ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

QUINTANA MENENDEZ (Antonio)

Literato en prosa y verso de mediados del siglo XIX. “Uno de los poetas – dice Fuertes Acevedo contemporáneo suyo – que más hubieran honrado a la villa de Llanes, su patria, si la muerte no le hubiera arrebatado en la flor de la vida”.

Nació Quintana Menéndez en humilde hogar de Llanes en el año 1827, hijo de don Celedonio y doña Luisa de esos respectivos apellidos. La desgracia, asociada a la pobreza, le perseguía desde niño. Huérfano en la infancia, le recogió a su abrigo un tío suyo, sacerdote, que hizo de padre y de maestro. Cuando, por su aplicación, permitía el muchacho mayores esperanzas en los estudios, la muerte le deja sin profesor ni amparo. Recogido por una abuela, falta de todo recurso para que pudiera continuar los estudios, necesitó apelar a su propio esfuerzo para poder subsistir. Entonces obtuvo una plaza de escribiente en el Ayuntamiento, que desempeñó por espacio de tres años.

El vagar que este destino le permitía lo dedicaba a enriquecer sus conocimientos y esto le permitió concebir el propósito de dedicarse a la enseñanza. Trasladado a la villa de Parres se dedicó en ella durante algunos meses a dar lecciones particulares de Gramática latina y castellana. Vuelto a la villa de nacimiento, continuó en ella esas actividades docentes, que le permitían desenvolver su vida aunque modestamente.

Como expansión a esa principal vocación suya, comenzó a cultivar las letras en versos y prosa; Escribió diversas composiciones poéticas y algunos trabajos en prosa, que comenzaron a circular en copias manuscritas entre sus convecinos, granjeándose con ellas la general admiración. También escribió una comedia, que se representó en la villa natal con éxito.

Amigos y conocidos, cada vez más en la creencia de que tenían Quintana a un escritor cuyo ingenio merecía un medio más propicio para su florecimiento, se dispusieron a protegerle para que se trasladara a Madrid, y así lo hicieron costeándole el viaje.

Ya en Madrid, bajo la protección de Lorenzo Nicolas Quintana, pariente suyo reseñado más atrás y a la sazón alto empleado en el Ministerio de Hacienda, pudo alcanzar un empleo de oficial tercero en la Dirección de Contribuciones Indirectas, con lo que su vida quedó centrada en situación favorable para poder dedicarse a sus nobles aficiones.

A esta época corresponde cuanto ha quedado impreso de su producción literaria, pues dejó al parecer una considerable cantidad de trabajos inéditos, incluso algunas piezas teatrales. De entonces es el único libro publicado: una novela de ambiente asturiano inacabada, que se anota luego. También publicó por entonces dos novelitas en folletines de El Faro Asturiano, artículos y poesías en otras publicaciones ovetenses como El Libro Verde y la Revista de Asturias, primera época (1858-59).

Pero al camino de los éxitos de salió la muerte, a truncar las firmes promesas de literato ilustre que ofrecía. Amenazado desde niño por el bacilo de Koch, éste acabó por adueñarse de su organismo, y lo derrumbó violentamente, sin que sirviera de defensa al ataque que se retirara a la villa de nacimiento en busca de nuevas energías, en la cual falleció en 1860.

 

Obras publicadas en volumen:

I.—Flor del valle. (Madrid, 1856; novela incompleta; primer tomo)

 

Trabajos sin formar volumen:

1.—Los héroes de Covadonga. (En la Revista de Asturias, Oviedo, 1858; poesía).

2.—Héroes asturianos: Diego Menéndez de Avilés. (En idem, 1859; biografía).

 

Referencias biográficas:

Suárez Españolito (Constantino) — Asturianos de antaño. Vidas truncadas Antonio Quintana Menéndez. (En el Diario de la Marina, Habana, 8 de enero de 1933).