ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

RICO Y ARIAS DE MIRANDA (Cipriano).

Registrador de la Propiedad y escritor en prosa y verso del siglo XIX, que alcanzó los primeros años del XX. Padre de Marcelino RIco y Rico (?) del que se da referencia más adelante.

Nació en Luarca el 26 de setiembre de 1832. Fueron sus padres el abogado don José y doña Francisca de esos apellidos respectivos, matrimonio que se desenvolvía en desahogada posición económica.

Hechos los estudios primarios cursó el bachillerato en un Colegio de la villa de Grado desde 1845 al 50, en que alcanzó el grado correspondiente. Después siguió los estudios de la Facultad de la Universidad de Oviedo, en la que fué investido de licenciado en Derecho civil y canónico. Algún tiempo después se hizo registrador de la Propiedad (1863) y a esta profesión se dedicó por espacio de cuarenta años.

Desde los tiempos de estudiante universitario se dedicó al cultivo de la música y la literatura. Se inició con trabajos en prosa y verso en periódicos ovetenses de juventud y algunos editados en Luarca, como El Gorrión, El Ciempiés, Heraldo de Occidente y otros. En fecha algo posterior, por los años de 1860 al 70 colaboró asiduamente en El Faro Asturiano de Oviedo.

Desempeñó el cargo de registrador de la Propiedad sucesivamente en Ponferrada, Luarca, Liria, Zamora, Frechilla, Avilés, Murcia y Madrid, jubilándose aquí en 1902. En todas partes fué persona muy apreciada por su cultura y don de gentes; en algunas dejó muestras de escritor en la prensa local.

Además de haber ejercido algún tiempo en Luarca la profesión, nunca desperdiciaba la oportunidad de pasar en la villa natal temporadas y en ella contrajo matrimonio, por lo que se puede decir que a pesar de la ausencia se le seguía contando como un vecino más.

En dicha villa fundó en 1882 el periódico La Crónica de Luarca, que dirigió posteriormente Eustaquio Galan y Palicio.

Además de haber ejercido algún tiempo en Luarca la profesión, nunca desperdiciaba la oportunidad de pasar en la villa natal temporadas y en ella contrajo matrimonio, por lo que se puede decir que a pesar de la ausencia se le seguía contando como un vecino más.

En dicha villa fundó en 1882 el periódico La Crónica de Luarca, que dirigió posteriormente Eustaquio Galán y Palicio.

Cuando la desamortización de los bienes de la Iglesia adquirió la Propiedad del amplio campo conocido por la Atalaya, que luego donó a la villa. En 1901 construyó un teatro que dedicó a la juventud para que en él tuviera adecuado ambiente la afición al arte escénico.

Fue hombre muy bien relacionado con personalidades de fuste en las letras y la política de su tiempo.

Falleció en la villa natal el 17 de octubre de 1904.

 

Obras publicadas en volumen:

I.—Diccionario de ideas afines. (Barcelona, s. a; en colaboración , con Teodomiro Moreno).