ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

GRAIÑO CAUBET (Celestino).

Farmacéutico, escritor y conferenciante contemporáneo. Nacido en Oviedo el 25 de julio de 1873. Trasladado en la infancia a la villa de Avilés, en ella ha residido siempre, por lo que se le considera, y se considera él mismo, avilesino. Fueron sus padres don Adriano Graíño y Cuervo y doña Antonia Caubet y Polo.

Hizo los estudios primarios en la villa adoptiva y como alumno del colegio de la Merced cursó el bachillerato con exámenes en el Instituto de Oviedo, en el que alcanzó el grado de bachiller el 25 de junio de 1889. Seguidamente se trasladó a Madrid y estudió Farmacia en la Universidad Central. Ya facultado para el ejercicio profesional se estableció en Avilés; poco después contraía matrimonio Con doña Pilar Cors y Fernández. Sin embargo, no dió por concluídos sus estudios y en la Universidad Central fué investido de doctor el 5 de mayo de 1898.

Sus aficiones literarias tuvieron como primer ensayo la fundación en mayo de 1897 del periódico El Avilesino, empresa de vida efímera.

Una de las tareas más interesantes de esta primera época de su carrera fué la de crear un museo de la fauna y la flora asturianas, para lo cual se adiestró en el embalsamamiento y conservación de animales y plantas. Llegó a reunir una importante colección, que contenía cuatrocientas setenta especies de mamíferos y aves, cerca de mil invertebrados y un millar de plantas; también, algunos ejemplares raros de mineralogía.

La autoridad conquistada con esta especialidad de naturalista le dió ingreso en julio de 1899 en la Sociedad Española de Historia Natural; le valió un premio en la exposición celebrada en Gijón ese mismo año, obtenido con una instalación de aves; y otro premio, con un herbario de seiscientas especies, en la exposición de Murcia de 1900.

Aparte los muchos cargos que por sus merecimientos le fueron de concedidos, el escritor se mostró fecundo sobre todo acerca de temas de vulgarización científica y relativos a la profesión. Colaboró asiduamente en numerosas publicaciones especializadas, entre ellas: el Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural (1902-5), La Farmacia Española (1907-16), La Farmacia Moderna (1907-14), Monitor Sanitario (1910-12), y Unión Farmacéutica (1914-15), todas de Madrid, Gaceta Farmacéutica Española (1907-14), de Barcelona; España Farmacéutica (1915), de Oviedo; El Problema Farmacéutico (1914), de Santiago de Compostela. Con temas de vulgarización y, más frecuentemente, sobre asuntos políticos de actualidad, escribió también por el mismo tiempo para el semanario republicano avilesino El Pueblo, en el que empleaba el seudónimo de El Capitán Rayos; el Diario de Avilés y el Diario Universal, de Madrid (1908-9). Colaboró también esporádicamente en los diarios: El Noroeste y El Comercio, de Gijón; La Voz de Avilés y El Progreso de Asturias, de Avilés; El Correo de Asturias y el Boletín del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias y el Boletín Médico-Asturiano, todos de Oviedo. Además, han reproducido trabajos suyos: la Revista Farmacéutica, de Buenos Aires (1910). el Boletín Farmacéutico, de Cáceres (1907-11), el Boletín Oficial del Colegio de Farmacéuticos, de Palencia (1912) y La Farmacia del Norte, de Bilbao.

