Obispo ovetense en los últimos años del siglo XVIII y primeros del siguiente, que dejó perdurable memoria en el episcopado de Oviedo, más que por su saber, extenso y sólido, por las dotes de piedad y buen gobierno que le adornaban.

Se contradicen los biógrafos acerca del lugar de su nacimiento, situándole algunos en La Corrada (Pravia) y sobre la fecha en que tuvo lugar, que hay quien fija en 1724. Los datos verdaderos tomados de la partida de nacimiento, son que nació en Avilés el 23 de abril de 1727. Fueron sus padres don Joaquín Alejos de Llano Ponte y doña Antonia de Sierra Flórez y Arcellana, y no doña María Sierra Pombley, como asegura Fuertes Acevedo en Biblioteca de escritores asturianos. (Es tío carnal del que le antecede y del que le sigue).

Siguió la carrera eclesiástica en Oviedo hasta doctorarse muy joven en la Facultad de Teología de la Universidad. Su cultura en ciencias eclesiásticas le valió un puesto de canónigo en el cabildo catedralicio de la misma ciudad, en la que transcurrió el resto de su vida, alterada esa residencia casi solamente con temporadas en Avilés.

En dicho cabildo desempeñó los cargos de secretario y contador en los primeros años de su incorporación a él. En 1759 se trasladó como su representante a Madrid, comisionado para resolver algunos delicados asuntos, cometido que desempeñó con acierto. Contribuyó esto a que se le favoreciera al año siguiente con el nombramiento de arcediano de Gordón; en 1770 se le designó prior de esta misma iglesia.

Por este tiempo el obispo de Oviedo González Pisador, necesitado de colaboración para el buen gobierno de la mitra, le propuso para obispo auxiliar, puesto que desempeñó con el título de obispo de Laren durante unos veinte años. Al fallecer González Pisador en marzo de 1791, el cabildo y todas las personas de alguna representación en la diócesis elevaron al rey el ruego de que el obispo auxiliar fuese nombrado en propiedad, cosa que Carlos III concedió en mayo de ese mismo año. En setiembre llegó de Roma la confirmación de la propuesta, y Llano Ponte tomó posesión de la mitra dos meses después, pero la consagración oficial no tuvo efecto hasta el 28 de noviembre del año siguiente (1792).

Se supone que antes de su elevación al obispado de Oviedo haya desarrollado actividades de escritor pero la obra que de él conocemos data de esta última época de su vida: dos pastorales y las monografías inéditas que redactó para el Diccionario histórico-geográfico de Asturias, que preparaba Martínez Marina en la Academia de la Historia. Esta corporación le nombró académico honorario en 1801.

Dejó de existir el obispo Juan de Llano Ponte en abril de 1805, el día 23 según unos y el 29 según otros, probablemente mejor enterados los últimos, anciano de setenta y ocho años. Sus restos fueron depositados en la capilla mayor de la Catedral.

Avilés, la villa de nacimiento, le debe algunas positivas pruebas de su cariño, entre las que figuraba el ensanche, en parte a sus expensas, de la calle de Rivero, consistente en la supresión de los porches de un lado para hacer posible el tránsito de vehículos por ella.

Obras publicadas en volumen:

I—Exhortación… al clero de su diócesis. (Oviedo, 1749).

II.—Pastoral que el Ilmo. Sr. Obispo de Oviedo dirige a su clero y diócesis excitando su celo al socorro del Estado y en sus actuales urgencias, por medio de un donativo voluntario y préstamo patriótico; publicada por Real resolución de S.M. (Oviedo, 1798).

Obras inéditas:

—Descripción y noticias del concejo de Avilés. (MS. que forma parte del Diccionario histórico-geográfico de Asturias, archivado en la Academia de la Historia; en colaboración con don Juan Muñiz, arcipreste de: Gozón). Eg [

—Descripción y noticias de Candamos. (MS. idem, idem; en colaboración con Francisco Arias de Velasco). :

—Descripción y noticias de Cangas de Tineo. (MS. idem, idem).

—Descripción y noticias de Caso. (MS. idem, idem).

—Indice de los documentos que contiene el libro Becerro de don Gutiérre de Toledo. (MS. en la Academia de la Historia).