ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

MARTINEZ TORNER (Florentino)

Profesor y publicista contemporáneo, hermano de los tres reseñados anteriormente. Nació en Oviedo el 22 de agosto de 1894.

Siguiendo los designios de su más íntima vocación, después de los estudios elementales, emprendió la carrera de maestro en la Escuela Normal de Magisterio de la ciudad de nacimiento, carrera que prosiguió en todos sus grados, hasta el de profesor normal adquirido en la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio, de Madrid.

Con el propósito de pasar a los Estados Unidos a ampliar estudios de Pedagogía, en 1914 se trasladó a París, donde se encontraba su hermano Eduardo. En París le sorprendió la rotura de hostilidades de la Guerra Europea. Movido entonces por la exaltación que se apoderó de todos los hombres liberales ante el atropello cometido por los germanos contra la marcha pacífica de la civilización, se unió al hermano y otros artistas y escritores españoles y se alistó con ellos en el reclutamiento de voluntarios para la defensa de París. Pero tal empresa romántica no tuvo realidad, porque la realidad era que se encontraba sin recursos, cerradas las operaciones bancarias que le permitieran recibir fondos de la familia, y ambos hermanos regresaron a Oviedo en el último dispuesto para repatriación de españoles, no sin dejar en la fonda los equipajes como garantía de lo que adeudaban.

Impedido en su empeño de completar estudios pedagógicos en el extranjero, determinó seguir estudiando en Madrid. Después de completar los estudios de bachillerato, siguió la carrera de filosofía y letras en la correspondiente Facultad de la Universidad Central, que terminó con el título de licenciado en 1919.

Desde su asiento como estudiante en Madrid, en 1915, comenzó a dar muestras públicas de sus actividades de escritor, sólo ensayadas hasta entonces privadamente. Colaboró en varias publicaciones ovetenses y madrileñas. Uno de sus más importantes trabajos de esa época es una monografía geográfica de Llanuces, parroquia del concejo de Quirós, en Asturias, que publicó en la Revista de Geografía Colonial y Mercantil, de Madrid, y que vino a formar luego el número I de sus trabajos en volumen.

El mismo año de concluida la carrera de Filosofía y Letras, ingresó mediante oposiciones en el escalafón de profesores de Escuelas Normales (12 de julio de 1919), y pasó a formar parte del profesorado de la Palma de Mallorca, al que perteneció hasta 1922.

En ese tiempo llevó a cabo viajes por Francia e Italia, los primeros con la consideración de pensionado por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas de Madrid.

En 1922 se trasladó como profesor a la Escuela Normal de Huelva en la que prestó servicios de tal por espacio de cerca de diez años.

Fue esta época de mayor crecimiento y desarrollo de la personalidad de Florentino M. Torner. Con la función docente asoció la literaria sobre temas profesionales y publicaciones especiales como la Revista de Pedagogía y Nueva Educación, de Madrid, sin desatender otros estudios y temas diversos aparecidos en numerosas revistas menos especializadas, entre ellas, Verba, de Oviedo. Pero más importancia en este aspecto y como conferenciante tuvo su concurso a la organización sindical y obrera en la provincia de Huelva dentro de ideario socialista, en el que militó desde su nacimiento a la vida política. Figuró en dicha provincia entre los principales propulsores del socialismo, especialmente en los medios rurales. Como principal baluarte para apoyo de las reivindicaciones sociales fundó y dirigió algún tiempo en Huelva el periódico El Praternal, que llegó a tener una gran difusión, y en el que corrieron a su cargo los artículos doctrinales del reinado de Alfonso XIII, figuró en el comité provincial como uno de los miembros más destacados y laboriosos. Poco después de abortada la revolución, en diciembre de 1930, fue encarcelado y sujeto a proceso, en el que las conclusiones fiscales determinaban para él, para el también luchador socialista asturiano González Peña y otros elementos, la pena entre quince años de presidio y muerte.

Pendiente de sentencia el sumario, sobrevino el advenimiento de la República a consecuencia de las elecciones municipales del 12 de abril del año siguiente, y bajo el nuevo régimen fue puesto en libertad.

En las elecciones de diputados a las Cortes Constituyentes de la República, en julio de 1931, salió electo con la máxima votación en la candidatura de conjunción republicano-socialista por la provincia de Huelva, y durante los dos años largos que duraron esas Cortes prestó importantes servicios, especialmente en los silenciosos trabajos de las Comisiones parlamentarias, sobre todo en la de depuración de responsabilidades de los políticos y gobernantes monárquicos, en la que puso una actividad y un entusiasmo compartidos escasamente por los demás compañeros de trabajo. Esa ineficacia de sus desvelos amortiguó bastante su deseo de ocupar nuevamente puestos de mando y dirección, a los que habría de renunciar posteriormente, pero sin sentir flaquezas en sus ideas socialistas, abrazadas con la más firme convicción.

Poco después de proclamado diputado a Cortes contrajo matrimonio en Huelva (26 de agosto de 1931), y trasladó su residencia a Madrid. En desenvolvimiento paralelo a sus actividades políticas alcanzó por oposición en 1932 una de las cuatro plazas de inspector general o central de Instrucción Pública creadas por el ministerio del ramo. Desempeñó este destino hasta 1935, en que un gobierno reaccionario, dedicado a destruir cuanto la democracia había creado, cometió con Florentino M. Torner uno de los innumerables atropellos cometidos entonces, dejándole cesante por la encubierta causa de tratarse de un socialista militante. Torner se vio obligado entonces a aceptar una plaza de profesor en la Escuela Normal del Magisterio, de La Coruña, que desempeñó hasta que el triunfo electoral de todos los partidos populares en febrero de 1936 derrumbó el entronizamiento de la reacción en la República y pudo regresar a Madrid, restituido en sus funciones de inspector central.

Ni las actividades políticas ni las funciones profesionales le han impedido en ese tiempo dedicarse a sus tareas favoritas de investigador y escritor sobre temas desinteresados y puramente culturales, fruto de los cuales han sido los dos volúmenes anotados con los números II y III, el último de los cuales constituye poco menos que una revelación, por lo olvidada que estaba la clásica escritora a que el libro se dedica.

Obras publicadas en volumen:

I.- Llanuces. Monografía geográfica. (Madrid, 1917; opúsculo; trabajo publicado antes en la Revista de Geografía Colonial y Mercantil, tomo XIV)

II.- La enseñanza del idioma. Bases para su metodología. (Madrid, 1935)

III.- Doña Oliva Sabuco de Nantes. (Madrid, 1935; estudio biográfico-crítico y antología, publicado en la Biblioteca de la Cultura Española).