ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

MENENDEZ PIDAL (Ramón).

Ha dicho F. de Figueiredo que “dos hombres solicitan la atención mundial dentro de la cultura española contemporánea: Don Santiago Ramón y Cajal, en las ciencias de la naturaleza, y don Ramón Menéndez Pidal, en las ciencias del espíritu”. Hay en este aserto una evidente injusticia al poner en olvido otros valores también universales pero es indudable que, muerto Ramón y Cajal, ningún otro nombré español, entre los vivos, ha traspasado más fronteras geográficas y espirituales; más aún: los trabajos de investigación científica en las ciencias del espíritu no han tenido en España hasta Ramón Menéndez Pida una alta e indiscutible personalidad reconocida en el extranjero como maestro de maestros.

Ya en 1902 escribía Menéndez y Pelayo que “la diferencia qué media entre la retórica y el conocimiento positivo es la que separa los austeros trabajos del señor Menéndez Pidal de aquellos otros, fáciles y amenos, que en nuestras mocedades se decoraban con el nombre de crítica. En pocos años y con publicaciones a primera vista fragmentarias y aisladas, ha transformado el aspecto de la Edad Media española, ha herido y penetrado dificultades y problemas que no se sospechaban antes de él, ha comenzado a resucitar un mundo épico, ha combinado y soldado formas de arte que hasta ahora aparecían desligadas, ha dado luz al caos de nuestra primitiva historiografía y al de los orígenes poéticos, y ha sometido a severo y escrupuloso examen lexicográfico, gramatical, histórico, los más antiguos y venerables documentos del hable castellana”. Cerca de siete lustros van transcurridos desde entonces y la verdad de estas palabras de don Marcelino se ha hecho con el paso de tiempo más clara y de más bulto.

Conviene advertir para quien no esté enterado de ello que labor de Menéndez Pidal no es la de un simple archivero de conoimientos más o menos profundos y más o menos útiles, como lo es la de tantos y tantos eruditos. “Lo que vale más en la obra de Menéndez Pidal —dice José Ortega y Gasset—, no es la infatigable exploración ni cúmulo de saberes. Si no hubiese en ella más que esto, no merecerlé con la pureza que lo reclama, el divino título de ciencia. Ciencia no es erudición, sino teoría. La laboriosidad de un erudito empieza a ser ciencia cuando moviliza los hechos y los saberes hacia una teoría. Para esto es menester un gran talento combinatorio, compuesto en dosis compensadas de rigor y de audacia. Este es, a mi juicio, el don ejemplar de nuestro Pidal, hazañoso y mesurado a un tiempo bajo su barba florida, que empieza ya a acendrarse en buena plata. Esto, esto es lo que le eleva por encima de cuantos cultivan hoy en España los estudios históricos, lo que hace de él el más grande romanista entre los vivientes”.

De no menor trascendencia que la enorme labor de investigación personal es la que va dejando en la cátedra y en los centros de trabajo formando numerosos y valiosos discípulos, creando una escuela cuya aportación a la historia de la cultura española es ya muy considerable Al igual que Juan, Ramón Menéndez Pidal tampoco ha nació en Asturias, ya que la profesión de magistrado ejercida por el padre sólo permitía al matrimonio don Juan Menéndez y Fernández Cordel y doña Ramona Pidal Pando, residir en la región donde ellos habían nacido las temporadas veraniegas, que solían pasar en Pajares (Lena) Ramón Menéndez Pidal nació en La Coruña el 13 de marzo de 1869, y no en Madrid, como circula en algunas obras. Pero no es ni gallega aunque en Galicia haya nacido, ni madrileño, porque sea Madrid lugar donde ha residido la mayor parte de su vida. Es asturiano, con más títulos que muchos nacidos en tierra astur, no sólo por su ascendencia y por haber formado su espíritu en Asturias, sino porque Asturias es de todas las tierras españolas la más amada por él, considerándose sí mismos como asturiano.

Estudió el bachillerato en Oviedo y Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad Central, estudios que amplió luego en Tolosa (Francia). Quedó graduado de doctor en la última de esas disciplinas y en dicha Universidad en el año 1893. Contaba ya veintiseis años cuando se reveló públicamente como escritor (1895) desde la Revista Crítica de Historia y Literatura Españolas, de Madrid.

Un año después consolidaba su reputación con la obra La leyenda de los infantes de Lara, por laque la Academia de la Historia le concedió el “Premio Caballero” y la crítica nacional y extranjera le prodigó alabanzas, contándose entre otras las de Marcelino Menéndez y Pelayo, A. Morel Fatio, Gastón París y Morf.

Sus primeros trabajos docentes los desarrolló en la Escuela de Estudios Superiores fundada y sostenida por el Ateneo madrileño, en la que fué profesor en dos cursos: desde 1896 al 97 explicó orígenes de la lengua castellana y en 1898-99, La leyenda del Cid en la Edad Media.

El 21 de diciembre de este último año ingresó en el profesorado oficial, tras brillantes oposiciones, para explicar la cátedra de Filología románica en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central, que continúa regentando en la actualidad (1936). Meses después de su ingreso en el profesorado, en mayo de 1900 contrajo matrimonio con doña María Goyri, a quien había conocido por la coincidencia de aficiones y que luego ha venido a ser una excelente colaboradora del ilustre investigador.

El 19 de octubre de 1902 leyó el reglamentario discurso de ingreso en la Academia de la Lengua, a la que desde entonces viene prestando valiosísimo concurso, acrecido desde que fué elevado en 1925 a la presidencia de la misma, desempeñada no sólo con la eficacia de su labor, sino con el empeño constante de remozar las normas y las tareas académicas mediante el ingreso de gente joven, bien adiestrada en la investigación.

