De Colloto. Afamado escritor cómico contemporáneo. A la muerte de su madre cuando tenía 10 años pasó con su padre a Valladolid, donde éste iba a ocupar un destino en los Ferrocarriles del Norte.

Poco después, un tío suyo, astrónomo, D. Francisco León Hermoso, le llevó a su lado a Madrid para darle estudios. Empezó a estudiar el Bachillerato, pero muerto poco después su tío y protector, el muchacho tuvo que recurrir a un oficio para vivir.

Por entonces tomaba parte en un grupo infantil de aficionados a la zarzuela, que daba algunas representaciones de cuando en cuando y hasta se permitía hacer excursiones por los pueblos inmediatos a Madrid. En esto, casi sin saber cómo, se encontró formando parte de un cuadro artístico con destino a América. Tenía entonces unos catorce años. En Méjico dio la compañía varias representaciones con buen éxito. El conseguía fácilmente el aplauso del público. De pronto, el empresario abandona a la menuda tropa en Mérida de Yucatán. Gracias a la generosidad de una señora sale del apuro, con tres muchachos compañeros, y llega a Veracruz.

Aquí ingresa en otra compañía de zarzuela más formal. Continúa actuando con aplauso. Pero otro revés parecido al anterior le deja en Morella no menos desamparado.

De este trance sale merced a una combinación con el Torero Morito, que se hospeda en la misma fonda. El torero tiene que ir a torear a Méjico, la capital, pero tiene uno de los tres picadores enfermo, al cual se presta como sustituto Valeriano León, en su ferviente deseo de salir de allí y llegar a Méjico también.

Su compromiso es solamente vestirse de torero y hacer el paseo por la plaza, escabulléndose luego como buenamente pueda. Pero llegado el momento de escabullirse no pudo hacerlo, y azuzado por el público, tuvo que desempeñar hasta el final su papel de banderillero. Y el final fue que, lleno de miedo, puso un par de banderillas que le ganó la ovación más resonante que escuchó en su vida.

Después de su carrera escénica estuvo menos libre de tropiezos. Trabajó en varias poblaciones de Méjico, Cuba y Estados Unidos. Esta permanencia en América duró siete años. Luego pasó a España, donde trabajó por provincias otros tantos, siempre dedicado al género zarzuela.

Pero su fama parte desde que se consagró a la comedia cómica en 1919 en el teatro de la Comedia de Madrid, fecha de donde arrancan sus más clamorosos éxitos y un renombre nacional.

En esa larga campaña del Teatro de la Comedia, Valeriano León se conquistó la fama de uno de los tres o cuatro mejores actores cómicos de España.

En la Comedia de Arniches “¡Es mi hombre!” obtuvo la consagración definitiva de gran actor. En la Comedia entró ganando seis duros por cada representación y salió cuando ganaba dieciséis.

En febrero de 1925 contrajo matrimonio con la aplaudida actriz de ese mismo teatro, Aurora Redondo, y luego formaron compañía y todo ha sido éxitos para ellos, en Madrid, en provincias y en América. En la Argentina hicieron una larga temporada en 1931, que les valió fama y dinero.

Casado con la actriz de Aurora Redondo en Madrid, el 19 de febrero de 1925.