Pintor contemporáneo que residió muchos años en Buenos Aires, hasta su fallecimiento. Nacido en Serandinas (Boal) el 6 de marzo de 1882, hijo de don Francisco Peláez y de dota Justa Leirena, apellido que aparece en algunos sitios escrito Lairana al aplicarlo como segundo al pintor. (Por errata aparece en el catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1897 con el nombre de José).

Cursó los estudios primarios en el pueblo natal y los amplió luego en Biarritz (Francia), donde se despertó, siendo todavía niño, su vocación por el dibujo. Cuando andaba por los catorce años se trasladó a Madrid; aquí, por espacio de otro más, fué discípulo del pintor Julián Tordesillas; lo fué también del pintor asturiano Alfredo Flórez. Después ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes, en la que cursó todas las asignaturas de Dibujo y Pintura, obteniendo premios en las clases de dibujo del natural, Colorido y Composición.

Se dió a conocer al público de Madrid en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1895 con el cuadro Paisaje de Asturias; concurrido también a la de 1897 con el titulado A orillas del Narcea, y a la de 1889 con el cuadro Caridad, que le valió una mención honorífica. En el verano de ese mismo año obtuvo una segunda medalla en la Exposición regional celebrada en Gijón. Concurrió posteriormente a la Nacional de 1901 con el lienzo Una modelo.

El deseo de encontrar para su arte horizontes de mayor prosperidad le determinó en 1904 a trasladarse a la Argentina, donde reside desde entonces. Contrajo matrimonio en Concepción del Uruguay (provincia de Entre Ríos) con doña Clementina Arrechea el 11 de julio de 1908.

Desde su asiento en la Argentina se dedicó preferentemente a ilustrador de publicaciones periódicas, sobre todo con temas gauchescos, en lo que ha alcanzado una perfección magistral; las más importantes publicaciones en que ha colaborado son: las revistas Caras y Caretas, Fray Mocho, P. B. T., Mundo Argentino, Plus Ultra, El Hogar y el diario La Nación, todos de Buenos Aires.

Esta labor del dibujante no absorbió enteramente las actividades del pintor, que nunca fueron abandonadas por Peláez. En los Salones Witcomb celebró hasta once exposiciones, la primera de ellas en 1909.

También concurrió a los Salones Nacionales de la misma capital bonaerense, en uno de los cuales, en 1922, se le concedió por unanimidad el premio único establecido para el mejor artista extranjero. El cuadro premiado lleva por título La hora de la siesta, se puede considerar como otro galardón el que la Comisión Nacional de Bellas Artes haya adquirido para los Museos de Buenos Aires, La Plata y Santa Fe las siguientes obras suyas: Rancherío, Iglesia de Altagracia, Corral de cabras y La Oración. También poseen obras suyas instituciones argentinas y españolas, como el Consejo Nacional de Educación, el Club Español y el Centro Asturiano.

Dejó de existir Juan Peláez en Buenos Aires en abril de 1937.