Algo después, en diciembre de 1904, le fué confiada una importante y delicada misión de carácter internacional, escasamente afín a sus disciplinas, pero adecuada a la ponderación y ecuanimidad que le han distinguido siempre. Un litigio sobre delimitación de fronteras en la región del Napo había puesto sobre las armas a Perú y Ecuador. Ambos países, antes de romper las hostilidades, convinieron en acudir como árbitro al rey de España, Alfonso XIII. En representación de éste, como comisario regio, pasó Menéndez Pidal a América a intermediar entre los comisionados de los Gobiernos de Quito y Lima, y fué tal su acierto que a los pocos días se firmaba en la última ciudad un convenio (fechado el 29 de enero de 1905) que evitó la guerra.

Ni sus actividades de catedrático y académico. ni sus ocupaciones de investigador y publicista le mantuvieron alejado de los movimientos intelectuales que persiguieran la elevación y el prestigio de la cultura española; vale de ejemplo la participación tomada en la cruzada de Extensión Universitaria desarrollada por el Ateneo de Madrid, en la que colaboró en 1905 con una reveladora conferencia acerca de La poesía popular: sus épocas y diversos géneros.

Con otros prestigiosos intelectuales contribuyó a la fundación en 1907 de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas de la que pasó a ser miembro bajo la presidencia de Santiago Ramón y Cajal. A esta Junta, el más alto y fuerte enlace con el progreso científico universal y creadora de beneméritos centros de trabajo intelectual y de enseñanza, ha venido consagrando desde entonces Menéndez Pidal sus mejores afanes e iniciativas.

Entre éstas cuentan: la organización de Cursos de Verano para extranjeros; la creación en 1910, bajo su presidencia, del Centro de Estudios Históricos, que abarca numerosas secciones de investigación científico-literaria y artística, de una de las cuales, la de Filología, es, además, director; la fundación en enero de 1914 y dirección desde entonces de la Revista de Filología Española, de crédito mundial en los centros de investigación en esa disciplina; la presidencia del Comité directivo de la Residencia de Estudiantes, fundada en 1914; la fundación de un centro de enseñanza modelo en 1916, que se denominó Instituto-Escuela; y últimamente, en 1932, la organización y presidencia de la Universidad Internacional de Verano, instalada en lo que fué palacio real de Santander.

Aunque abrumadora la cantidad de labor acumulada sobre él en «la Junta para Ampliación de Estudios y en instituciones filiales, además de las tareas de catedrático, académico y publicista, ha encontrado tiempo para desempeñar comisiones y cargos de carácter oficial. Figura entre las primeras el que se le comisionara en enero de 1911 por tel Gobierno para estudiar la institución en Roma de una Escuela española dedicada a estudios históricos y arqueológicos; entre los segundos cuenta la designación de miembro del Consejo de Instrucción Pública en marzo de 1913. En época más inmediata —1932— le ha sido conferida la presidencia de la Junta de Relaciones Culturales.

Otras atenciones similares vinieron también a reclamar su siempre generosa aportación. La Academia de la Historia le dió ingreso como académico numerario en mayo de 1916 y el Ateneo le elevó a la Presidencia, que estuvo a su cargo desde 1919 hasta 1921.

Entretanto, el catedrático llevó en diferentes momentos sus actuaciones fuera de España. La primera de ellas, en 1909, a la Universidad de Baltimore, donde ocupó la cátedra de Poesía, fundación de Turnbull; con motivo de este viaje se le invitó por la Hispanic Society of América a ocupar una cátedra en la Universidad de Columbia, donde pronunció dos conferencias sobre El romancero español, Al instituirse en la Universidad de Buenos Aires la Cátedra Menéndez y Pelayo por la Institución Cultural Española para que la regentara cada año un profesor español, fué inaugurada por Menéndez Pidal, que desarrolló un curso de conferencias; entre los honores y agasajos recibidos en este país figura la recepción pública (número XXI) en el Colegio Nacional “Mariano Moreno”, Otra más de sus actividades en Universidades extranjeras fué la conferencia pronunciada en la de Oxford (número XXX) el 26 de junio de 1922.

Desde su incorporación al claustro de profesores de la Universidad Central y a la Academia de la Lengua, su pluma se ha mostrado de una considerable fecundidad, desusada en disciplinas de tan lenta producción como las por él seguidas. Tan fundamental resulta su estudio destinado a una revista o a un periódico.—Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Boletines de las Academias de la Historia y de la Lengua, La Lectura, Revista de Filología Española, Cultura Española, Revista de Libros, Revista de Occidente, todas publicaciones madrileñas; Diario de Barcelona y Revista Quincenal, también de Barcelona; Bulletin Hispanique, Révue de Dialectologie Romane y Révue International de Penseignement, francesas; la italiana Studi Medievali; la alemana Archiv fúr das Studium der Neueren Sprachen und Literaturen y Otras varias— como el publicado en volumen.

