ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

HEVIA Y PRIETO (Domingo).

Eclesiástico que floreció en el siglo XIX como poeta y prosista.
Nació Hevia y Prieto, hijo de don Ramón y de doña Jacinta de esos respectivos apellidos, en Vega, aldea de la parroquia de San Pedro de los Arcos (Oviedo), el 17 de noviembre de 1803.

Con gran sacrificio de sus padres cursó los estudios de Latinidad y Humanidades en el colegio de San Vicente de Oviedo y después los entonces llamados de Filosofía (equivalentes al bachillerato) en correspondiente Facultad de la Universidad ovetense.

Su profunda vocación religiosa le determinó a ingresar en la Orden de benedictinos, lo que llevó a cabo en el monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes (Palencia). En dicho convento, del que años adelante fué prior, permaneció hasta la exclaustración en 1836.

En este tiempo de su residencia en el convento de San Zoilo fué cuando se perfiló su afición al cultivo de las letras, aunque a conozca nada suyo impreso hasta bastantes años después. A esta época corresponde su formación intelectual con el conocimiento de los clásicos griegos, latinos y castellanos y su gran acopio de cultura histórica.

Después de exclaustrado se trasladó a Asturias, donde ejerció funciones de sacerdote. Fué primeramente ecónomo en la parroquia de San del Román de Amieva, de la que pasó con igual categoría a la de Soto del Barco, donde permaneció desde 1837 al 39.

No sabemos dónde ejerció de sacerdote después de retirarse de Soto del Barco en 1839. Cuatro años después, en junio de 1843, pasó a la ciudad de León como vicario de la parroquia de San Salvador de Nido, y en León residió por espacio de unos seis años.

A este tiempo corresponden las más antiguas producciones impresas que han llegado a nosotros: poesías y prosa sobre temas religiosos o históricos, publicadas en los diarios La Esperanza y El Católico, y en la revista La Iglesia, todos de Madrid. También a esta época pertenece el más antiguo trabajo en volumen (número I).

En En 1849 fué destinado a la parroquia de Villafría (Palencia). Aquí restauró el arruinado santuario de Nuestra Señora del Brezo; años después de abierto nuevamente al culto este santuario, dió cuenta e tal labor en el volumen número VI.

En 1858 pasó a la provincia de Valladolid como cura párroco de Fuente el Sal. Sólo unos meses permaneció al frente de esta parroquia, pues en mayo de 1859 se le designó canónigo de la colegiata de Soria. En el desempeño de esta canonjía transcurrió cerca de un cuarto de siglo hasta su fallecimiento. Parece que ya canónigo en Soria su máxima aspiración era serlo en Oviedo, esperanza que pudo llegar a convertirse en realidad.

A esta larga y última época de la vida de Hevia y Prieto corresponde la mayor parte de su labor literaria. Colaboró copiosamente en numerosas publicaciones: El Clero, El Corresponsal Eclesiástico, Altar y Trono y La Fe, de Madrid; La Cruz de Sevilla; el Semanario Religi, de Segovia; Boletín de Toledo; Eco de Numancia y el Asociador Numantino; El Faro Asturiano y La Voz de Asturis, de Oviedo. También prestó colaboración al Calendario piadoso y a la obra El púlito español, colección de sermones modelo en dieciocho tomos.

Contribuyó también a su fama la concurrencia a algunos certámenes literarios, en uno de los cuales, celebrado en Valencia en 1873, le fué premiada una oda a la Virgen de los Desamparados.

También por este tiempo acrecentó el número de sus trabajos en volumen, buena parte de los cuales están publicados con seudónimos (Un Católico Español, El Pastor del Pirineo y Un Presbítero Español) vagos y ocasionales.

Fué académico correspondiente de la Academia de la Historia y perteneció a la Academia Mariana de Lérida.

El fallecimiento de Domingo Hevia y Prieto ocurrió en Soria, pero no en el año 1885 como anotan Fermín Canella y Secades y Julio Somoza, sino en 1882, y tampoco en mayo cual asegura Ossorio y Bernard, sino el día 4 de abril.

 

Obras publicadas en volumen:

I—La cuestión de vida o muerte para las naciones. Disertación filosófico-social sobre la naturaleza, origen y transmisión del poder civil, en la cual se analiza la doctrina del señor Balmes en este este asunto importante. (León, 1848; folleto publicado con el seudónimo de Un Presbítero Español).

II.—Ciencia de la vida o recreaciones morales en verso. (Sin l. ni a. de impresión; folleto en colaboración con Alvarez Perera firmado con el seudónimo de Un Católico Español; reimpreso en 1853 por el Semanario Religioso, de Segovia).

III.—Flores y espinas. (Burgos, 1862; volumen de poesías con el seudónimo de El Pastor del Pirineo).

IV.—Descripción histórica de Alcañiz. (Madrid, 1860?; folleto)

V.—Covadonga. Ensayo épico en tres cantos. (Oviedo, 1867;folleto).

VI.-Relación histórica de los santuarios célebres de Covadonga, El Brezo, y La Saleta, insignes monumentos del poder, grandeza y gloria de la Santísima Virgen María, madre de Dios y de los hombre. (Lérida, 1867; lleva como apéndice un canto a Covadonga).

VII—Covadonga: Memoria histórica de este célebre santuario de Nuestra Señora. (Lérida, 1875).

VIII.—Corona fúnebre a la memoria de la célebre poetisa asturiana la señorita doña Eulalia de Llanos y Noriega. (Gijón, sin a., opúsculo).

 

Trabajos sin formar volumen:

1.—Canto popular al levantamiento de Asturias contra Francia en 1808. (En El Faro Asturiano, Oviedo, abril de 1865. Poesía A según Fuertes Acevedo es un calco de las Cantigas de la revolución asturiana, de Pérez de Valdés, pero que sólo tiene de calco las coincidencias que han de ofrecer forzosamente los trabajos que se escriban sobre un mismo suceso histórico).

2.—Amieva. Ensayo poético asturiano. (En ídem, mayo de 1865).

3.—La Magdalena. (En idem, idem; composición inspirada en la belleza panorámica de Soto del Barco).

4.—Poesías en bable. (En la obra Poesías selectas en dialecto asturiano, de Fermín Canella y Secades. Oviedo, 1887). ,

5.—Varias poesías. (En la obra Memorias asturianas, de Protasio González Solís. Madrid, 1890).

 

Referencias biográficas:

Amandi (J. A.).—Los asturianos de ayer: El presbítero don Domingo Hevia, benedictino exclaustrado. (En El Carbayón, Oviedo, 9 al 14 de julio de 1890).