ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

NAVIA OSORIO (Álvaro de)

Famoso militar y escritor, mucho más conocido por el título nobiliario de Marqués de Santa Cruz de Marcenado, que nació en el siglo XVII y floreció en el siguiente como uno de los españoles más conspicuos. Las letras y las armas se unieron felizmente en Navia Osorio para dar a la posteridad uno de los más altos ejemplos de hermandad entre ellas. No obstante, la gloria del marqués de Santa Cruz de Marcenado permaneció olvidada por espacio de siglo y medio, pudiéndose afirmar con Prieto Villamil que se ha escrito más “con motivo del segundo centenario de su nacimiento que lo que se ha escrito de tan insigne varón desde la época en que floreció hasta el año 1884”.

“Muchos títulos reúne —dice Fuertes Acevedo en Biblioteca de escritores asturianos— el ilustre general marqués de Santa Cruz de Marcenado para ser considerado como uno de los hijos más esclarecidos de España. Valiente en el combate e ilustradísimo en las cosas de la política y la guerra, alcanzó para su patria victorias insignes, que elevaron a la par el nombre de este eminente asturiano a una gran altura, escritor profundo y señalado, sus obras dieron al valeroso Santa Cruz la más extendida fama, siendo las reflexiones militares miradas por el gran Federico de Prusia como escrito del mayor valor y tenidas por Napoleón en el más grande aprecio”. Al mérito de sus hechos de armas, de sus sabias producciones de escritor, de su vida de austeridad y rectitud ejemplares, ha de añadirse el de haber muerto oscura y trágicamente en el cumplimiento del deber.

Álvaro de Navia Osorio y Vigil nació el 19 de diciembre de 1684 en Santa Marina de la Vega, pueblo más conocido por Puerto de Vega en el concejo de Navia, y no en Anleo, de ese mismo municipio, como dice Carlos González de Posada en Biblioteca asturiana, si bien de Anleo era oriundo. Era primogénito de don Juan Antonio de Navia Osorio y Argüelles y de doña Jacinta Antonia Vigil de la Rúa, ambos de noble abolengo.

Cuando el hijo se acercó a la edad escolar los padres decidieron trasladar la residencia al palacio que tenían en Oviedo, a fin de atender con los mayores cuidados a su formación cultural. En dicha ciudad cursó Gramática y Retórica y comenzó a estudiar Filosofía en la Universidad pero una vocación más poderosa surgió en él: la de las armas. Andaba por los diecisiete años cuando entró a prestar servicios como capitán de milicias en el cuerpo de ejército existente entonces en la región con el nombre de Tercio de Asturias.

Al sobrevenir la llamada Guerra de Sucesión, Asturias se encontró requerida, como las demás provincias españolas, para prestar apoyo militar a la causa del considerado rey legítimo, a lo que respondió con el envío de un contingente de seiscientos hombres entre los que figuraban los del indicado tercio, fuerza al frente de la cual se puso a Navia Osorio con la categoría de maestre de campo, como se decía entonces a la graduación de coronel. Al mando de ese regimiento salió de Asturias a campaña en 1703, y no un año antes como anotan González de Posada y otros.

Sus primeras actuaciones militares tuvieron por escenario tierras de Galicia, cerca de Portugal, hasta enero de 1704. Pasó luego a defender Ciudad Rodrigo (Salamanca), población entonces amenazada de el ataque de los ejércitos inglés, holandés y portugués aliados. Ese ataque sobrevino con fuerzas en número muy superior, a causa de los cuales y después de una defensa denodada, tuvo que rendirse en mayo del año siguiente. Esta rendición le obligaba, escribe Altolaguirre, a “no tomar parte en la guerra durante seis meses, por lo que don Álvaro fué destinado a inspector general de Andalucía y presidios de África; pero no era su carácter a propósito para ocupar un puesto puramente pasivo así es que, apenas concluido el plazo, volvemos a encontrarle en operaciones al mando de su regimiento de Asturias, formando parte de la columna que, a las órdenes del marqués de Salutzo, recorría los confines de Aragón y Navarra”.