Entre sus obras en volumen destacaremos algunas: el Manual elemental de Gramática histórica española, muy encomiado por críticos Y profesores extranjeros como Morel-Fatio, Staaff y Wallenskóld y que ha alcanzado varias ediciones; Primera crónica general de España (número XIII), también acogida elogiosamente por la crítica nacional : extranjera. Pareja importancia revisten: L’Epopée castillane travers la littérature espagnole; Poema del Mío Cid, con estudio preliminar e ilustraciones; Documentos lingüísticos de España Poesía juglaresca y juglares; Orígenes del español; El idioma español en sus primeros tiempos; El romancero: teorías e investigaciones, o Culminación de labor tan importante para el conocimiento del medievo español vino a ser la obra La España del Cid (número XXXIX), publicada en 1929. Las más ilustres plumas españolas y extranjeras acogieron la aparición de dicha obra como un acontecimiento en la literatura historia de España. Libro “pieno di osservazioni alcune geniali”, di Ezio Levi; “difícil es que nuevos hallazgos desvirtúen en lo esencial silueta histórica del Cid trazada de modo magistral —escribió Ballesteros Beretta— en el libro que examinamos. Obras de este fuste, p desgracia, sólo se producen una o dos a lo más cada cincuenta años.

Dos empresas excepcionales ocupan desde hace algún tiempo A extraordinaria actividad del publicista. Es una de ellas la dirección « una monumental Historia general de España con la colaboración de calificados tratadistas y que ha comenzado a publicarse en grandes tomos te tamaño folio; es la otra la preparación de un completo Romace español, para el que le presta colaboración en la parte musical el musicógrafo asturiano Eduardo Martínez Torner.

Por lo que se refiere a esa labor de acopio y reconstrucción « la vieja poesía popular española nos decía Menéndez Pidal en entrevista de 1922: “Mi predilección de investigador está en el conocimiento de las fuentes de nuestro idioma. Es una cantera muy poco explotada y riquísima. Tanto en la literatura del primitivo castellano como romances y coplas centenarios y anónimos hay un caudal enorme valores filológicos e históricos, a cuyo estudio se ha prestado pequeña atención hasta que mis inclinaciones tomaron ese rumbo. Yo he recorrido media España con el exclusivo empeño de recoger de labios del pueblo romances transmitidos de generación en generación a través de los siglos. Por cierto que hasta mi viaje de novios lo aproveché con este fin y el de recorrer el itinerario del Cid; ocurriéndome que en la fonda donde nos hospedábamos en Burgo de Osma recogí de labios de una lavandera aquel célebre y casi perdido romance referente al infante don Juan, hijo de los Reyes Católicos, lo cual referí en letra impresa como una de tantas impresiones de viaje. Tiempo después, y olvidado yo de este menudo suceso, hubo de proporcionarme una íntima satisfacción el recibir una carta del sabio inglés Ker, catedrático de la Universidad de Oxford, en la cual me transmitía la noticia de que sus discípulos conocían a la lavandera colaboradora en mis investigaciones”, Entre los honores y homenajes recibidos por Menéndez Pidal en España como premio de sus merecimientos reclama especial mención el que le rindió la intelectualidad española (a la que se asociaron no pocos intelectuales extranjeros) con motivo de sus bodas de plata como catedrático; consistió el homenaje en la publicación de una obra en tres tomos de tamaño cuarto, impresa en 1925 bajo el título de Homenaje ‘ ofrecido a Menéndez Pidal. Miscelánea de estudios lingüísticos, literarios e históricos.

La mayor cantidad de honores le ha llegado del extranjero. Muchas Universidades han tenido a gala incorporarle a sus claustros: la de Chile le nombró miembro honorario en 1914; después le confirieron el título de Doctor honoris causa las siguientes: Toulouse y Hamburgo (1921), Oxford (1922), Tubinga (1923), la Sorbona (1924), Lovaina (1927) y Bruselas (1932). Otro tanto han hecho Academias y Corporaciones científicas y literarias. Le han mombrado miembro ,correspondiente, entre otras: Hispanic Society of América (1905), Reale Accademia dei Lincei (1914), Academia das Sciencias de Lisboa (1916), American Academy of Arts and Sciences (1917), Reale Accademia della Crusca (1919), Britih Academy (1920), Institut de France (1921).Góteborgs Kunkl Vetenskaps och Vitterhets Samhálle (1922), Académie Royale des Sciences, des Lettres et des Beaux-Arts de Belgiq ue (1925), Reale Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti (1928) y Academia Real de Ciencias de Estocolmo (1931). Es además miembro o: morario de la Modern Language Association of América (1911) y presidente de la Société de Linguistique Romane (1928). Rematan esta larga serie de honores: la medalla de plata de Artes y Literatura concedida en 1913 por la Hispanic Society of America y la designación de Caballero de la Legión de Honor francesa en ese mismo año, Legión de la que se le confirieron los honores de Oficial en 1921 y de Comendador en 1930.

Obras publicadas en volumen:

L—La Leyenda de los Infantes de Lara. (Madrid, 18963 volumen en 4.2. Obra premiada con el “Premio Caballero” por la Academia de la Historia. Hay segunda edición: 1934). A

II.—Crónicas generales de España. Catálogo de la Real Biblioteca. Manuscritos. (Madrid, 1898; un volumen en 4.9; dos ediciones posteriores; 1900 y 1918.) A

III.—Poema del Cid. (Madrid, 1898; un volumen en 4.” ilustraciones; reeditado en 1900, 1903 y 1929).

IV.—Antología de prosistas castellanos. (Madrid, 1899).

V.—Notas para el romancero del Conde Fernán González (Madrid, 1899; folleto en 4º; publicado también en el tomo 1 de la obra: Homenaje a Menéndez Pelayo: Estudios de erudición española).

VI.—Notas sobre el bable hablado en el concejo de Lena. (Gijón, 1899; folleto; trabajo incluído también en el tomo Il, Gijón, 1897, de la obra Asturias, dirigida por Octavio Bellmunt y Fermín Canella y Secades).

