ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

JUNQUERA IBRAN (Jerónimo).

Arquitecto y pintor contemporáneo, nacido en La Felguera (Sama de Langreo) el 27 de enero de 1902, hijo de don Buenaventura Junquera Domínguez y de doña María Ibrán Cónsul.

Ingeniero industrial su padre, que fué director de la fábrica Duro-Felguera; ingeniero de minas su abuelo materno, don Jerónimo Ibrán, famoso en Asturias, e ingenieros otros parientes, sólo se pensó en dedicar a Jerónimo Junquera a la ingeniería. Desde los estudios elementales el propósito de la familia no era otro, y con esta finalidad cursó el bachillerato en el Instituto de Oviedo, en el que obtuvo el grado correspondiente en 1917. Seguidamente se le envió a Madrid, donde se preparó para ingreso en la Escuela de Ingenieros de Minas. Pero entonces su más verdadera vocación se acabó de perfilar hacia las Bellas Artes y abandonó el camino que emprendía equivocadamente.

Por los últimos tiempos de estudiante de bachillerato, hacia los quince años, se agenció una caja de colores, paleta y demás adminiculos y comenzó a tomar más en serio los ensayos de dibujante y pintor qué ejecutaba en los ratos de ocio. Primero desde un balcón de la casa paterna y luego en mayor contacto con la naturaleza, comenzó a pintar paisajes, sin lecciones ajenas, hasta conseguir algunos aciertos después de pintar, raspar y volver a pintar. Esta afición fué en aumento durante su residencia en Madrid. Convencido ya de que no llegaría nunca a ser un buen ingeniero de minas, desengañó a los padres para que le dejaran seguir su vocación auténtica: arquitecto y pintor.

Trasladado a París, ingresó en la Ecole Speciale D’Architecturt» y obtuvo en 1927 el número dos de la promoción correspondiente.

Con el aprendizaje de arquitecto alternaba el de dibujo del natural, con visitas frecuentes de Museos y colecciones pictóricas particulares. Llevado por el deseo de perfeccionar las dos modalidades artisticas emprendidas recorrió las principales poblaciones de Francia, Italia, Suiza e Inglaterra. Entretanto, en los veranos, de vacaciones en Asturias, se dedicaba a la interpretación del paisaje, que es su especialidad como pintor.

Después de concluída la carrera de arquitecto continuó residiendo en París, perfeccionando y ampliando sus conocimientos con los arquitectos Roux-Pitz y Marrast. Al mismo tiempo proseguía los estudios pictóricos hasta que consiguió el dominio de la técnica y el aplauso público como expositor en el Salón de Las Tullerías (1928) y en el Salón de los Independientes (1930).

Después de su regreso a España sólo ha concurrido a la Exposición de Artistas Asturianos celebrada en Avilés en el verano de 1934 bajo los auspicios de la Sociedad Amigos del Arte.