ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

LAVANDERA REYERO (José Antonio de).

Eclesiástico que floreció en la primera mitad del siglo XVIII por su ilustración en Teología, Arqueología, Paleografía y otras disciplinas, destacando especialmente como predicador y poeta. El canónigo González de Posada le pondera en Biblioteca Asturiana con las siguientes palabras: “Fué de portentosa memoria y de estudio incansable, insigne orador, de expresión dulce, florida, elocuente , vasta erudición, pero no muy crítico” Parece ser que su vida inestable, acorde con su temperamento de escasa perseverancia, no le permitió concluir muchos de los trabajos literarios emprendidos.

Lo más probable es que Lavandera Reyero haya nacido a fines del siglo XVII en Somió (Gijón). Algunos autores le hacen natural de Tineo, cosa que parece desechable. Desde luego, en Gijón residió buena parte de su vida en diferentes ocasiones.

Perteneció Lavandera Reyero en su juventud a la Orden de la Merced; probablemente profesó en el convento de Avilés, donde permaneció mucho tiempo y cursó parte, por lo menos, de sus estudios. Fué dentro de la Orden maestro de estudiantes en varios conventos de la provincia mercedaria de Castilla y luego lector de Filosofía y Teología en Segovia. Residió también como profesor en América. En Cuba fué lector de Teología y director de estudios del convento establecido en San Cristóbal.

Posteriormente pasó a Roma, donde abandonó la Orden de la Merced y pasó a la de canónigos regulares, ocupando como tal una plaza en el Espíritu Santo de esa ciudad, Probablemente en Roma cursó estudios de Medicina o, cuando menos, los perfeccionó. Después ejerció de médico, primeramente en Sevilla y luego en Lisboa.

En Sevilla perteneció a las Academias de Medicina y de Buenas Letras.

Últimamente residió. con fama de médico notable, en la ciudad portuguesa de Mancorbo, donde dejó de existir.

Durante sus estancias en Gijón, donde se distinguió como benefactor del Hospital de los Remedios, cultivó con gran intimidad la amistad de Gregorio Menéndez Valdés. De esta relación amistosa queda un recuerdo bastante desfavorable para la memoria de Lavandera Reyero, pues es cosa conocida y comprobada que valido de la escasa erudición de Menéndez Valdés, le sirvió de asesor para componer la obra Avisos históricos, suministrándole patrañas de su invención y leyendas absurdas como hechos evidentes, “vendiéndose por íntimo suyo —dice Somoza en Gijón en la historia general de Asturias—, para, a sus espaldas, hacerle blanco de las burlas de sus amigos, cosa tan indecorosa al hábito que vestía, como indigna de la verdadera amistad. y sólo explicable en gente de condición villana”.

Además de las obras anotadas a continuación, parece que imprimió otros sermones en España y Portugal. Como poeta se recuerdan su romance endecasílabo A la ruina de la torre de la Catedral de Oviedo y el poema épico La Filis.

Obras publicadas en volumen:

I.—Descripción historial de la entrada de Nuestro Señor Jesucristo en el cielo. (Cádiz, 1732).

II. —Escuela de amorosa enseñanza en las tiernas finezas del corazón de Jesús. (Sevilla, 1737).

III.—Sermón historial de las reliquias que se veneran en la Santa Iglesia de Oviedo. (Oviedo, 1742).

IV.—Sermón de la festividad de San Benito. (Lisboa, 1750).