VII.—Un nuevo romance fronterizo. (Génova, 1900; opúsculo incluído también en la obra Homenaje a Almeida Garret). a

VIII.—“El condenado por desconfiado”, de Tirso de Molina, (Madrid, 1902, discurso de ingreso en la Academia de la Lengua.).

IX.—La leyenda del abad don Juan de Montemayor. (Dresde, 1903, folleto.)

X.—Sobre Alhuacaxi y la elegía árabe de Valencia. (Zaragoza 1904; opúsculo en 4.9; publicado también en la obra Homenaje a don Francisco Codera).

XI.—Manual elemental de Gramática histórica española. (Madrid, 1904; un volumen en 8.%; reeditado en 1905, 1914, 1918 y 1925).

XII.—Sufijos átonos en español. (Halle, 1905; opúsculo en incluído en orígenes del Español, edición de 1926.).

XIII.—Primera “Crónica general de España” que mandó componer Alfonso el Sabio y se continuaba bajo Sancho IV en 1289. (Madrid, 1906; un tomo en 4º, el V de la “Nueva Biblioteca de Autores 1 pañoles”).

XIV.—Cantar de Mío Cid. (Madrid, 1908-11; tres tomos en 4º texto, gramática y vocabulario; obra premiada por la Academia de 1 Lengua.)

XV.—Romance del nacimiento de Sancho Abarca. (París, 19 opúsculo en 4.2; publicado también en Mélanges de Philologie roman et de historie littéraire offerts a M. Maurice Wilmotte).

XVI—L” Epopée castellane a travers la Littérature Espag ol París, 1910; un volumen en 8.9; conferencias pronunciadas en ma y de 1909 en la Universidad de Baltimore; traducción de Henri M ón mée.).

XVII—-El romancero español. (Nueva York, 1910; un volumen en 4º; conferencias pronunciadas los días 5 y 7 de abril de 1909 en la Universidad de Columbia).

XVI. —Edición paleográfica del Cantar de Mío Cid. (Madrid, 1911; un volumen en 4º)

XIX.—Poema del Mío Cid. (Madrid, 1913; un tomo en 8.9, el 24 de la colección de Clásicos Castellanos).

XX.—Cancionero de romances impreso en Amberes sin año.(Madrid, 1914; edición en facsimil, en 8º, con un estudio preliminar).

XXI.—Discurso de recepción pública en el Colegio Nacional “Mariano Moreno”. (Buenos Aires, 1914; opúsculo en 8º).

XXI.—El Cid. Romances viejos. (Madrid, 1915; folleto en octavo con ilustraciones de A. Vivanco, en la colección Libros de Horas).

XXIII.—La “Crónica general de España” que mandó componer el rey Alfonso X. (Madrid, 1916; discurso de ingreso en la Academia de la Historia).

XXIV.—“La serrana de la Vera”. (Madrid, 1916; un volumen en 8º; estudio de la obra de ese título, de Luis Vélez de Guevara; en colaboración, con María Goyri de Menéndez Pidal. Publicado en la colección Teatro Antiguo Español: Textos y Estudios del Centro de Estudios Históricos).

XXV.—Documentos lingüísticos de España: 1: Reino de Castilla, (Madrid, 1919; un volumen en 4º).

XXVI.—La primitiva poesía lírica española. (Madrid, 1919; discurso pronunciado como presidente del Ateneo en la apertura del curso 1919.20.)

XXVII—Estudios literarios. (Madrid, 1920; un volumen en 8º).

XXVIII.—Un aspecto de la elaboración del “Quijote”. (Madrid, 1920; discurso como presidente del Ateneo en la apertura del cu so 1920-21; reproducido en el mismo año por la revista La Lectura y reeditado en volumen en 1924).

XXIX.—El Cid en la historia. (Madrid, 1921; folleto en 8.9),

XXX.—Poesía popular y poesía tradicional en la literatura española. (Oxford, 1922; conferencia en la Universidad de Oxford € 26 de junio de ese año).

XXXI.—Poesía juglaresca y juglares. (Madrid, 1924; un tomo en 8º.).

XXXII—El rey Rodrigo en la Literatura. (Madrid, 1924; en volumen en 8.9; estudio publicado también en el Boletín de la Academia de la Lengua).

XXXIII. —Floresta de leyendas heróicas españolas. (Madrid 1925-26-28; tres tomos en 8º. en la colección de Clásicos Castellanos números 62, 71 y 84)

XXXIV.—Orígenes del español: Estado lingüístico de la Península Ibérica hasta el siglo XI. (Madrid, 1926; volumen en 4.ºc 18 mapas y 4 facsímiles; segunda edición en 1929).

XXXV.—Der Cid in der Geschichte. (Hamburgo, 1926; opúscl Il en 8º).

XXXVI.—El idioma español en sus primeros tiempos. (Madrid 1927; un tomo en 8.º resumen de la obra número XXXIV de la presente relación.)

XXXVII.—Flor nueva de romances viejos que recogió de la 1 edición antigua y moderna. (Madrid, 1928; un tomo en octavo con dibujos de F. Marco; una edición de 1933 con ilustraciones musica

de Eduardo M. Torner)

XXXVIII.—El Romancero: Teorías e investigaciones.. (Madrid 1928; un volumen en 8º)

XXXIX.—La España del Cid. (Madrid, 1929; dos volúmenes en 4.” y una carpeta con ocho mapas y un árbol genealógico; ilustraciones de P. Muguruza.).

XL.—Historicidad de la leyenda de los Infantes de Lara. (Madrid, 1929; opúsculo en 4º; trabajo publicado también en la obra Libro-homenaje a Goyanes).