Junto a esta copiosa labor de publicista estuvo la de conferenciante sobre temas de vulgarización científica, principalmente como colaborador de la Extensión Universitaria ovetense. La sola enunciación de los títulos puede dar una idea de la importancia de este concurso: El tabaco, en la Escuela de Artes y Oficios, de Avilés, el 23 de enero de 1904; Costumbres populares de Avilés: Nacimiento y matrimonio, en el mismo centro docente; Mecánica del cuerpo humano, en la Asociación Musical Obrera, el 20 de enero de 1906; Lugar del hombre el la Naturaleza, en la citada Escuela, el 10 de marzo del mismo años; Antropología criminal, en la misma Escuela, el 17 de noviembre y 15 de diciembre de ese mismo año 1906; El matonismo de la región, en el Ateneo Obrero, de Gijón, el 23 de febrero de 1907; Paso de Mercurio por el disco del Sol, en el Teatro-circo de Avilés, el 13 de noviembre de dicho año; El maquinismo y la actual crisis económica, en el Centro de Sociedades Obreras de esa villa, el 4 de diciembre de 1908; Industria manufacturera y producción capitalista: Su influencia sobre el valor de los objetos de cambio, en dicho Centro, el 8 de enero de 1909; Las enfermedades microbianas y en especial la fiebre tifoidea: Qué son y medidas que lógicamente deben adoptarse ante el peligro que significa la actual epidemia, en el mismo Centro, por encargo de la Junta local de Sanidad, el 6 de diciembre de 1911; La rabia, sus peligros para la gente del campo, en la Escuela Nacional de Niñas, de Miranda (Avilés) el 27 de abril de 1913; y La vigente legislación sanitaria en sus relaciones con los obreros, en el Centro de Sociedades Obreras, de Avilés, el 13 de noviembre de 1914.

Esta considerable labor intelectual encontró estímulos y reconocimientos, premios y condecoraciones. El Ministerio de Agricultura le concedió la Medalla de Plata con motivo de la Exposición Internacional de Avicultura celebrada en Madrid en 1902, a la que concurrió con trabajos relacionados con la higiene del campo. En la Exposición Agrícola celebrada en Oviedo ese mismo año se le premió por sus obras Atropa belladona (número I) y la manuscrita Solanáceas. En 1904 el Gobierno le confirió la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso XII por sus trabajos científicos y méritos profesionales. En mayo de ese mismo año la Asamblea Suprema de la Cruz Roja le concedió la Medalla Conmemorativa de la Repatriación, por los servicios prestados al finalizar las guerras coloniales. También por el Gobierno, en octubre de 1912, por méritos relacionados con la profesión, y mediante juicio contradictorio con informe favorable del Consejo de Estado, se le otorgo la Cruz de primera clase de Beneficencia con distintivo morado y negro.

Mención especial merecen tres galardones alcanzados como escritor. Uno de ellos por la Asamblea Nacional de Farmacéuticos celebrada en Valencia en 1910, a la memoria Ornitología de la provincia de Asturias. Y los otros dos conferidos por el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona a los trabajos: Necesidad de establecer en la Facultad de Farmacia la cátedra de Ética profesional (1910) y Antropología criminal de la región asturiana (1911).

Vida de tan extraordinaria actividad social e intelectual sufrió inesperadamente una crisis honda. Celestino Graíño atendía a todas esas ocupaciones sin abandono de la farmacia de que era dueño y puso en esto tal entusiasmo que consiguió acreditar algunos productos farmacéuticos de su invención, vendidos por él exclusivamente. Discurría de este modo su vida, cuando un hermano político le animó a que comprara una motocicleta, la cual podría utilizar en algunos paseos recreativos. Adquirió la motocicleta y tal fué la afición que se le despertó por los viajes, dentro de la provincia y a las provincias limítrofes, que todo su tiempo y todos sus entusiasmos se polarizaron en torno a este deporte. “De tal modo me entusiasmé —dice él mismo—, que llegué a considerar que un hombre podría ser feliz hasta hambriento pero no hubiera concebido felicidad posible sin la posesión de una motocicleta. Y sucedió lo inevitable, lo que tenía que suceder: que la dedicación exclusiva a la motocicleta trajo el abandono de mis negocios al punto de que entraran en una grave crisis económica, sin que me valieran como enmienda de conducta ni consejos ni consideraciones de ninguna clase, aun cuando yo comprendía la necesidad de rectificar. Un día comentaba en un café de Luarca esta situación mía con unos amigos y un médico que estaba entre ellos me dijo: ¿Y por qué no aprovecha usted sus salidas para propagar entre nosotros sus especialidades farmacéuticas? Hoy las vende usted solamente al pormenor en su casa y la venta al por mayor le compensaría de los quebrantos en el negocio. No sé la alegría que experimentará un preso al recobrar la libertad, pero la mía al oír esa mágica insinuación fué mayor, al considerar que podía romper las cadenas que me sujetaban a la farmacia. Pocos días después el hombre más feliz de la tierra comenzaba a viajar en motocicleta como propagandista de sus especialidades farmacéuticas. Y volvió a suceder lo inevitable: que los trabajos crecientes del laboratorio y los viajes más continuos y más largos como propagandista me obligaron a renunciar a las actividades de naturalista, escritor, conferenciante y toda otra ocupación que no fuese la del negocio en marcha con éxito creciente”.

