Escritor contemporáneo de formación autodidacta dentro del ideario socialista. Nació en Luarca el 25 de marzo de 1898 hijo de humildes jornaleros, que no pudieron propocionarle ni una mediana instrucción primaria. A partir de los ocho años de edad tuvo que librar la lucha por el sustento cotidiano, para lo que empezó como aprendiz de pintor de brocha gorda.
La ilustración que otros, por haber nacido en hogar de abundancias le usurpaban sin ningún otro derecho, la tuvo que ir adquiriendo casi desde las primeras letras, gracias a su despierta inteligencia y amor al estudio de que carecían muchos de los usurpadores.
Su extraordinaria afición desde niño a la lectura de cuanto caía en sus manos le fue proporcionando cultura suficiente para redimirse del trabajo rudo emprendido. Andaba por los quince años cuando ya se atrevió a emular a los que le enseñaban desde los libros, y por entonces hizo sus primeros ensayos de escritor. Un año más tarde conseguía destino en una oficina, trabajo al que se viene dedicando desde entonces.
La nueva ocupación le situó en un plano en que le fue posible enriquecer con mayor facilidad su ilustración e ir conquistando más extensas estimaciones. A esto contribuyó grandemente su pluma, colaboradora desde entonces con fecundidad en los periódicos locales y comarcanos como La Voz de Luarca, La Semana Luarquesa, Luarca y Renovación, todos editados en esa villa; La Semana, de Navia; Juventud, de Castropol, y La Comarca, de Ribadeo.
Sin perjuicio del comentario a la actualidad, de la crítica, de la crónica puramente literaria y alguna vez la poesía, su pluma acometía preferentemente los temas de lucha que derivaran de un afán de mejoramiento social. Esta posición ideológica acabó por situarle en el campo de las reivindicaciones proletarias bajo el signo del socialismo, que le tuvo siempre aprestado a la defensa. En lucha con esta ideología universal ha vivido en su espíritu un fervoroso asturianismo, un gran amor a todo lo asturiano. Mientras lo primero llevó al escritor a colaborar con artículos doctrinales y de combate y con versos de catequesis revolucionaria en periódicos obreros, como El Despertador del Obrero, de Luarca; la revista El Soviet, de Gijón; La Aurora Social, de Oviedo, y otros, su asturianismo le dictaba crónicas saturadas de amor a la tierra natal que enviaba al Heraldo de Asturias, de Buenos Aires, Asturias, de la Habana, y otras publicaciones de fuera de la provincia.
Además de su verdadero nombre ha solido firmar sus escritos con seudónimos, algunos eventuales. Entre los de mayor uso figuran Juan Verdades, Parra y Un Pesquito.
Cuando la revolución de Octubre de 1934, sostenida en Asturias principalmente por los mineros, David Méndez fue encarcelado por ponérsele complicado en ese movimiento. Después de algún tiempo de prisión se le puso en libertad por no haberse comprobado su participación en los sucesos.