XLI—Historia y epopeya. Madrid, 1934,)

Trabajos sin formar volumen:

1.—Altspanische glosen. (En la Revista Crítica de Historia y Litératura Españolas, Madrid, abril de 1895).

2.—Ueber den júdischspanischen dialekt, (En idem, junio de 1895).

3.—Hondureñismos. (En la Revista Crítica de Historia y Literatura Españolas, Portuguesas e Hispano-Americanas, Madrid, 1896).

4.—Dai romanzi di Castiglia. (En idem, ídem).

5.—Don Juan Manuel: El libro del cauallero et del escudero. La crónica complida. (En ídem, ídem; dos crónicas).

6.—Recueil des chartes de ‘ Abbaye de Silos y Histoire dy Abba ye de Silos. (En ídem, 1897).

7. —La penitencia del rey don Rodrigo. Origen probable de esta leyenda. (En ídem, ídem).

8.—El Poema del Cid y las Crónicas generales de España. (Er Révue Hispanique, París, 1898).

9.—Título que el Arcipreste de Hita dió al libro de sus poesía: (En Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Madrid, 1898.)

10.—“Disputa del alma y el cuerpo” y “Auto de los Reyes Magos”. (En ídem, 1900).

11.—Etimologías españolas. (En la revista Romanía, 1900).

12.—“Estantigua”. (En Révue Hispanique, 1900).

13.—“Historia de España y de la civilización española”. ( n | Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1900; comentario a la. o de ese título de Rafael Altamira).

14.—La satire de Jovellanos contre la mauvaise éducation le noblesse. Publiée par A. Morel-Fatio. (En ídem, 1900).

15.—Untersuchungenúber die “Proverbios morales”, von San de Carrión. (En Révue Hispanique, 1900).

16.—El espectáculo más nacional. (En El Español, 12 de diciembre de 1900).

17.—“Libro de buen amor”. Edición de J. Ducamin. (En Romania y en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1901).

18.—Biblioteque espagnole. 1: A. Morel-Fatio, Ambrosio de zar et Pétude de l’espagnol en France sous Louis XIII. II: Le diable predicateur. Comédie espagnole traduite par L. Rouanet. (En la Re: de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1901).

19.—“Estudos de Philologia mirandesa”. “ Esquisse d’une lectologie portugaise”. (En ídem, ídem).

20.—“Colección de autos, farsas y coloquios del siglo XVI publiée par L. Rouanet. (En ídem, ídem; dos crónicas).

21.—La biblioteca de San Pedro Pascual. (En el Bulletin Hispanique, 1902; reproducido por el Boletín de la Academia de la H ria, 1905).

22.—Ueber personennamen in den Ortsnamen Spaniens und Portugals. (En la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1902).

23.—Poema de Yucuf. Materiales para su estudio. (En í ídem.).

24.—Cataluña bilingúe. (En El Imparcial, Madrid, 15 de diciembre de 1902).

25.—El “Romancero” de Menéndez Pelayo. (En La Lectura Madrid, 1903).

26.—Gaston París. (En ídem, ídem).

27.—Trabajos sobre el dialecto aragonés. (En la Revista Aragón, Madrid, 1903).

28.—La Crónica general de 1404. (En la Revista de Archivos Bibliotecas y Museos, 1903).

29.—“Don Quijote” de Cervantes. (En ídem, ídem).

30.—Acerca de Cataluña bilingúe. Al señor D. Arturo Masriera.(En el Diario de Barcelona, Barcelona, 6 de enero de 1903).

31.—Al señor Massó Torrents. (En ídem, 20 de enero y 13 de febrero de 1903).

32.—Poem of the Cid. Edic. A. M. Huntington. (En La Lectura, 1904).

33.—El Poema del Cid en la edición de Archer M.. Huntington.(En idem, 1904).

34.—Más sobre fuentes del “Condenado por desconfiado”. (En Bulletín Hispanique, 1904, )

35.—Necesidad de una z especial para imprimir el castellano antiguo. (En Gutemberg. “Revista de las Artes Gráficas”, Madrid, 1904).

36.—“Poema de Fernán González”. Texto crítico con introducción, nota y glosario, de C. C. Marden. (En el Archiv fúr das Studium der Neueren Sprachen und Literaturen, 1905).

37.—Endecha de los judíos españoles de Tánger. (En la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1905).

38.—“Razón de amor con los denuestos del agua y el vino”.(En la Révue Hispanique, 1905; edición paleográfica).

39.—Serranilla de la Zarzuela. (En Studi Medievali, 1905. )

40.—Los romances tradicionales de América. (En la revista Cultura Española, Madrid, 1906).

41.—“To bite the dust”, and symbolical lay communion. (En idem, ídem).

42.—Las “z” y “c” del antiguo castellano, iniciales de sílaba, estudiadas en la inédita “Gaya” de Segovia. (En ídem, ídem).

43.—Vocabulario de refranes que juntó el maestro Gonzalo Correas. (En ídem. Ídem).

44.—Object-Pronouns in dependent clauses. (En ídem, ídem).

45.—“Orígenes de la novela”, too 1. “Autobiografías y memorias”, coleccionadas por M. Serrano y Sanz. “Sermones”, del Padre | Pr. Alonso de Cabrera, con un discurso preliminar de M. Mir. Comedias de Tirso de Molina”, colección ordenada por E. Cotarelo. (E idem, ídem).

46.—El dialecto leonés. (En la Revista de Archivos, Bibliote cas y Museos, 1906).

47.—Sobre los orígenes de “El convidado de piedra”. (En iden ídem).

