ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

MENENDEZ MARQUES DE AVILES (Pedro).

Marino del siglo XVII, explorador y conquistador. Uno de los navegantes más famosos de esa centuria nacidos en suelo asturiano; acaso el más culto de todos, a juzgar por sus escritos, inéditos y apenas conocidos, que se guardan en el Archivo de Indias, de Sevilla. Su gloria, como la de Pedro Menéndez de Avilés, Esteban de las Alas, Diego Flórez de Valdés y otros, se cimenta en la conquista y gobiernos de La Florida, empresa llevada a cabo casi exclusivamente por asturianos y dirigida por el primero de los que mencionados quedan.

Se le supone nacido en Avilés, y es lo más probable, en cuanto a fecha nadie se atrevió a fijarla ni aproximadamente, salvo Ruidiaz y Caravia que en su obra La Florida la fija cuando finalizaba el primer tercio del siglo XVI.

El citado autor sitúa el primer hecho histórico conocido de este navegante en el año 1557. Se trata de un episodio infortunado que “lejos de amenguar su fama de marino inteligente y animoso, contribuyó a acrecentarla”; era maestre de un navío que regresaba de Ultramar con rico cargamento; el buque fué sorprendido a la altura del cabo Santa María por una escuadra francesa; Pedro Menéndez se defendió como un héroe; pero sin gobierno su nave y acribillada a balazos, acosado y abrumado por la muchedumbre de sus enemigos…, sucumbió y fué hecho prisionero y conducido a Francia”.

En años anteriores y posteriores a esa fecha participó en navegaciones y luchas con piratas en escuadras mandadas por su tío Pedro Menéndez de Avilés, quien al marchar en 1565 a la conquista de La Florida cuenta muy especialmente con su concurso.

Después de varias vicisitudes corridas durante el viaje la expedición de Menéndez de Avilés en la que Menéndez Marqués “era miembro destacadísimo” llegó a las costas de La Florida. Se hizo un primer desembarco cerca de la desembocadura de los Delfines el día 28 agosto de 1565, festividad de San Agustín, nombre que se dió al primer baluarte levantado por la expedición y que aún lleva la población establecida en ese sitio.

Desde entonces la vida de Menéndez Marqués queda muy vinculada al territorio conquistado: participa en las incursiones tierra adentro, en el reconocimiento y fortificación de otros lugares costeños, en las luchas contra los corsarios y también en el exterminio de los protestantes calvinistas o hugonotes franceses allí establecidos años antes.

Probablemente la fragata El Aguila de la que algún tiempo fué capitán y piloto, se construyó en La Habana bajo su dirección, y de esa experiencia habrá sacado los motivos para redactar un informe —lo más antiguo que se conoce de su pluma— enviado por entonces al Consejo de Indias bajo el título de Representación sobre la fábrica y aderezo de los galeones y las ventajas que resultan de hacerlos en La Habana y no en España.

Más tarde y hasta 1572 estuvo al frente del gobierno de la isla de Cuba, cargo que desempeñó con celo y acierto extraordinarios, como lugarteniente de Pedro Menéndez, que era el gobernador efectivo.

A la acción juntaba Pedro Menéndez Marqués el estudio de las cuestiones inherentes a su cometido. Durante el tiempo de su gobierno en Cuba efectuó en compañía de Pardo Osorio el estudio de las corrientes marinas entre esa isla y La Florida, de lo que fué fruto la más antigua carta marina de esa zona del Atlántico.

Ya bien acreditado de gobernante, el tío le nombró en 1573 gobernador de La Florida. También, como en Cuba, buscó campo a las dedicaciones de exploración científica en el reconocimiento de las costas floridanas con cuatro navíos y ciento cincuenta hombres, de lo que dejó testimonio en el manuscrito Descripción de la Virginia y de La Florida,

Su personalidad cobra por esta época un gran auge. Es nombrado capitán general de la provincia de La Florida y a la muerte de su tío, en 1574, se le ratifica en la posesión del título heredado de Adelantado Mayor de ese mismo territorio. En 1577 fué ascendido a la categoría de almirante de la Armada de Indias. Con la categoría de teniente general prestó servicios en la flota mandada por el capitán general don Cristóbal Eraso. Su cargo de gobernador y contador de La Florida duró hasta el año 1586 y fué bastante copioso en sucesos, ataques frecuentes de corsarios y calamidades interiores.