“El esquema de sus campañas por entonces —hemos dicho en otra ocasión— puede resumirse así: En tierras de Navarra en 1706 y de Huesca en 1707 toma parte en importantes operaciones; es herido por dos veces en pago de su arrojo y asciende al grado de brigadier. Asiste en 1708 a la toma de Tortosa, a las órdenes del duque de Orleans, y conquista nuevos lauros que afirman su ya creciente fama. Se le designa luego en combinación con el también general Armendáriz, para la ocupación de Cerdeña. operación que no se lleva a cabo. Más tarde, en 1711, dirige las operaciones sobre Córcega, donde sufre un descalabro en el puerto de Hercole. Regresa después a España y asiste al cerco de Barcelona, único baluarte ya en territorio español de los aliados contra Felipe V. En la conquista de esa plaza, el 11 de setiembre de 1714, toma principalísima parte y su nombre se cubre de gloria. La estimación por las bellas prendas de su carácter no va a la zaga de la admiración que causan su arrojo y pericia”.

Al año siguiente de concluida la Guerra de Sucesión, en 1715, vuelve a Ceuta por una breve temporada como inspector del ejército del Norte de África. Regresa después a Asturias, con ánimo de dedicar al descanso otra temporada. Apenas llegado aquí sus paisanos y amigos le buscaron como excepcional apoyo de las protestas promovidas contra el despótico regente de la audiencia, señor Cepeda, a las que prestó su concurso, para lo cual redactó un memorial dirigido al rey, que, si no es lo más antiguo salido de su pluma, es al menos lo primero que apareció impreso.

Al iniciarse la guerra de Sicilia el intendente general del Ejército don José Patiño le llevó a su servicio en Italia. Aquí se le ascendió poco después, en 1 de setiembre de 1718. a mariscal de campo. Desempeñó en Italia cargos de la máxima confianza del intendente, como los de inspector de tropas en Cerdeña y gobernador de Cáller. Al verse obligado Felipe V a pedir la paz, el vizconde del puerto regresó a España y nuevamente a Asturias.

De este retorno a España y Asturias de Navia Osorio da cuenta Fuertes Acevedo en su obra Vida y escritos del marqués de Santa Cruz de Marcenado, en tanto que Altolaguirre asegura en la suya cosa muy diferente. Dice que entre las condiciones fijadas para la evacuación de Sicilia en mayo de 1720 figuraba la de “quedar las plazas en el mismo estado en que se encontraban cuando de ellas se apoderaron los españoles”, por lo que Navia Osorio quedó en rehenes para responder de la devolución de unos cañones o el pago del importe de ellos; y añade Altolaguirre: “A esta circunstancia tan insignificante al parecer, debemos, sin embargo, el contarle como el primero de nuestros tratadistas militares, pues fijando su residencia en Turín, una de las ciudades más cultas de aquella época, y alejado de la vida activa de la milicia, pudo consagrarse con todo ardor al estudio”.

De su vuelta a Asturias  hay un testimonio irrecusable: la nueva intervención contra la conducta del regente Juan Antonio Cepeda, acusada en el escrito que redacta en colaboración con don José Valdés: una nueva Exposición al Rey (número II), que lleva fecha de 1718. Esta fecha, de no ser dato equivocado, pudiera atestiguar que su regreso a Asturias ocurrió antes de salir para Sicilia, porque no puede admitirse que volviera de Sicilia en el mismo año de marchar allá a las órdenes de Patiño.

Desde luego hay oscuridad en este momento de la vida del vizconde del puerto. Unos autores le sitúan en Turín desde 1720 y otros desde 1725. Lo cierto es que en este último año estaba en dicha ciudad como enviado diplomático extraordinario para negociar el Tratado de Hannover, encargo que desempeñó con singular acierto.

Durante su permanencia en Turín alcanzó en el mundo intelectual de esa ciudad gran predicamento. Su casa era centro de escritores: entre los que pretendió promover la publicación de un diccionario universal, a manera de enciclopedia. Con tal propósito redactó el proyecto planes de trabajo, pero la obra no llegó a vías de realidad. Desechado ese proyecto pensó en un diccionario histórico geográfico, que tampoco alcanzó realidad.

