Fraile agustino y literato contemporáneo, hermano del biografiado anteriormente. Natural, como él, de Socolina, barrio de Labio (Salas).

Nacido el 29 de diciembre de 1866. Fueron sus padres don Fernando y doña Maria del Carmen de aquellos respectivos apellidos, labradores de modesta posición, Después de ampliados los estudios escolares con los elementales de Latín y Humanidades, cursados en el colegio católico de Los Cabos (Pravia ). Tomó el hábito de la Orden de San Agustín el 19 de agosto de 1885 en el Noviciado del Colegio-Seminario de Valladolid, en el que comenzó la carrera eclesiástica con la aprobación de cuatro años de Filosofía. Continué esa carrera con los de Teología en el Colegio de Santa Maria de La Vid (Burgos), y en el de El Escorial; pero antes de concluirla se le traslade a las misiones establecidas por la Orden en Filipinas (1891). y en el Seminario de Manila completo al año siguiente sus estudios y fué ordenado de presbítero.

Inmediatamente después, el 19 de octubre de 1892, se trasladó a Belinag a estudiar la lengua tagala, y ya en febrero de 1894 se le confirió la parroquia de Santa Isabel, de la que pasó también como regente a la de San Ildefonso en 1896.

Aquí, al estallar la insurrección contra el dominio de España, Cayó prisionero de los revolucionarios el 31 de mayo de 1898, quienes le tuvieron en cautiverio hasta la terminación de la contienda el año siguiente, Después de unos meses de descanso y reposo en Manila, regresó a España, ya entrado el año 1900.

Durante esta permanencia en Filipinas dedicó algunas actividades a ejercicios de poeta y prosista en algunas publicaciones, con mayor asiduidad en el diario de Manila Libertas. Parece que lo primero salido del público de su pluma fué un romance en 1892 con el título de A la Profesión de una monja.

En el mismo año de su regreso a España (1900) los superiores le llevaron a las misiones de la Argentina, con residencia en Buenos Aires y no al Brasil, como anota Fr. Gregorio Santiago Vela, donde estuvo dedicado a la enseñanza, compartiendo esta ocupaciones con las deI culto y las ya ensayadas de escritor. Fué entonces colaborador del Periódico bonaerense El litoral.

Tres años después se le destinó, también como profesor al Colegio establecido entonces por la Orden en la villa asturiana de Tapia.

De aquí pasó en octubre de 1905 al de Valladolid y en setiembre de 1909 al de La Vid, como ayudante del preceptor de Latinidad. Siendo profesor en este último colegio se le confirió por oposición, mediante notables ejercicios (1911), el grado y título de lector. En 1915 se le incorporó al profesorado del Colegio de Santander en calidad de prefecto, Después, continuó dedicado a la enseñanza en otros Colegios de la Orden: Valencia de don Juan (León), Llanes (Asturias), Uclés (Cuenca), Salamanca (1920) y nuevamente Valencia de don Juan, donde continúa (1936).

Después de repatriado de la Argentina colaboró con prosa y verso en La Ciudad de Dios y más asiduamente en España y América; revista en la que publicó abundantes poesías y crónicas, algunos cuentos y la novela luego anotada antes de presentarla en volumen.

Obras publicadas en volumen:

I.—Luisa, (Madrid, 1913; novela).