Militar y escritor, hermano del reseñado anteriormente. Nacido en Gijón el 25 de febrero de 1851, hijo de don Esteban y de doña Josefa de esos respectivos apellidos.

Nada sabemos de su vida hasta que declarado soldado en setiembre de 1871 pidió en el mes siguiente que se le destinara como voluntario a la guerra que se sostenía entonces con los insurrectos cubanos. En Cuba prestó servicio en el Cuerpo de Infantería. Tomó parte en algunos hechos de armas y mereció varios ascensos.

En 1875 regresó a España por enfermo y permaneció aquí algo más de un año. En 1877 volvió a la campaña de Cuba, y tuvo ocasión de conseguir por méritos de guerra el ascenso a alférez en noviembre de 1879. Dos años después solicitó y obtuvo la licencia absoluta del ejército regular.

En estos últimos años, si no antes, comenzó a enviar colaboraciones a varios periódicos habaneros, entre ellos El Heraldo de Asturias; también escribió para la Ilustración Gallega y Asturiana, de Madrid. Algún tiempo después residió en Caibarién, donde dirigió el periódico El Faro. Residiendo más tarde en Cárdenas fué presidente del Casino Español y dirigió el Diario de Cárdenas por los años de 1890 al 96; también publicó aquí los dos trabajos en volumen que se anotan luego. En 1896 trasladó su residencia a Cienfuegos, donde continuó su dedicación al periodismo, como director de Las Villas, primero y del Diario de Cienfuegos, después. En noviembre de 1898 se repatrió definitivamente. De su vida después de repatriado sólo hemos podido averiguar que se le nombró en abril de 1904 delegado en Asturias de la Asamblea de la Cruz Roja Española.

Obras publicadas en volumen:

I.—El submarino Peral. (Cárdenas, 1890).

II.—Cartilla del voluntario. (Cárdenas).

Referencias biográficas:

Anónimo.—Los asturianos en Cuba: Don Alejandro Menéndez Acebal. (En El Carbayón, Oviedo, diciembre de 1891).