Hasta esta época Navia Osorio venía usando el título de vizconde del Puerto, Al heredar el de marqués de Santa Cruz de Marcenado: que llevó en tercer lugar y que había sido concedido al famoso marín don Álvaro de Bazán, ya no usó otro.

Con el nombre de marqués de Santa Cruz de Marcenado empezó a publicar en Turín su obra más importante, Reflexiones militares. de la que se imprimieron rápidamente los diez primeros tomos, con fecha de 1724 el primero, lo que demuestra de un modo concluyente que ya estaba en esa ciudad italiana desde antes de 1725.

Reflexiones militares es todo un tratado de filosofía, no sólo aplicable a la vida militar, sino de aprovechamiento para la formación del carácter y la mentalidad de los no militares. Fué traducida esta obra a todos los idiomas literarios y mereció en todo tiempo las más férvidas alabanzas de cuantos la juzgaron; Máximo Fuertes Acevedo recoge en Vida y escritos del marqués de Santa Cruz de Marcenado multitud de juicios laudatorios de los hombres más eminentes en las armas y las letras, españolas y extranjeros, desde la aparición de Reflexiones militares hasta la publicación (1886) de su estudio biográfico.

En el año 1727 el marqués de Santa Cruz de Marcenado tuvo que pasar a Francia con la representación de embajador extraordinario para tratar en Soissons sobre la paz europea. La fama de su nombre, ya extendida por todos los ámbitos de Europa, tuvo en este congreso, después continuado en París, plena confirmación.

En París publicó Navia Osorio el tomo décimo primero de sus Reflexiones militares, en 1730, suceso que reverdeció los lauros conquistados con los anteriores. Se supone que su pensamiento era extender esta obra a trece volúmenes, pero quedó como último el editado en París.

En tanto que el marqués de Santa Cruz de Marcenado ponía generosamente al servicio de su país talento, prestigio y riqueza, en la Corte de Felipe V la envidia y la intriga procuraban minar su universal reputación. El primer indicio de malquerencia se exteriorizó cuando, a su regreso a Madrid, se obstruyó con éxito la disposición de ánimo del rey para designarle secretario de Guerra del Consejo Real. Luego, al ser nombrado en 1731 gobernador de Ceuta con motivo de su proyectada expedición militar sobre Orán, se sospecha que a la necesidad de recurrir a él para tan importante empresa se asoció el deseo de alejarle de la corte.

Semejante alejamiento sirvió a Navia Osorio para conquistar su mayor timbre de gloria como soldado. El marqués de Santa Cruz tomó parte en esa empresa contra Orán, ascendido a teniente general, marchando al frente de una división que salió del puerto de Alicante en Junio de 1732; poco después conseguía la conquista de Orán. Puestos bajo su mando el gobierno y la defensa de esta plaza, al frente de 8 mil hombres, en uno de los frecuentes ataques de los moros, el gobernador envió en el trance de tener que acudir en persona con tropas de refuerzo a la defensa de un destacamento envuelto por el enemigo muy superior en número, y aunque las tropas españolas consiguieron la victoria, a él tal hazaña le costó la vida. Herido en un muslo y derribado del caballo que montaba, cayó en poder de los enemigos, que le remataron y descuartizaron, paseando su cabeza por las calles de Argel. Este infausto suceso tuvo lugar el 21 de noviembre de 1732 cuando Navia Osorio, personalidad de las más prestigiosas y enaltecidas contaba a cuarenta y ocho años. Así se perdió “con su gloriosa muerte – dice el escritor francés conde de Clonard— una existencia que servía de orgullo a su patria”.

En el año de su muerte fué impresa otra obra de Navia Osorio: Rapsodia económico-político-monárquica. El mismo hace referencia a otras obras suyas, proyectadas, comenzadas o concluidas, todas en paradero ignorado, entre ellas: Historia de los Tratados de España y el proyecto de Academia política donde la juventud se instruya para la carrera del Ministerio. Recuerda González de Posada, bastante próximo a la época en que vivió el marqués, que “en poder de su nieto, el marqués actual, don Juan de Navia, oficial de guardias españoles de infantería, he visto en Asturias una grande arca de manuscritos de nuestro autor”.