49.—Tirso de Molina. (En idem, ídem). .

50.—Etude sur les pronoms abrégés en ancien espagnol. ( idem, ídem).

51.—Les Alixares de Grenade et le cháteau de Khaoua na (En ídem, ídem).

52.—I’Ancienne version espagnole de Kalila et Dimna. Ed C. G. Allen. (En ídem, ídem).

53.—Catálogo del romancero judio-español. (En ídem, idem).

54.—El libro de Alixandre. Edic. del manuscrito de París p A. Morel-Fatio. (En ídem, 1907).

55.—El prado de Valencia. Edition critique par H. M Srim (En ídem, ídem).

56.—La legénde de D. Juan. Son évolution dans la li rata des origines au romantisme. (En ídem, ídem).

57.—“Manuale di letteratura spagnuola”. (En ídem, ídem).

58.—Etudes de phonétique espagnole. (En ídem, ídem).

59.—New-Mexican Spanish. (En ídem, ídem).

60.—La Gaya o consonantes, capítulos de introducción a 1 edición crítica, por O. J. Tállgren. (En ídem, ídem).

61.—Libros de caballerías. Edic. de A. Bonilla San Martin ídem, ídem).

62.—“Fuentes para la historia de Castilla”. (En la Revista.Archivos, Bibliotecas y Museos, 1907).

63.—AÁ propósito de “La Bibliothéque du Marquis de Santillane”, por Mario Schiff. (En el Bulletin Hispanique, 1908).

64.—“Trois faits de Phonétique historique arabico-hispanigi (En Cultura Española, Madrid, 1908).

65.—“Orígenes de la novela”. Tomo HI. (En idem, idem).

66.—“Précis d’histoire de la Litterature espagnole”. (En ía ídem).

67.—Sprachgrenzen und grenzmundarten des valencianischen, (En la obra Primer Congrés Internacional de la Llengua Catalana, Barcelona, 1908).

68.—Castilla y León. (En La Lectura, Madrid, 1910).

69.—El Poema del Cid. (En ídem, ídem).

70.—Etude sur Pancien dialecte léonais d’aprés des chartes du XI siécle. (En la Révue de Dialectologie Romane, 1910).

71.—Contestación al Discurso de don Francisco Codera en la Academia de la Lengua. (Madrid, 1910; en el mismo volumen que el discurso).

72.—Algunas relaciones entre las leyendas moriscas y las cristianas, (En la obra Studes in honor of A. Marshall Elliott, Baltimore, 1911).

73.—El elemento histórico en el “Romanz dell Inffant García”.(En la obra Studi litterari e lingúistici dedicati a Pio Rajma, Florencia, 1911).

74.—El Poema del Cid. Valor artístico del Poema. (En Revista de Libros, Madrid, 1913).

75.—Essai sur les origines du Romancero. (En ídem, 1914).

76.—“Elena y María”. Poesía leonesa inédita del siglo XIII. (En la Revista de F. lología Española, Madrid, 1914, ).

77.—Cartapacios literarios salmantinos del siglo XV. (En el Boletin de la Academia de la Lengua, Madrid, 1914).

78.—Poesía popular y romancero (En la Revista de F llología Española, 1914. al 16; cinco crónicas). ;

79.—Observaciones sobre las poesías de Francisco de Figueroa, con varias composiciones inéditas, (En el Boletín de la Academia de la | Lengua, 1915; dos crónicas).

80.—Discurso leído en la reorganización de la Academia Chilena, correspondiente de la Real Academia Española. (En el Boletín de la Academia Chilena, Santiago de Chile, 1915),

81.—Lareinisch “baía” Hafen? (En *a Revista de F. llología EsE Pañola, 1915).

82.—Nota adicional al artículo de A. Morel-Fatio: “Un romance á retrouver”. (En idem, ídem).

83.—Quelques caractéres de la littérature espagnole. (En la Révue International de U’Enseignement, París, 1916).

84.—“La frontera catalano-aragonesa”. Estudi geográfico lingúistic. (En la Revista de Filología Española, 1916).

85.—Notas on the metre of the Poem of the Cid. (En idem, íde 0)

86.—Una nota a “La Celestina”. (En ídem, 1917).

87.—Cendales d’Adria. (En idem, ídem).

88.—Una poesía inédita de Fr. Luis de León. (En idem, íden).

89.—Dos sonetos inéditos de Fr. Luis de León. (En la Revist Quincenal, Barcelona, 1917; trabajo reproducido por Estudios Franciscanos en el mismo año).

90.—“Roncesvalles”. Un nuevo cantar de gesta español del siglo XIII, (En la Revista de Filología Española, 1917.)

91.—Autógrafos inéditos del Cid y de Jimena en dos dipoms de 1098 y 1101. (En idem, 1918).

92.—Sobre “Roncesvalles” y la crítica de los romances caro li gios. (En idem, ídem).

93.—El códice de San Pedro de Cardeña. (En el Boletín de Academia de la Historia, 1918).

94.—La lengua española. (En Hispania, California, 1918; Y bajo reproducido por La Lectura en el mismo año y en el primer f cículo del Instituto de Filología de la Facultad de Filosofía y Letras la Universidad de Buenos Aires, 1925).

95.—Acerca del término América Latina. (En El Sol, Madrid, de enero de 1918).

96.—The Term “Latin America”. (En Inter-América, Nuw York, 1918).

97.—Algunos caracteres primordiales de la Literatura españla (En el Bulletin Hispanique, 1918; trabajo reproducido por el Boletin la Institución Libre de Enseñanza, 1919. )

98.—Sobre las vocales ibéricas E y O en los nombres toponímicos (En la Revista de Filología Española, 1918. Recogido en el título número LVI del apartado anterior).

