuvo siempre con integridad. ,

En 1869 se presentó candidato a diputado a Cortes por Avilés, triunfando sobre su contrincante el duque de Montpensier, que figuraba ya entre los aspirantes al trono de España, y este triunfo le dió un gran relieve político. Desde entonces fué representantes en Cortes de ese distrito por espacio de cerca de cuatro décadas casi sin interrupción: desde 1869 al 71, desde el 72 al 74 y desde 1879 hasta 1907.

Fué en su larga vida parlamentaria hombre distinguido. Desempeñó la Vicepresidencia del Congreso de los Diputados desde 1897 hasta 1901, relecto en tres ocasiones, y formó parte de numerosas comisiones parlamentarias.

En la lucha política sostenida para nombrar sucesor en el trono a Isabel II, García San Miguel se mostró partidario del duque de Aosta, que reinó con el nombre de Amadeo I desde enero de 1871 hasta al febrero del 73, y fué uno de los políticos que le prestaron más leal e incondicional adhesión, conducta que premió el monarca Con la llave de gentil-hombre y la concesión del marquesado de Teverga al Padre de don Julián, título que éste heredó en 1885. También por este tiempo el Gobierno portugués le condecoró con la Cruz de la Orden de Cristo.

Desempeñó García San Miguel elevados cargos en la gobernación del Estado. Uno de los primeros, desde enero a mayo de 1874, fué el de director general de Beneficencia, Sanidad y Establecimientos penales. En 1884 fué subsecretario del Ministerio de la Gobernación en el gobierno presidido por don José Posada Herrera. Dos años después se le nombró miembro del Consejo de Estado, en la sección de Gobernación, cargo que desempeñó unos cuatro años. Culminó su carrera politico-administrativa con el desempeño del puesto de ministro de Gracia y Justicia, desde el 6 e marzo de 1901 al 19 del mismo mes del año siguiente, en el Gobierno formado por don Práxedes Mateo Sagasta.

Derrotado como diputado a Cortes por Avilés en 1907, el 3 de julio de este mismo año pasó a ocupar un puesto de senador vitalicio. Electo desde el año anterior académico de número de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, ingresó como tal en el mismo mes y año citados.

Viudo de su primera esposa, doña Segunda Tamargo y Alonso en 1905, un año después contrajo segundas nupcias con la señora Olmedilla, no obstante su avanzada edad de sesenta y cinco anos.

En el transcurso de su larga vida pública, el escritor, nunca fecundo, produjo algunas obras de carácter jurídico-político, y una de orden histórico, que es la que más ha contribuido a dejar recuerdo de su nombre: la monografía Avilés: Noticias históricas (número II), nutrida en buena parte de la documentación acopiada para un trabajo semejante que ha quedado inédito, por su amigo don David Arias (padre).

Dejó de existir García San Miguel en Olmedo (Valladolid), en octubre de 1911, el día 3, según unos, y el 15, al de otros.

 

Obras publicadas en volumen:

I—¿Cuál es la extensión y efectos de la sociedad conyugal? Juicio crítico de la legislación aragonesa y castellana relativa a esta materia. (Madrid, 1865; tesis doctoral).

II.—Avilés : Noticias históricas. (Madrid, 1897; obra publicada antes del tomo I de la obra Asturias, dirigida por Octavio Bellmunt y Fermín Canella y Secades, Gijón, 1894; y después en folletón en el Diario de Avilés).

III.-—La responsabilidad judicial. (Madrid. 1901; discurso de apertura de los Tribunales de Justicia; publicado también en la Revista General de Legislación y Jurisprudencia. Madrid, 1901, tomo IC).

IV.—La reforma penitenciaria. (Sevilla, 1901: discurso pronunciado en el Congreso de Diputados el 18 de mayo de 1880: folleto).

V.—Proyecto de ley sobre el Jurado. (Madrid, 1902).

VI.—La representación parlamentaria, el sufragio obligatorio y el referéndum. (Madrid, 1907: discurso de ingreso en la Academia de Ciencias Morales y Políticas).

 

Trabajos sin formar volumen: :

1-—Sobre el Fuero de Avilés. Carta al Ilmo. Sr. D. Aureliano Fernández Guerra. (Cinco artículos publicados en El Faro Asturiano, Oviedo, 1866, y reproducidos en el apéndice IV de Actas de la Comisión de Monumentos Históricos Y Artísticos. Oviedo, 1874).

2.—Asturias: Un impuesto provincial. (En el tomo II de la obra Derecho consuetudinario y económico popular de España, dirigida por Joaquín Costa, Barcelona. 1902).

 

Referencias biográficas:

Anónimo.—Los asturianos de hoy: Don Julián García San Miguel. (En Asturias, Órgano del Centro de Asturianos, Madrid, julio de 1890: trabajo reproducido por El Carbayón, de Oviedo).

Vega de Armijo (Marqués de la).—Contestación al Discurso de ingreso de García San Miguel en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. (En el mismo volumen que el discurso, Madrid. 1907).