El marqués de Santa Cruz de Marcenado, no obstante su corta vida, contrajo matrimonio tres veces, dejando descendencia de las tres esposas. Fueron éstas, por orden cronológico: una hija de los marqueses de Ferrera, doña Francisca de Navia Montenegro; doña Isabel de Rocha, de ilustre familia catalana; y una hija del general Bellet, doña María Antonia.

Para recordar el segundo centenario del natalicio de este eximio varón en el año 1884 se llevaron a cabo en Madrid diversos actos importantes. Fué iniciador de esa conmemoración el coronel retirado y escritor Luis Vidart, quien se encontró asistido de muchos y valiosos concursos individuales y corporativos, pero también encontró algunas censuras en sus primeras propagandas de prensa. El centenario se celebró en los días 18 al 21 de diciembre de 1884 con grandes solemnidades religiosas, militares, literarias y académicas. Figuraron entre éstas dos certámenes literarios: Uno, bajo los auspicios del Centro Militar, para premiar el mejor estudio sobre la obra Reflexiones militares; otro, organizado por la junta que dirigió los trabajos del centenario, acerca de la personalidad y los escritos del homenajeado. Quedó desierto este último concurso, por lo que fué nuevamente convocado para el año siguiente; entonces alcanzó el segundo premio el notable investigador asturiano Máximo Fuertes Acevedo, siendo adjudicado el primero a don Juan de Madariaga. Los periódicos dedicaron grandes espacios al enaltecimiento de su memoria y La Ilustración Nacional le consagró un número extraordinario. Como otro valioso homenaje puede considerarse la reimpresión en Barcelona de Reflexiones militares.

Obras publicadas en volumen:

I.—Memorial dirigido a S. M. (Oviedo, 1715; en defensa de la nobleza asturiana contra disposiciones del regente de la Audiencia Antonio Cepeda).

II.—Exposición dirigida a S. M. el rey en nombre de la Diputación provincial de Asturias. (Oviedo, 1718; sobre el anterior asunto y suscrita también por don José Valdés).

III.—Reflexiones militares. (Turín, 1724-30: once tomos en 4º el último impreso en París: obra dispuesta para trece tomos que se quedó en los indicados. Traducida a todos los idiomas literarios europeos, reimpresa en castellano en Barcelona, 1884, y de la que más de medio siglo después de la primera edición hizo un extracto Juan Senén de Contreras bajo el título de compendio de los veinte libros de “Reflexiones militares” del marqués de Santa Cruz, Madrid, 1787, dos tomos en 4º).

IV.—Rapsodia económica-politica-monárquica. Comercio suelto y en compañía general y particular en Méjico, Perú, Filipinas y Moscovia… (Madrid, 1732).

Trabajos sin formar volumen: 

1.-—Proyecto del vizconde del Puerto para un “Diccionario universal”, a los eruditos de España. (Puesto al final del tomo VIII de las Reflexiones militares, Turín, 1727).

2.—Detalle de la idea que para un “Diccionario universal” dio a continuación del volumen anterior. (Al final del tomo IX de ídem, Turín, 1727).

3.—Últimas ideas del marqués de Santa Cruz para compartir las materias y efectuar el trabajo del “Diccionario histórico-geográfico”, con distinción de si ha de ser bajo un solo alfabeto o de muchos, y los avisos para la más fácil ejecución de un “Diccionario universal”.(Al final del tomo X de ídem, Turín, 1727).

4.—Cartas diplomáticas. (Apéndices C y D de la obra Biografía del marqués de Santa Cruz de Marcenado, por Ángel de Altolaguirre, Madrid, 1885).

Obras inéditas:

—Historia de los Tratados de España. (MS. de paradero desconocido)

—Proyecto para Reglamento de las Milicias de España. (MS. ídem).

—Reglamento de Milicias de Indias. (MS. ídem).

—Academia política donde la juventud se instruya para la carrera del Ministerio. (MS. ídem).

—Cómputos de guerra y nueva planta de tropas. (MS. ídem).

