ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

QUEVEDO Y GONZALEZ LLANOS (José)

(Antes de esos apellidos le corresponde el de Fernández, que nunca ha usado). Poeta bable contemporaneo, fallecido, y también escritor en prosa. Como poeta bable está más cerca de Juan María Acebal, el atildado, que del popular Teodoro Cuesta. Propendía a los temas festivos pero huyendo de la gracia burda frecuente en otros vates bablistas. Gustaba más de la sutileza que persigue una sonrisa que del chiste que provoca la carcajada. En los últimos años de su vida, pertenecientes al siglo XX, gozó de mucha fama en toda la región. Poco antes (1897) Leopoldo Alas (Clarín) le enjuiciaba con estas palabras: “Se trata de un poeta a quien yo quiero como hermano; en cuyas facultades artísticas hace mucho tiempo que tenemos fe todos los que le tratamos con intimidad. Y al cual la pereza, tal vez la falta de suficiente estímulo, han tenido hasta ahora alejado de la producción literaria y sobre todo de la publicidad, indispensable para que todos puedan saber lo que hoy sabemos unos pocos: que José Quevedo será un buen literato el día que quiera. Hasta hoy su crédito es de tradición oral; de su originalidad, de su gran talento de observador, de sus facultades de satírico y humorista se cuentan maravillas, pero si él hubiese sido menos modesto, o menos indiferente, o más amigo del trabajo literario, a estas horas constaría en multitud de escrituras públicas Io que hoy sólo puede probarse por medio de testigos y unos pocos documentos privados”.

No nació José Quevedo en Avilés, donde se le considera con razón un hijo ilustre de la villa, a la que amó predilectamente; Su nacimiento tuvo lugar en la aldea de Ferroñes (Llanera), seguramente un año o dos antes de mediar el siglo XIX. Muy niño se trasladó con la familia a Avilés y aqui transcurrieron los años de la infancia y, en vacaciones veraniegas, los de la adolescencia y buena parte de la juventud. Posteriormente, continuó siendo Avilés para él como el lugar de nacimiento al que se vuelve con más hondo deseo.

En esa villa hizo los estudios primarios y los preparatorios para la segunda enseñanza. A los once o doce años de edad empezó a cursar ésta en el Instituto de Oviedo, en el que obtuvo el grado de bachiller en Artes el 18 de junio de 1866.

Un espejismo ilusorio propio de la entrada en la juventud, le llevó a seguir la carrera de las armas, para lo que ingresó en la Academia de Artillería, de Segovia. Como la elección de carrera había sido atolondrada, dado su carácter pacífico y su inclinación a la vida espiritual, pronto se arrepintió del paso dado, y aprovechándose de cierto disgusto que tuvo en la Academia, se apresuró a desistir de la carrera militar. Ingresó entonces en la Universidad de Oviedo y en ella siguió los estudios de la Facultad de Derecho, en la que alcanzó la investidura de licenciado el 6 de octubre de 1873.

Por entonces hizo una grande y perdurable amistad con algunos de sus condiscípulos que llegaron a conquistar altas reputaciones literaria, entre ellos, Felix de Aramburu, Tomas Tuero, Clarín y Armando Palacio Valdés, y con ellos hizo las primeras incursiones en el campo de las letras. Sus primeras producciones en prosa y verso (verso castellano y bable) aparecieron en el periódico avilesino La Luz de Avilés y luego en otros Ovetenses. Entre éstos figura la Revista de Asturias, en sus primeros tiempos de la segunda época (1879).

Por entonces, ya residentes en Madrid Clarin, Tuero y Palacio Valdés, también él vivió en la capital al amparo de un destino de oficial en la Dirección General de Propiedades, Fué en Madrid redactor de el diario El día y escribió, aunque no mucho, para otras publicaciones. También colaboró con Tuero y Félix González Llana en las obras teatrales El matrimonio de Olimpia y Fernández.

El ser hombre horro de ambiciones de medro y de fama y la nostalgia creciente por la tierra de nacimiento, le determinaron a regresar a ella. Residió entonces por espacio de algunos años en Infiesto, y aquí contrajo matrimonio con doña Dolores Mestas, de distinguida familia piloñesa.

A la mediación de Clarín y otros antiguos condiscípulos que eran catedráticos de la Universidad, alcanzó en 1899 el nombramiento de secretario general de ese centro docente. Dedicado al desempeño de ese cometido,que llenó con la más inteligente dedicación, transcurrieron los últimos años de su vida, hasta el fallecimiento, ocurrido el 30 de enero de 1911.

En estos años fué cuando el poeta bable produjo y publicó numerosas composiciones por diversos periódicos ovetenses y avilesinos, algunas revistas ilustradas, como Ias de Muros del Nalón, El Nalón y la Ilustración Asturiana, y publicaciones madrileñas, como la revista Asturias órgano del desaparecido Centro Asturiano. También alcanzó algunos premios en certámenes literarios.

Su producción poética continúa casi íntegramente desperdigada en publicaciones de su tiempo, no obstante los buenos y ya olvidados propósitos de recoger la mejor parte de ella en un volumen, sobre lo cual existe un viejo acuerdo de la Diputación provincial, dispuesta a subvencionar los gastos de edición.

 

Obras publicadas en volumen:

I.—Batalla del Guadalete. (Oviedo; poema reproducido en Los Nuevos bablistas, Gijón, 1925. de E. Gra-Rendueles).

Il.—La batalla de Sao en Cuba, ganada por el general Canella (Oviedo, 1896; poema con un prólogo de Clarín).

IIl.—Memoria universitaria del curso 1898-99. (Oviedo, 1901; folleto con apéndices de datos estadísticos).

 

Referencias biográficas:

Anónimo – Una necrología (En El Carbayón, Oviedo, 31 de enero de 1911)

Clarín – Hay entresuelo. (Como prólogo al volumen II de la anterior relación)