ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

PEDRAYES Y FOYO (Agustin Bernardo de)

Matemático de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, del que ni siquiera queda un vago recuerdo en las enciclopedias españolas.

Causa gran tristeza considerar que pueda caer en un casi total olvido hombre de sus méritos; en nuestra tarea de investigación sólo hemos encontrado breves referencias perdidas en viejos periódicos o manuscritos y, sin embargo, Pedrayes fué una ilustre personalidad científica.

“Los méritos y trabajos de este sabio asturiano —dice Fernández Echevarría— le colocan a la cabeza del movimiento científico de su época y al nivel de las primeras figuras de aquel tiempo”. Martínez Hombre añade: “Pasó por la tierra meditando en un mundo donde no existe más que la idea pura y abstracta, rodeado de verdades que constituyen el patrimonio más firme e incontrovertible de que puede gloriarse el ser pensante y sorprendiendo con su razón poderosa claridades que jamás habían percibido los ojos de los hombres”.

Nació Pedrayes y Foyo en la villa de Lastres (Colunga) el 19 de agosto de 1744, según Fuertes Acevedo, y el día 28, al decir de Ruidiaz y Caravia y Fernández Echevarría. Fueron sus padres el cirujano don Emeterio y doña María Manuela de aquellos respectivos apellidos.

Niño todavía, en mayo de 1758 pasó a estudiar a Santiago de Compostela, al amparo de su tío materno Fr. Bernardo Foyo (Follo, escribe Fuertes Acevedo). En esa Universidad cursó primeramente Filosofía hasta graduarse de bachiller en el 1762. Después siguió los estudios de la Facultad de Teología, simultaneados con los de jurisprudencia, graduándose de bachiller en la primera en mayo de 1767. De su aplicación sirve como testimonio que haya sido profesor sustituto de Prima de Leyes en el último curso.

Pero su vocación verdadera no le inclinaba a una carrera literaria sino científica, y muy particularmente a la de Matemáticas, por lo que se aplicó entusiastamente al estudio de ellas. En 1769 era nombrado profesor de esa asignatura en la Real Casa de Caballeros Pajes de Su Majestad.

Veintidos años ininterrumpidamente enseñó Matematicas Pedrayes y Foyo, los cinco últimos en el Seminario de Nobles, con el que se fundó el centro docente antedicho. Durante ese tiempo gozó fama por su saber en ciencias matemáticas y disfrutó de honores equiparados a sus merecimientos. El ejercicio de la enseñanza y más aún el constante estudio acabaron por quebrantar seriamente su salud, por lo que el rey le concedió por Real Orden del 10 de noviembre de 1790 licencia para que vacase sin limitación de tiempo y con el sueldo íntegro, que era de doce mil reales al año, en el lugar que estimase más adecuado para el restablecimiento de su salud, Pedrayes consideró como mejor la tierra de nacimiento y en ella pasó cinco años de forzadas vacaciones.

De regreso en Madrid tuvo ocasión, buscada por él mismo, de universalizar su fama de matemático. Consistió en el planteamiento de un problema a resolver por cuantos matemáticos del mundo lo desearan.

Se convocó con este objeto un concurso internacional; en España apareció la convocatoria en la Gaceta de Madrid del 17 de abril de 1798.

Al suceso se refiere Martínez Hombre con las siguientes palabras: “En análisis infinitesimal (matemáticas sublimes, como se decía entonces) planteó y resolvió un célebre problema que recorrió Europa por aquella época (1797). Señaláronse en nombre de Su Majestad católica tres premios de cinco mil reales cada uno, para el que en el término de un año resolviese el problema en Francia, Alemania y España, habiéndose ofrecido el Instituto Nacional de Francia a juzgar las memorias que se le remitiesen (Moniteur, número 345). En estos tres países no se presentó más que una solución, que recibió el secretario perpetuo de la Real Academia de Berlín, la que examinada por el ilustre Delambre del Instituto de Francia, manifestó que de ningún modo satisfacía la cuestión propuesta.

Solamente el examen de la solución de Pedrayes no ofreció reparo alguno ni dificultad sobre ella. Para este examen fué invitado nuestro compatriota a tomar parte en la sesión del Instituto Nacional, Academia de Ciencias del Brumzario del año VII de la República.