Referencias biográficas:

Altolaguirre (Ángel de). —Biografía del marqués de Santa Cruz de Marcenado. (Madrid, 1885; obra premiada en el concurso celebrado por el Centro Militar).

Alvear (Cayetano de).—Centenario del Marqués de Santa Cruz de Marcenado. (Madrid, 1886: discurso en la Academia de la Historia: leído el 19 de diciembre del año anterior).

Anónimo.—Eloge historique du marquis de Santa Cruz, governeur Orán et capitaine en Afrique. (En las Memoires pour L’Histoire des Sciencies et des Beaux Arts, Trevoux, 1733).

Idem.—Memorias del tiempo. Memorias del marqués de Santa Cruz. (Apéndice a la obra también anónima Histoire de Empire des Cherifs d’Afrique, París, 1733).

Idem.—Prólogo a la edición de reflexiones militares en la Colección Biblioteca Militar Portátil. (Madrid, 1850; cuatro tomos en dozavo).

Idem.—Un boceto biográfico. (En la Memoria acerca del estado de la enseñanza en la Universidad de Oviedo y Anuario de 1860 a 1861, Oviedo, 1861).

Idem.—Don Álvaro de Navia Osorio, vizconde del Puerto, tercer marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En la Ilustración Gallega y Asturiana, Madrid, 10 de abril de 1879).

Idem.—Comentarios. (En La Correspondencia militar, Madrid; 12 de mayo, 18 de junio y 19 de diciembre de 1884).

Idem.—Hernán Cortés y el marqués de Santa Cruz de Marcenado, (En La Gaceta Universal, Madrid, 12 de julio de 1884).

Idem.—Comentarios. (En El Carbayón, Oviedo, 19 y 20 de diciembre de 1884). .

Idem.—Artículos atribuidos a Luis García Martín. (En La Patria, Madrid, diciembre de 1884).

Idem.—Artículos atribuidos a Fernando Lozano, Demófilo. (En Las Dominicales del Libre Pensamiento, diciembre de 1884).

Idem.—Biografía del marqués de Santa Cruz de Marcenado, (En el diario El Siglo Futuro, Madrid, diciembre de 1884).

Idem.—Los hombres de ayer: El marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En El Globo, Madrid, 20 de diciembre de 1884).

Idem.—Prólogo a la edición de Reflexiones miiltares. (Madrid, 1885; publicada por la Revista Científico-Militar).

Idem.—Homenaje que el regimiento de Infantería de Asturias, número 31, dedica a su primer coronel don Álvaro de Navia Osorio, Marqués de Santa Cruz de Marcenado. (Madrid, s. a. opúsculo).

Bermúdes Reina (Eduardo) .—Fallo del Jurado que concedió el primer premio al juicio acerca de las “Reflexiones militares”, del señor Prieto, (Madrid, 1885).

Blanco (Ramiro).—El Centenario del Marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En la Revista Contemporánea, Madrid, enero 30 de 1885).

Idem.—Las “Reflexiones militares” del marqués de Santa Cruz de Marcenado. (Madrid, 1886; folleto).

Idem.—Los asturianos de ayer: El general don Álvaro Navia Dia: (En Asturias, Órgano del Centro de Asturianos, Madrid, abril de 1890). e

Cámara y Castro (Fr. Tomás) .—Oración fúnebre de don Álvaro de Navia Osorio y Vigil marqués de Santa Cruz de Marcenado, pronunciada en la Basílica de Atocha, de Madrid, en 19 de diciembre de 1884, con motivo de la solemnidad del Centenario de su nacimiento.(Madrid, 1885; folleto). a .

Canella y Secades (Fermín).—Los Navia Osorio de Anleo. (En El Carbayón, Oviedo, 920 de diciembre de 1884).

Carrasco Labadia (Miguel). —El marqués de Se o A cenado, Noticias históricas. (Madrid, 1884; trabajo premiado en el Centenario; reeditado Con notables ampliaciones it

Cesión (Luis).—Indice general alfabético de materias de las “Reflexiones militares”- (Madrid, 1792). á

Castillo (Arturo del). —Prólogo 0 Advertencia al lector. (Al frente de Reflexiones militares, edición de Barcelona, 1885).