Desde poco después de la muerte de su tío parecía desatada contra él cierta solapada persecución, que tenía el origen en la Casa de Contratación de Sevilla, madriguera de todos los desmanes, de la que apenas se libró ninguno de cuantos tomaron parte brillante en las exploraciones Y conquistas americanas del siglo XVI.

“Entre sus importantísimos servicios y las reclamaciones de la Casa y Contratación, que parecen totalmente desprovistos de equidad, ni el rey ni los otros importantes organismos oficiales supieron tener en cuenta lo primero contra lo segundo, con notoria injusticia. Le fueron planteadas reclamaciones a título de malversador de fondos, cundo era el Tesoro quien le adeudaba crecidos emolumentos. Otra reclamación fué la formulada por el visitador del rey en La Florida, en 1576, del numerario percibido por el tío con ciertos tributos creados por éste en Tierra Firme. Más tarde se le exigieron diez mil ducados en barras de oro, a título de deuda contraída por el tío con el Erario. Y en nombre del Erario, esquilmador entonces de sus servidores, se le habría dejado desnudo”.

Esos pleitos no interrumpieron sus servicios al rey y a la nación, al punto de encargársele del mando supremo de la armada y flota de Tierra Firme. Perdió la vida a manos de los indios en un desembarco hecho en tierras todavía insumisas de La Florida, en el año 1592, dato que, por errata, se anota en 1692, un siglo exactamente después en la obra La Florida del citado Eugenio Ruidíaz y Caravia.

Ni la muerte bastó para aplacar las apetencias del Tesorero público. Se le embargo cuantas cosas poseía en el viejo y en el Nuevo Mundo; por lo que se refiere a sus bienes en España fueron incluidos en el embargo hasta los de su mujer, doña Mayor de Arango, situados en Pravia y aportados al matrimonio en 1565 por dotación de su padre don Luis González de Oviedo, regidor de la ciudad de su segundo apellido.

Obras inéditas:

—Representación sobre la fábrica y aderezo de los galeones y las ventajas que resultan de hacerlos en La Habana y no en Es pa (MS. en el Archivo de Indias de Sevilla).

—Descripción de la Virginia y de La Florida. (MS. ídem).

—Reconocimiento de la costa oriental de La Florida. (MS. de1573, extraviado, del que hay referencias y citas en la obra Ensayo cronológico para la historia general de La Florida, de Gabriel Cárdenas).

—Carta dirigida al rey dando cuenta de su viaje, desde su salida de Vizcaya hasta su llegada a La Habana, recorriendo las islas de barlovento en busca de corsarios. (MS. fechado en La Habana a 1 de julio de 1574, del que existe una copia en el archivo de la Dirección Hidrográfica).

—Solicitud a su general don Cristóbal Eraso, pidiéndole dos fragatas y cuarenta hombres para repasar el fuerte de Santa Elena.(MS. fechado en La Habana a 15 de julio de 1577, en el Archivo de Indias de Sevilla).

—Carta al rey dando cuenta del apresamiento de un corsario francés en el puerto de San Mateo, y de acontecimientos sucesivos con otros navíos de la misma nación. (MS. fechado en San Agustín de La Florida a 15 de octubre de 1580, en idem).

—Carta refiriendo la llegada del corsario Francisco Drake, con veintitrés navíos gruesos y diecinueve pequeños: su ataque al fuerte de San Agustín, su retirada por la resistencia que se le hizo y repetición del ataque por habérsele pasado dos españoles que le dijeron la poca gente que había en el fuerte del cual al fin se apoderaron y saquearon, (MS, fechado en La Florida a 17 de junio de 1586, en idem).

—Relación que dió al Consejo Real de las Indias el año de 1589 sobre lo tocante al socorro y conservación de La Florida. (MS. de la fecha indicada, en ídem).

Referencias biográficas:

Suárez (Constantino).—Asturianos de antaño: Pedro Menéndez Marqués. (En el Diario de la Marina, Habana, 1933).