Notario y publicista contemporáneo, nacido en a julio de 1897, hijo de don José Gómez Morán y de doña Engracia Fernández Acebal, comerciantes de buena a posición económica. (Al igual que sus hermanos Mario y Ulpiano, reseñados a continuación, usó los dos apellidos paternos para firmar sus trabajos, relegando así el Fernández que les correspondía en segundo lugar).
Cursó la segunda enseñanza en el Instituto de la ciudad natal y obtuvo el grado de bachiller en 1915, con calificación de sobresaliente. A la vez que asistía al Instituto como alumno oficial recibía lecciones de don Andrés Alonso Trujillo, capellán de la Cárcel Modelo. Su gran vocación por las asignaturas de letras y su menosprecio por las de ciencias encontró en este sacerdote un cauce de equilibrio; bastó que ante un problema de matemáticas le espoleara en la propia estimación.
Si bien con mayor afición por las letras que por las ciencias, siguió los estudios de éstas en la Facultad correspondiente de la Universidad de Oviedo, con el propósito de hacer el preparatorio para seguir la carrera de ingeniero de caminos, canales y puertos. Bien es verdad que a esta determinación contribuyó como principal motivo el de conquista, cierta independencia como estudiante en Madrid, soñando con una vida un poco bohemia de literato, en un medio más bullicioso y sugestivo que el ovetense. Pero entonces le salió al paso el amor, personificado en la que habría de ser algunos años más adelante su esposa, y a influjos de este sentimiento abandonó un camino que había emprendido torcidamente, y volvió a la senda propia. Al curso siguiente se matriculó en la Facultad de Derecho de la misma Universidad, y en ella, aprovechando todas las convocatorias ordinarias y extraordinarias de exámenes, y siempre con nota de sobresaliente, cursó esa carrera, concluyéndola en 1916.
A este tiempo de estudiante universitario corresponde su revelación pública de escritor como poeta y prosista en publicaciones estudiantiles y hasta fundó una revista mensual con el título de Crispín (1917), en la que simultaneaba los cargos de director y de agente de publicidad, gracias a lo cual consiguió sostenerla durante seis u ocho meses. Entonces hizo también su primer ensayo teatral (en colaboración con el hermano Mario): la comedia en tres actos Lo que no puede ser (número I), bien acogida por la crítica.
Concluídos los estudios en Oviedo se trasladó en 1919 a Madrid y en la Universidad Central cursó los del doctorado en Derecho, grado del que fué investido en 1920. También en Madrid simultaneó con estudios los ejercicios literarios. Lo más notable de sus actividades en este orden fué su colaboración con artículos y cuentos en el diario La Tribuna.
Vencida ya la dura resistencia que todo escritor encuentra al dar sus primeros pasos en la república literaria, Luis Gómez habría podido quedar entonces incorporado a la vida de las letras en Madrid. deseo acariciado siempre; pero algunas dificultades se oponían a ello.
Después de completar sus estudios en la Sorbona bajo la dirección del civilista Mr. Duguit, regresó a Oviedo y poco tiempo después, en enero de 1921, contrajo matrimonio con doña Josefa Cima.
Por entonces comienzan las ocupaciones profesionales a impedirle el total desenvolvimiento de su vocación literaria. Alcanzó por Oposición el cargo de secretario de Gobierno de la Audiencia Territorial de Oviedo, que desempeñó algunos años. En 1926, también por Oposición. obtuvo la plaza de notario en Mayorga de Campos (Valladolid) y algún tiempo después la de Berja (Granada).
No obstante las atenciones profesionales continúa sus colaboraciones en diversos periódicos, con algunas de las cuales forma un volumen de cuentos (número II) y sostiene en los diarios ovetenses La Voz de Asturias y Región una larga serie de crónicas bajo el epígrafe común de Reflexiones de un sentimental.
El fallecimiento de su esposa en 1927 abre un doloroso paréntesis en su vida. En 1928 hace oposiciones a una notaría vacante en Oviedo, que es declarada desierta. En este mismo año consiguió que se le designara diputado provincial, cosa que procuró como medio para obtener la excedencia en la carrera, y en esta situación permaneció hasta que se presentó vacante la notaría de Torrelavega (Santander), que le fué adjudicada y que tuvo a su cargo durante algunos años. Posteriormente ocupó una notaría de Bilbao. En enero de 1931 se casó con doña María Etchar Casuso, de familia montañesa.
Obras publicadas en volumen:
I—Lo que no puede ser. (Oviedo, 1918: comedia en prosa en tres actos, en colaboración con su hermano Mario).
II.—Alrededor de mi mismo. (Oviedo, 19257; cuentos).