Colorado (Vicente).—Una crónica. (En la Revista Madrileña Madrid, 30 de noviembre de 1884.).

Conde (Bonifacio).—Recuerdo al marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En El Nalón, Pravia, 25 de diciembre de 1884).

Diana (Manuel Juan).—Un boceto biográfico. (En la obra Capitanes ilustres, Madrid, 1851).

Díaz y Rodríguez (Manuel).—Un artículo. (En La Correspondencia Militar, Madrid, 2 de febrero de 1885).

Fernández Flórez (Isidro).—Una opinión adversa a la celebración del Centenario. (En la sección Entre páginas dei diario El Liberal, Madrid, 1884). :

Fuertes Acevedo (Máximo).—Un boceto biográfico. (En la obra manuscrita Biblioteca de Escritores asturianos, en la Biblioteca Nacional)

Idem.—Un estudio. (En La Crónica, Badajoz, 16, 21 y 28 de junio de 1884).

Idem.— Anotaciones bibliográficas. (En la obra Bosquejo, etc anotada en la relación de fuentes generales del tomo 1 de la presente obra).

Idem.—Vida y escritos del marqués de Santa Cruz de Marcenado, (Madrid, 1886; obra premiada en segundo lugar en el concurso celebrado por la Junta del Centenario, en diciembre de 1885. Contiene la reseña de la mayor parte de las fuentes citadas en esta relación y otras de muy relativo interés que no se incluyen aquí).

García Bruna (Antonio).—Después de la muerte. (Uno de los trabajos del número de La Ilustración Nacional anotado en Varios).

Gómez Arteche (José).—Un estudio crítico de “Reflexiones militares”. (En la Revista Científico-Militar, Barcelona, tomo 1 de la segunda época).

Idem.—El valor y el talento. (En el número de La Ilustración Nacional anotado en Varios en la presente relación).

González de Posada (Carlos).—Un boceto biográfico. (En la obra Memorias históricas del Principado de Asturias, Tarragona: 1794.).

Idem.—Unos apuntes bio-bibliográficos. (En el trabajo Biblioteca asturiana, incluído en la obra de Gallardo Ensayo de una Biblioteca de libros raros y curiosos, tomo I, Madrid, 1863).

Hernández Raymundo (Pedro) .—Don Álvaro de Navia-Osorio, marqués de Santa Cruz de Marcenado y vizconde del Puerto. (En La Ilustración Militar, Madrid, 20 de junio de 1884).

Iglesia (Eugenio de la). —Un juicio de la “Rapsodia económico-politico-monárquica”. (En La Ilustración Nacional, número anotado en Varios de la presente relación).

J. A. G.—Los Navia Osorio de Anleo. (En El Carbayón, Oviedo, 20 de diciembre de 1884).

Llanos (Adolfo).—Breve elogio del Centenario del marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En el número de La Ilustración Nacional notado en esta relación €n Varios).

Llave (Joaquín de la).—La organización del Ejército, según la Proponía el marqués de Santa Cruz de Marcenado. (Madrid, 1885).

Idem.—La biblioteca del marqués de Santa Cruz de Marcenado. (Al frente de la edición de Reflexiones militares, de Barcelona, 1885).

Idem.—El vizconde del Puerto en el sitio de Barcelona. (En la Revista Científico-Militar, Madrid, enero de 1885).

Macanaz (Melchor de).—Breve noticia del marqués de Santa Cruz, (En el número de La Ilustración Nacional anotado en esta relación en Varios).

Madariaga (Juan de). —Vida y escritos del marqués de Santa Cruz de Marcenado. (Madrid, 1886; primer premio en el concurso celebrado por la Junta del Centenario en 1885).

Maldonado Macanaz (Joaquín) —Biografía de don Álvaro de Navia-Osorio, marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En el Semanario Pintoresco Español. Madrid, 1853).

Martínez Velasco (Eusebio).—El Centenario del Marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En La Ilustración Española y Americana, Madrid, 30 de diciembre de 1884).

