Escritor y orador contemporáneo, fallecido, que gozó en Cuba, donde residió la mayor parte de su vida, de gran popularidad. Nacido en Oviedo hacia 1865.

Por los años de adolescencia emigró a Cuba, sin otro bagaje que su voluntad para el trabajo y con la escasa ilustración que puede proporcionar la asistencia a una escuela primaria. En Cuba se dedicó al oficio de tabaquero, consagrando muchas de las horas de asueto a aumentar su cultura, merced a lo cual consiguió destacar en el gremio como periodista y orador, dedicado a la defensa de los intereses de la clase.

Pero cuando su personalidad brilló más fué al intervenir en la vida del Centro Asturiano, al que prestó lo mejor de sus entusiasmos y devociones. En la solemne velada con que se celebró la instalación del mismo, en 1892, en el antiguo palacio desaparecido por incendio, el que hasta entonces sólo era conocido como orador en las reuniones de los centros obreros se dió a conocer, a petición de sus armigos y fuera de programa, ante un público selecto, que le acogió y aplaudió estruendosamente, dejándole consagrado desde ese instante como orador elocuente. Era González Boves entonces vocal de la sección de Instrucción de dicho Centro y posteriormente desempeñó otros cargos directivos.

“Desde aquella lejana fecha —dice Oscar García— a los tiempos presentes (1927), hora a hora ha ido, vertiendo talento e ilustración, sudores y fatigas en provecho de la Sociedad, y no pocas de las proposiciones de enjundia y médula que incorporaron a nuestra ley estatutaria progresos y reformas, a él se deben, de él han surgido y él las ha hecho prevalecer con su dialéctica formidable y su sereno discurrir”.

Dejó de existir González Boves en la Habana el 21 de setiembre de 1927.