ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

LOPEZ DORIGA (Luís)

Eclesiástico y político contemporáneo, hijo del reseñado anteriormente y doña Hilaria Meseguer Costa, nacido en Oviedo antes de 1885.

Habríamos querido conocer este dato, así como otros de sus vida, a fin de evitar la pobreza de los que hemos podido acopiar en nuestras rebuscas, pero las reiteradas peticiones al interesado no obtuvieron ni la contestación negativa. Estudió la carrera eclesiástica, toda o parcialmente en el Seminario de la ciudad de nacimiento. Poco después de concluida alcanzó por oposición una canonjía en el arzobispado de Granada, en el que, además, asó a desempeñar en diciembre de 1909 el cargo de secretarios e Cámara y gobierno del arzobispo. En plena juventud todavía, a los cuarenta años, alcanzó en el mismo arzobispado el puesto de Dean. Con el cumplimiento de los deberes eclesiásticos alternó el de profesor de la Universidad Pontifica de la misma población.

Si dejación del más riguroso cumplimiento en ambas dedicaciones, su espíritu se fué formando con acentuación liberal, influido principalmente por la obra magnífica desarrollada en esa ciudad por el P. Andrés Manjón, fundador de las escuelas Ave María al aire libre para niños pobres. Así, su amor y piedad hacia as clases menesterosas le fueron llevando a la propagación con la palabra y la pluma de un mejor estado de justicia social, que él mismo ha sabido resumir en una frase evangélica: Todo es de todos. Sin salirse de sus prédicas y campañas de los limites autorizados dentro del catolicismo por San Francisco de Asis, el papa Leon XIII y el contemporáneo Stturazo, los ricos y privilegiados le fueron declarada una sorda y a veces descubierta enemistad, compensada con la adhesión cada vez más manifiesta de los humildes. Por esto, en las elecciones de diputados a las Cortes Constituyentes celebradas poco después de instaurada a República, en julio de 1931, salió electo diputado en la jurisdicción de Granada por el voto popular. Su conducta en las sesiones parlamentarias, aunque casi reducida a votar si o no, fue de una ejemplaridad histórica. Voto a favor de la separación de la Iglesia y el Estado, de la ley de divorcio y de otras leyes liberales, por convencimiento de que sólo por ese camino se podía llegar a un nuevo establecimiento de la paz social.

Esa actitud le valió por parte del arzobispado de Granada, probablemente estimulado por las clases reaccionarias,una dura amonestación con requerimiento a que se retractara de lo que constituía un escándalo entre los católicos españoles,aunque se tratara de problemas resueltos con el beneplácito de los demás católicos del mundo. Pero el deán y diputado mantuvo firme su postura, y el litigio entre el arzobispo y el deán concluyo como era de esperar que concluyera, con la exoneración de éste de su cargo en aquel Cabildo y, por si era poco, con el castigo de una excomunión dictada «por orden de la Congregación del Santo oficio de Roma”,en febrero de 1933. Tal castigo le conquistó una larga y estruendosa ovación al presentarse después por primera vez en el congreso de los Diputados.

Por entonces militaba políticamente en el partido Republicano Radical Socialista que, no obstante su ideario moderno y organización democrática, marcho con rumbo torcido por sus dirigentes hasta su disolución. Pasó después a Izquierda Republicana formada entorno a don Manuel Azaña, y en él desempeñó cargos directivos.