“EI lector versado en cuestiones de cálculo infinitesimal —sigue diciendo Martínez Hombre— y que tenga gusto en ello, puede ver el enunciado y la resolución de este difícil problema en un opúsculo de 71 páginas titulado Solución del problema propuesto el año 1797, que se publicó en Madrid en 1805”.

Pudo ser invitado, Pedrayes y Foyo a esa sesión a que alude el citado escritor, porque se encontraba a la sazón en París. Su residencia en esta ciudad se debió a que, por nombramiento del Ministerio de Estado de 12 de setiembre de 1798, se le había designado oficialmente para representar a España, en compañía del también sabio matemático y marino Gabriel Ciscar, en el Congreso Internacional que se celebró en París en 1799 para regularizar y universalizar el sistema de pesas y medidas, y que dió origen al sistema métrico-decimal. “A propuesta de Pedrayes —anota Martínez Hombre— se adoptó el círculo repetidor de Borda para la medición del arco del meridiano que va de Dunquerque a Barcelona, y que había de servir de base para la división del cuadrante de la circunferencia terrestre en diez millones de partes: una de éstas sería el metro, que en griego quiere decir medida por excelencia”.

Permaneció Pedrayes y Foyo en París unos dos años, tan respetado y admirado que se le llegó a conocer con el nombre, por antonomasia, de “el sabio español”. Allí publicó un Tratado de Matemáticas, del que no se conocen ejemplares. En octubre de 1800 regresó a Madrid en compañía de Ciscar, portador de los patrones de metro y kilogramo para el establecimiento del nuevo sistema de pesas y medidas en España.

La permanencia en París agotó todos sus recursos económicos y a ello se refiere Fr. Fabian Rodríguez García asegurando que “a su llegada a la Corte, fué preciso abrir una suscripción voluntaria, a la cabeza de la cual figuró el duque de Osuna, para proporcionar al ilustre geómetra los indispensables recursos para su subsistencia”.

Por este tiempo inventó Pedrayes un aparato para cálculos matemáticos denominado comparador. “Este compensador —dice el autor varias veces citado— fué presentado al rey de España, que deseaba verlo, según Real orden de 21 de enero de 1801. Tanto este aparato como las memorias y papeles que dejé a su fallecimiento para que fueran depositados en la Academia de Segovia, perecieron en el incendio de este centro de enseñanza”. (el incendio tuvo lugar en el año 1862).

El resto de sus años lo vivió Pedrayes en Madrid como profesor jubilado, si bien el rey, en premio a su saber y a los servicios prestados a España, le nombró el 2 de marzo de 1801 ministro del Tribunal de la Contaduría Mayor, cargo en el que estuvo asistido con la asignación de mil reales mensuales para gastos del personal auxiliar.

Acerca de su fallecimiento, como del nacimiento, se anotan fechas distintas: circula la de 1814. Fuertes Acevedo anota la de 1817 y Somoza la de 1824. Fernández Echevarría apunta la del 26 de febrero de 1815, que parece la más verosímil. El único reconocimiento póstumo a la figura de Agustín de Pedrayes lo tuvo el Ayuntamiento de Oviedo, que, a propuesta de Martínez Hombre, consagró una calle de la ciudad a su memoria.

Obras publicadas en volumen:

I.—Programa y problema de don Agustín Pedrayes. (Madrid, 1797).

Il.—Tratado de Matemáticas. (París, 1799).

III.—Solución al problema propuesto el año 1797. (Madrid, 1805; Publicado por una Asociación Literaria).

Obras inéditas:

—Descripción y noticias del concejo de Lastres. (MS. que forma parte del Diccionario historico-geografico de Asturias, depositado en la Academia de la Historia).

Referencias biográficas:

Fernández Echevarría (Enrique).— Don Agustín de Pedrayes y Foyo. (En Asturias, órgano del Centro Asturiano, Madrid, noviembre de 1908).

Fuertes Acevedo (Máximo).— Un estudio. (En la obra Biblioteca de escritores asturianos, manuscrito de 1867 depositado en la Biblioteca Nacional).

Martínez Hombre (Julio).— Un sabio asturiano: El matemático Agustín de Pedrayes. (En la revista Asturias, órgano oficial del Centro Asturiano, Buenos Aires, setiembre de 1929).

Ruidiaz y Caravia (Eugenio).— Excmo, Sr. D. Agustín Pedrayes y Foyo. (En Ilustración Gallega y Asturiana, Madrid, 28 de enero 1881).