99.—Prólogo a la obra de Julio Casares Crítica efímera, (Madrid, 1918).

100.—Sobre las vocales e y o en la toponimia. (En la Revista Internacional de Estudios Vascos, 1920; contestación a una nota publicada el año anterior en esa revista por H. Schuchardt).

101.—Notas para el léxico románico. (En la Revista de Filología Española, 1920).

102.—Over een oudspaanse romance. (En ídem, ídem).

103.—“¡Par sant Esidro!”. (En idem, ídem).

104.—Sobre geografía folklórica. Ensayo de un método. (En ídem, ídem).

105.—Ultimos estudios cervantinos. (En ídem, ídem). A 106.—Prólogo a la obra La versificación irregular en la poesía castellana, de P. Henríquez Ureña, (Madrid, 1920).

107.—Prólogo a la obra La Oración y sus partes, de R. Lenz. (Madrid, 1920).

108.—Essai sur evolution de la prononciation du castillan depuis le XIVme. siécle d’aprés les théories des grammatriens et quelques Autres sources. (En la Revista de Filología Española, 1921, en colaboración con A. Castro).

109.—Sobre la traducción portuguesa de la “Crónica general de España de 1344”. (En ídem, ídem).

110.—El Cid y sus epitafios. (En La Epoca, Madrid, 5 de julio de 1921).

111.—Introducción al estudio de la lingúística vasca. (En la obra Cursos de Metodología y alta cultura: Curso de Lingúística, Barcelona, 1921).

112.—Advertencia. (En el tomo 1 de la Biblioteca Literaria del Estudiante, Madrid, 1922). .

113.—Prólogo de la obra Del folklore asturiano: mitos, supersticiones, costumbres, de Aurelio de Llano y Roza de Ampudia, (Madrid, 1922).

114.—Influjo del elemento vasco en la lengua española. (En Crónica del Tercer Congreso de Estudios Vascos, San Sebastián, 1923).

115.—Caracteres de la poesía juglaresca. (En la Revista de Occidente, Madrid, 1923).

116.—The legend of Rodrick, last of the visigoth kings and th Ermanarich cycle. (En la Revista de Filología Española, 1923).

117.—Relatos poéticos de las crónicas medievales. (En idem, idem)

118.—D. Ernesto Mérimée. (En ídem, 1924; estudio reproducido en Guía del Lector en ese mismo año).

119.—Los Infantes de Lara. (En El Castellano, Burgos, 6 d septiembre de 1924).

120.—“Farmalio”, “farmario”, “faramalla”. (En la Revista Filología Española, 1924).

121.—“Apodar”. (En ídem, ídem). a 122.—“Gañán”. (En ídem, ídem). ,

123.—Il Cantare del Cid. Introd., versione, note con due 4 pp: dici, a cura di G. Bertoni. (En ídem, ídem).

125.—Adición a “Priego”. (En ídem, ídem).

126.—Alfred Morel-Fatio. (En el Bulletin Hispanique, 1925.)

127.—Contestación al Discurso de ingreso en la Academia de Lengua de Eduardo Gómez de Baquero. (Madrid, 1925; en el mi volumen que el discurso).

128.—Carta-prólogo. (Al frente del libro Ensayos y discursos de crítica literaria hispano-europea, de A, Farinelli, Roma, 1925).

129.—Prólogo. (En la obra Primer of Spanish pronunciation, de Tomás Navarro Tomás y A. M. Espinosa, Chicago, 1925).

130.—El rey Rodrigo en la Literatura: Rodrigo en el te alemán, francés e italiano: 1831-1878. (En el Boletín de la Academia de la Lengua, 1925).

131.—Reincidiendo en “Los orígenes del español”. (En El 30 de diciembre de 1926; sobre un comentario de José Ortega y Gasset)

132.—Palabras en el homenaje celebrado en su honor al entregarle la obra Homenaje ofrecido a Menéndez Pidal en 6 de marzo de 1926 en el Centro de Estudios Históricos. (En la Revista: de Filología Española, 1926).

133.—Año y lugar del nacimiento del Cid. (En el Boletín de-la Academia de la Historia, 1926).

134.—El solar del Cid. (En la Revista de las Españas, Madrid, 1926). |

135.—De la vida del Cid. Notas sueltas. (En la Revista de Occidente, 1926).

136.—El Cid en Oviedo. (En El Carbayón, Oviedo, 26 de septiembre de 1926).

137.—Contestación al Discurso de ingreso de Vicente García de Diego en la Academia de la Lengua. (Avila, 1926; en el mismo volumen que el discurso).

158.—Contestación al Discurso de ingreso de Claudio Sánchez Albornoz en la Academia de la Historia. (Madrid, 1926; en el mismo volumen que el discurso).

139.—Prólogo a la obra Estampas de la vida de León durante el siglo X, de Claudio Sánchez Albornoz. (Madrid, 1926).

140. Don Adolfo Bonilla y San Martín. (En el Boletín de la Academia de la Lengua, 1926; un extracto en la Revista de Filología Española, el mismo año). |

141.—Don Manuel de Saralegui, (En ídem, ídem).

142.—Don Eugenio Sellés, (En ídem, ídem).

143.—Romances y baladas. (En el Bulletin of the Modern Humanities Research Association, 1927).

144.—Notas de Toponimia: 1, “Carumna, garonna”; 2, SufiJos átonos; 3, “Orna”. (En la obra Mélanges de Philologie et d’Hisloire offerts á M. Antoine Thomas par ses éléves et ses amis; París, 1927.

