ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

HEVIA (Víctor).

Escultor contemporáneo, por otro apellido Granda. Nacido en Oviedo en 1885.

Concluídos los estudios primarios ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad natal, en la que por espacio de varios cursos fué uno de los escolares más brillantes. Todas las manifestaciones artísticas le atraían, pero siempre con predilección la escultura.

Mediante oposición alcanzó una pensión de la Diputación provincial y al amparo de ella prosiguió sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid.

Por esta época se dió a conocer públicamente en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1910 con la escayola Ocaso. Al año siguiente, en el mes de setiembre, celebró en Oviedo una exposición personal, con franco éxito de público y de crítica.

Concluídos los estudios oficiales en España, pasó al extranjero al amparo de otra beca y residió tres años en Italia y algún tiempo en Francia, dedicado al perfeccionamiento de su arte. En Roma ejecutó algunas obras importantes: una de ellas es la titulada El galeote, que luego presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1915, y con la que obtuvo una tercera medalla y también un premio del Circulo de Bellas Artes madrileño.

Por exceso de modestia y de amor a la tierra natal, sus actividades han venido estando circunscritas a la ciudad de nacimiento y residencia. Unicamente ha concurrido a la Exposición Nacional de 1924, con dos esculturas.

A la práctica de la enseñanza y a la producción de la propia obra ha unido otras actividades de orden intelectual y burocrático: como miembro del Centro de Estudios Asturianos desde su fundación; de la Comisión Provincial de Monumentos, por su calidad de académico correspondiente de la Academia de Bellas Artes de Madrid; como delegado de Bellas Artes en Oviedo desde 1933; y como representante del Museo del Pueblo Español en la provincia.

Entre sus principales obras escultóricas figuran: el escudo y dos estatuas alegóricas que rematan la fachada del palacio de la Diputación de Oviedo; los mausoleos del cabo Noval y de la familia Gómez Morán y la estatua simbolizando el trabajo (de la familia del Río), todos en ellos en e cementrio ovetense; los monumentos al maestro Manuel Artime (en Candás). L párroco de Manzaneda (en este lugar), a los hermanos Selgas( en el Pito, Cudillero), al marqués de Muros (en la villa de este nombre), a José Tartiére (en Lugones), a José Fuente (en Trubia) y la estatua de Tartiere, en el monumento levantado en el ovetense Campo de Francisco.

Cuenta también como una de sus labores más meritorias la restauración (1920-22) de la Cámara Santa de la Catedral ovetense, trabajo que ha merecido elogios de arqueólogos españoles Y extranjeros. Son también aciertos suyos las restauraciones de la portada románica del templo de San Isidoro, de Oviedo, y el retablo en terracota de siglo XVI de la Virgen del Valle, en Pravia.