Eclesiástico nacido a fines del siglo XVII en Alles, capital del concejo de Valle de Peñamellera.

Fué colegial en el Colegio Mayor del Arzobispo, de Salamanca, del que salió para desempeñar en la Catedral de Cuenca la canongía con dignidad de arcediano de Huete. Abandonó este destino para ejercer el de inquisidor sucesivamente en Logroño y Valladolid y, últimamente, como miembro del Consejo Supremo del Santo Oficio, hasta su fallecimiento, seguramente bastante corrida la segunda mitad del siglo XVIII.

“Para llegar a conocer su instrucción —dice Trespalacios y Mier— especialmente en la materia propia de sus cargos y empleos, es muy conveniente leer la correspondencia que tuvo con el señor Campillo… Sus cartas nos convencen de su experiencia, de su piedad…” Parte, si no toda esa aludida correspondencia se refiere al apoyo y amparo que le pidió José Campillo y Cosío en 1726, cuando éste se encontró injustamente denunciado ante el Santo Oficio por hereje y lector de libros prohibidos. Era entonces Jerónimo de Mier inquisidor de Logroño.