Mina (Marqués de la).—Alusiones. (Es la obra Guerra de Sicilia y Cerdeña, MS. en la Biblioteca Nacional).

Monedero Ordóñez (Dionisio).—Glorias patrias. Reconquista de Orán en el año de 1732 (Burgos, 1881).

Novo y Colson (Pedro).—Breve elogio del marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En el número especial de La Ilustración Nacional, anotado en Varios en esta relación).

Ordax (Alfonso).—Tres cuestiones a propósito del marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En el número especial de La llustración Nacional anotado en esta relación en Varios).

Ortega y Munilla (José).—Sobre el Centenario del Marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En El Imparcial, Madrid, 22 de diciembre de 1884.).

Pacios (A. P. de).—Biografía: Don Álvaro de Navia Osori0: (En Asturias, órgano del Centro Asturiano, Madrid, enero de 1905)

Palacio (Miguel del).—Centenario del marqués de Santa CU de Marcenado. (En Revista Madrileña, 30 de diciembre de 1884).

Pedregal y Cañedo (Manuel).—“Rapsodia económico-politica-monárquica”, del marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En el número de La Ilustración Nacional, anotado en Varios).

Prieto Villamil (Emilio).—La defensa de Orán. Poema. (Madrid, 1884; opúsculo; trabajo premiado en el certamen celebrado PpoF el Centro Militar).

Idem.—Breves apuntaciones para trazar un juicio de la obra intitulada “Reflexiones militares”. (Madrid, 1885; trabajo premiado en el certamen celebrado por el Centro Militar).

Salas (Javier de).—Biografía de don Álvaro de Navia-Osorio marqués de Santa Cruz de Marcenado y vizconde del Puerto. (Al frente de la edición de Reflexiones militares, impresa en Barcelona, 1889; trabajo premiado con mención honorífica en el primer concurso Convocado por la Junta del Centenario en 1884).

Saleta (Honorato de).—El marqués de Santa Cruz de Marcenado y el coronel Sangenís. (En el número de La Ilustración Nacional anotado en Varios).

San Román (Marqués de).—Breve elogio del autor de las “Reflexiones militares”.

Somoza y García Sala (Manuel).—El tercer marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En El Carbayón, Oviedo, 19 de diciembre de 1884).

Suárez (Constantino).—Asturianos de antaño: Marqués de Santa Cruz de Marcenado. (En el Diario de la Marina, Habana, 1932).

Varios.—Crónica del Centenario del Marqués de Santa Cruz de Marcenado. (Número especial y extraordinario de La Ilustración Nacional, Madrid. 19 de diciembre de 1884).

Vergy (Mr. de).—Prólogo de la traducción francesa de “Reflexiones militares”. (París, 1735).

Vidart (Luis).—Carta con la iniciativa del Centenario. (En La Ilustración Militar, Madrid, 8 de mayo de 1884).

Idem.—Autoridades que declaran el mérito del marqués de Santa Cruz y de sus “Reflexiones militares”. (Varios artículos en La llustración Militar, Madrid, 1884).

Idem.—El teniente general marqués de Santa Cruz de Marcenado; Apuntamientos biográficos. (En el Almanaque de la Ilustración Española y Americana para 1885).

Idem.— Artículos de propaganda del Centenario. (En El Progreso, La Correspondencia Militar, El Correo Militar, La Ilustración Nacional, La Gaceta Universal, Revista Cientifico-Militar y El Liberal, todos de Madrid; La Ilustración, de Barcelona; Revista Militar, de Lisboa; y El Carbayón, de Oviedo).

Idem.—Prólogos a las obras de Altolaguirre y Fuertes Acevedo Anotadas en esta relación.

Idem.—Prólogo a la edición de Reflexiones militares, impresa €n Barcelona, 1893.

Villalba y Riquelme (José).—El marques de Santa Cruz de Marcenado. (En el tomo I de Estudios Militares, Toledo, 1884).

Zancada (Arturo). Disquisiciones histórico-geográficas, (En el Número anotado en Varios de La Ilustración Nacional).

Zarazaga (Manuel).—El vizconde del Puerto y el arte de fortificar. (En idem, idem).