La para él feliz asociación del deportista y el químico farmacéutico supuso una profunda mutación en su vida. En los últimos veinte años invertidos en su mayor parte en recorrer las provincias del Norte de España, a la motocicleta sustituyó el automóvil y al pequeño obrador un laboratorio de intensa actividad.

 

Obras publicadas en volumen:

I.—Atropa belladona. (Avilés, 1898; tesis doctoral).

II.—Lugar del hombre en la Naturaleza. (Avilés, 1906; conferencia en la Escuela de Artes y Oficios; publicadas también en folletín en el Diario de Avilés, a partir del 22 de marzo de ese año).

III.—Extracto de la conferencia “Antropología criminal”, dada en el Ateneo Casino Obrero de Gijón el 15 de diciembre de 1906. (Avilés, 1906).

IV al VII—Memorias de la Asociación Avilesina de Caridad. (Avilés, 1908 a 1911; reproducidas en esos mismos años por el Diario Avilés).

VIII.—Reglamento del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Asturias. (Canet de Mar, Barcelona, 1913; adoptado por los Colegios de Pontevedra y otras provincias).

 

Trabajos sin formar volumen:

1.—Cuestiones sociales: Por los farmacéuticos y la salud pública.( En Farmacia Española y Diario Universal, ambos de Madrid, en los meses de marzo a abril de 1908).

2.—Necesidad de establecer en la Facultad de Farmacia la Cátedra de Ética farmacéutica. (En Farmacia Española, Monitor de la Farmacia y de la Terapéutica, de Madrid; Gacela Farmacéutica, de Barcelona, de noviembre de 1909 a febrero de 1910; y La Farmacia Moderna, Madrid, enero a marzo de 1910).

3.—Las enfermedades microbianas y en especial la fiebre tifoidea: Qué son y medidas que lógicamente deben adoptarse en Avilés ante el peligro que significa la actual epidemia. (En el diario la Voz A Avilés, del 8 al 17 de diciembre de 1911; conferencia en el Centro Sociedades Obreras).

4.—Fauna ornitológica de la provincia de Asturias. (En La Farmacia Española, Madrid, 4 de setiembre al 30 de octubre de 1912)

5.—El proyecto de Ordenanzas de Farmacia, de la U. F. N., (Unión Farmacéutica Nacional). Crítica. (En La Farmacia Española, Madrid, desde julio a setiembre de 1916).

 

Referencias biográficas:

Anónimo.—Un boceto biográfico. (En el Monitor Sanitario, Madrid, diciembre de 1912).

Idem.—Un panegírico. (En Alma Asturiana, Gijón, 16 de a de 1911).

Idém.- Unos comentarios. (En La Unión Farmacéutica, Madrid, 1 de marzo de 1914).

Idem.—Un panegírico. (En la Actualidad Farmacéutica, Barcelona, 14 de marzo de 1914).

Idem.—Un panegírico. (En la Gaceta Farmacéutica Española Barcelona, mayo de 1914).