Abogado, político y escritor contemporáneo, fallecido, que gozó de prestigio en el foro madrileño y fue figura relevante en la política conservadora de la Monarquía. Hermano del que le sigue.
Nació Rodríguez San Pedro, por otros apellidos los de Díaz de Argüelles, en la villa de Gijón. Se indican los años 1830 y 1833 como el de su nacimiento; de la hoja de estudios se desprende que ha sido el primero. En cuanto al día, el 30 de junio.
No cursó la carrera de Derecho en la Universidad Central, como se indica en algún sitio, sino en la de Oviedo. En la Facultad de Filosofía ingresó al comenzar el curso de 1841 y fué graduado de bachiller el 20 de junio de 1846. Luego siguió los estudios de la Facultad de Jurisprudencia, en la que fué investido de licenciado el 12 de junio de 1853. Probablemente cursó luego los estudios del doctorado en Madrid y acaso fué de esa Universidad profesor auxiliar; nada sabemos de cierto sobre esto.
Concluida la carrera, abrió bufete de abogado en Oviedo. Pocos años después se trasladó a Madrid, donde pronto conquistó crédito hasta conseguir que su nombre brillase en el foro como uno de los más notables jurisconsultos de la Capital.
A las dedicaciones de la abogacía asoció actividades de escritor y políticas como militante en las filas conservadoras. Mientras en el Colegio de Abogados figuraba en los puestos directivos y en la Academia de Jurisprudencia y Legislación brillaba por su saber, en el campo de la política alcanzaba por primera vez representación parlamentaria en 1872 como diputado a Cortes por la villa de nacimiento.
Pero cuando su personalidad empezó a cobrar mayores vuelos fué después de la restauración de la Monarquía con Alfonso XII, en 1875. Figuró desde ese año como concejal del Ayuntamiento de Madrid, en el que desarrolló una gestión plausible.
En 1884 fué electo diputado a Cortes por los distritos de Alcoy (Alicante) y Pinar del Río (Cuba); optó por esta última representación que ostentó hasta 1890. En este mismo año fué elevado por Real decreto al cargo del alcalde-presidente del Ayuntamiento madrileño, puesto que desempeñó acertadamente por espacio de algunos meses. En 1891 salió triunfante su candidatura de diputado por Guanajay (Cuba), distrito que continuó representando hasta 1897. Después volvió al Congreso como diputado (1898-99) otra vez por Pinar del Río. En este último año pasó al Senado como senador vitalicio, y fué de él vicepresidente hasta 1901.
Sus intervenciones políticas en los debates del Congreso y en la labor de las Comisiones parlamentarias le dieron crédito de hombre enterado en cuestiones económicas y sociales. Esto le llevó al desempeño de cargos político-administrativos de responsabilidad, como los de vocal del Consejo de Sanidad, de la Junta de Aranceles y Valoraciones (1895), de la Comisión de Códigos y de la Junta de Pesas y Medidas (1902). Ese predicamento político, unido al que gozaba como letrado, le proporcionaron altos cargos de índole privada, de gran rendimiento económico. Figuran entre éstos el de administrador de la Compañía de Ferrocarriles del Norte, en la que fue elevado en octubre de 1894 a presidente del Comité ejecutivo y más tarde a presidente del Consejo de Administración, y también el de presidente del Consejo de Administración (1903) del Crédito Ibero-Americano.
Por esos últimos tiempos del siglo XIX prestó su influencia política a la sociedad Unión Ibero-Americana, creada para el estrechamiento de las relaciones con las Repúblicas de América, y de la que fué presidente por espacio de muchos años. Por su cooperación como tal presidente al éxito del Congreso Hispano-Americano celebrado en Madrid en 1900, labor a la que coadyuvé notablemente Jestis Pando y Valle, secretario de la misma institución, le fué concedida en el mes de octubre la Gran Cruz de la Orden de Carlos II, Orden de la que, años adelante, en 1915, fue favorecido con el Collar.
Prestó asimismo su concurso al auge de otras instituciones especialmente a la Academia de Jurisprudencia y Legislación, de la que fué elevado a la vicepresidencia en marzo de 1886. También contó con sus valiosas aportaciones el Centro de Asturianos, en el que pronunció en abril de 1895 una de sus mejores conferencias, sobre el tema Espíritu de Asociación en Asturias.
La culminación de su personalidad política le legó ya entrado el siglo XX. Militante en las filas dirigidas por Francisco Silvela, al formar éste Gobierno en marzo de 1903 le llevo a su lado como ministro de Hacienda; solo unos meses, hasta el de julio, regentó ese Ministerio. ero en el mismo año, en diciembre, volvió al Gobierno como ministro de Estado, departamento del que estuvo al frente un año. Más tarde, en 1907, se le confirió la cartera de Instrucción Pública. Uno de los últimos altos destinos por él desempeñados fue el de miembro del Consejo de Estado (1910).
Entre otros honores figuran algunas condecoraciones extranjeras como la Gran Cruz y Collar de la Orden de Santiago, portuguesa (1903), y el Gran Cordón de la Legión de Honor, francesa (1905). También fue académico de número de la de Ciencias Morales y Políticas, elegido el 18 de julio de 1907.
Los últimos años de su vida vivió bastante apartado de toda actividad. Dejó de existir en Gijón el 1 de marzo de 1925, ya nonagenario.
Obras publicadas en volumen:
I.—Comentario a las leyes de minas y sociedades mineras, (Madrid, 1861; en colaboración con su hermano Joaquin).
Il.—Impugnación a las doctrinas libre-cambistas profesadas en el Ateneo de Madrid, durante el curso de 1861 a 1862; o sea, colección de los artículos que sobre ellas publicó el diario político “El Reino”, escritos por… (Madrid, 1862; en colaboración con varios autores, entre ellos Alejandrino Menéndez de Luarca).
III.—Discursos pronunciados por el señor diputado a Cortes por la provincia de Pinar del Rio…, combatiendo el proyecto de ley presentado por el ministro de Hacienda para el arriendo de la venta del tabaco en la Península e islas Baleares. (Pinar del Río, Cuba, 1887).
IV.—Discurso leído como ministro de Instrucción Pública en la Universidad Central, en la inauguración del curso de 1907-8. (Madrid, 1907).
Trabajos sin formar volumen:
1.—¿Existe el derecho de reivindicar una finca que hace 46 años fué vendida “a carta de gracia” y con el pacto de poderse redimir y quitar siempre que plazca a los vendedores? (En la Revista General de Legislación y Jurisprudencia, Madrid, 1870, tomo XXXVI).
2.—Concepto de la responsabilidad jurídica, (En idem, 1911 tomo CXIX; discurso de apertura de estudios como presidente de la Academia de Legislación y Jurisprudencia).
Referencias biográficas:
Anónimo.—Breve resumen del pleito promovido por don Faustino Rodriguez San Pedro a la Sociedad Anselmo Cifuentes y Compañía, de Gijón, reclamando reales vellón 2.676.460,36 como remuneración de sus servicios. (Madrid, 1885; folleto).
Blanco (Ramiro).—Los asturianos de hoy: Don Faustino Rodriguez San Pedro. (En Asturias, órgano del Centro de Asturianos, Madrid, diciembre de 1890).