Abogado, funcionario municipal y escritor. Padre de los escritores Gumersindo y Protasio, reseñados a continuación.
Nació Domingo González Solís y Argüelles en Cuérigo (Aller)ml el 21 de enero de 1793, hijo de don Manuel de esos apellidos y de doña María Fernández.
Su instrucción elemental se completó con estudios de Latinidad que corrieron a cargo de un tío suyo, cura párroco de Quirós. Después se trasladó a Oviedo, en cuya Universidad se licenció en Derecho.
A los veinte años se trasladó a Madrid, donde desempeñó un destino en la Contaduría General de Valores, dirigida entonces por su paisano José María Secades. Con el cambio de régimen político de absolutista en constitucionalista, como consecuencia del alzamiento de Riego en Las Cabezas de San Juan (1820), González Solís regreso a Oviedo, donde contrajo matrimonio y fijó su residencia.
En Oviedo abrió bufete de abogado. Al mismo tiempo desempeño en el Ayuntamiento la única plaza de oficial, cargo que que dejó para ocupar el de secretario municipal por fallecimiento del titular. Ejerció este destino durante muchos años. Con la satisfacción y el aplauso de los sucesivos alcaldes y concejales y del vecindario en general. Además, por su autoridad en materia de legislación municipal, disfrutó de aprecio de sus colegas de Asturias y de fuera de la región, y fué el decano de los secretarios de Ayuntamiento de España.
Fué uno de los más documentados y correctos escritores de cuantos colaboraban por entonces en los periódicos ovetenses. Cultivó con acierto los temas históricos, sobre los que dejó algunos manuscritos Y también hizo gala de extensos conocimientos jurídicos.
En 1830 el jefe político (como se llamaba entonces el gobernador civil) don Joaquín Suárez del Villar le encargó de la redacción del Boletín Oficial, tarea que estuvo a su cuidado por espacio de una década, y “que requería —dice su hijo Protasio— no poco tacto, sobre todo en el primer eriódo de la guerra civil, por las circunstancias difíciles del país, y los graves compromisos que podían correr las autoridades”.
Movido por su entusiasmo de escritor más que por afanes industriales, fundó en 1837 una imprenta, asociado con don Benito González y don Felipe Ortolazábal. Aludiendo a los progresos derivados para el auge intelectual de Oviedo con la fundación y el sostenimiento e ella, escribe su hijo: “Aún cuando Solís no exhibiese otros títulos a la consideración de sus paisanos que haber dotado a Oviedo de un elemento positivo de cultura y de progreso; como el que señalaba un establecimiento de este género, motivo sobrado fuera para que su modesto nombre no quedara relegado al olvido”.
Falleció González Solís el 29 de enero de 1871.
Referencias biográficas:
González Solís (Protasio).—Primera imprenta a la moderna en Oviedo. (En la obra Memorias asturianas, Madrid, 1890).