145.—Discurso. (En Hispania, California, 1927; leído en el Curso de verano para extranjeros del Centro de Estudios Históricos).

146.—Don Miguel Echegaray. (En el Boletín de la Academia de la Lengua, 1927).

147.—Don Daniel de Cortázar. (Engídem, ídem).

148.—Henri Mérimée. (En el Bulletin Hispanique, 1927; disCurso leído en la velada-homenaje del Institut Francais de Madrid).

149.—Baraja, barajón y barajuste. (En la obra Mélanges de Linguistique et de Littérature offerts a M. Alfred Jeanroy par ses é ves ses amis, París, 1928).

150.—Fecha del Fuero de León. (En el Anuario de Historia « – Derecho Español, Madrid, 1928).

151.—Don José Rodríguez Carracido. (En el Boletín de la Academia de la Lengua, 1928).

152.—España, eslabón entre Cristiandad e Islam. (En Philogisch-Philosophisch Studien, 1929).

153.—Prólogo a la obra O Poema del Cid, de A. López ie (Lisboa, 1929).

154.—Carta al Dictador. (En El Sol, Madrid, 2 de abril de 19 dirigida al general Miguel Primo de Rivera).

155.—Don Eduardo Gómez de Baquero. (En el Boletín de Academia de la Lengua, 1929).

156.—Realismo de la Epopeya española (En Humanidas es, Plata, 1930).

157.—Los “Estudos sobre o Romanceiro peninsular” de de Carolina. (En la obra Miscelánea de estudos em honra de*D. Cai 0 Michaélis de Vasconcellos, Coimbra, 1930).

158.—Etimologías españolas: Derivados españoles de ruina (En Modern Philologiv, 1930; número de homenaje a Karl Pietsh).

159.—Derivados españoles de “carácter”. (En Toad Memor Volumes, Nueva York, 1930-31).

160.—La “Danza prima” en Asturias. (En la revista La Esfera, Madrid, 13 de setiembre de 1930.).

161.—Discurso. (En el Diario de Burgos, 15 de octubre de. 9 en el homenaje tributado a Menéndez Pidal en Burgos por la Diputación provincial y el Ateneo).

162.—Discurso. (En el diario La Voz, Madrid, 24 de noviembre de 1930; pronunciado en la inauguración del monumento al Arcipreste de Hita en el puerto de León, Madrid).

163.—Contestación al Discurso de ingreso de Niceto Alcalá A mora en la Academia de la Lengua. (Madrid, 1932; en el mismo lumen que el discurso).

164.—Prólogo a la obra Vocabulario del bable de occidente, de B. Acevedo y Huelves y Marcelino Fernández y Fernández. (Madrid, 1932).

Referencias biográficas: :

A. M.—Un estudio. (En “Bulletin de Linguistique”, París, 1927).

Andrenio”.—Don Ramón. (En “La Voz”, Madrid, 8-IV-1929).

Anónimo [Amado Alonso].—Homenaje a Menéndez Pidal. (Madrid, 1925; un opúsculo). : nea

Anónimo.—Homenaje a don Ramón Menéndez Pidal. (En “Bulletín of Spanish Studies”, Liverpool, 1926).

Arteta y Errasti (G.).—Bibliografía de don Ramón Menéndez Pidal. (Madrid, 1925; opúsculo).

Castro (Américo).—Palabras de… (En “Revista de Filología Española”, 1926; pronunciadas en el acto de entrega de la obra Homena| je en el Centro de Estudios Históricos).

Idem.—Un estudio. (En “Revista de Occidente”, Madrid, 1926).

Díez-Canedo (E.).—Menéndez Pidal, poeta. (En “La Nación”, Buenos Aires, número del 16-IX-1928).

A Espinosa (A. M.).—Un estudio. (En “Language”, 1927).

Figueiredo (F. de).—Viajes a través de la España literaria: do Ramón Menéndez Pidal. (En “El Debate”, Madrid, número del 261 1928).

—Un estudio. (En “Anuari de 1 Oficina Románic de Lingiiística i Literatura”, 1928). 0 Hinojosa (Eduardo de).—Contestación al discurso de ingreso en Academia de la Historia. (Madrid, 1916; en el mismo volumen que discurso).

Menéndez Pelayo (Marcelino).—Contestación al discurso de ingreso en la Academia de la Lengua. (Madrid, 1902; en el mismo volumen que el discurso)

Navarro Tomás (Tomás).—Palabras de… (En “Revista de ÍI logía Española”, Madrid, 1926; pronunciadas en el acto de entrega | la obra Homenaje en el Centro de Estudios Históricos). Y Onís (F. de).—Un estudio. (En “The Romanic Review”, 192: Ortega y Gasset (José).—Un estudio. (En “El Sol”, Madrid, 1 mero del 5-X11-1926).

de Roques (Mario).—Un estudio. (En “Romanía”, 1927).

Serís (Homero).—Suplemento a la bibliografía de don Ramón Menéndez Pidal. (Madrid, 1931; suplemento ‘a la Bibliografía publicad a! Steiger (A.).

—Ramón Menéndez Pidal. (En “Neue Ziircher Zeitung”, número del 27-1X.1925).

Suárez (Constantino).—Hombres del siglo que triunfan: don Ramón Menéndez Pidal. (Una entrevista, en “Diario Español”, La Habana, 1922).

Wagner (M. L.).—Ramón Menéndez Pidal und die Spanische Epenforschung, en Internat. (En “Monatsschrift fur Wissenschaf und Technik”, 1921).