Tio del indicado anteriormente y reseñado en Ron Bernardo de Quirós. Eclesiástico, algún tiempo miembro de la Compañía de Jesús.
Nació en Cecos (Ibias) en 1621, en el seno de una familia linajuda y acaudalada; fueron sus padres el de iguales nombre y apellidos y doña Leonor de Navia y Valdés. Ocupó el lugar tercero en la descendencia y fué heredero de las casas de Cecos, Ibias y Marentes por muerte de los dos hermanos mayores y consentimiento del menor, don Alfonso, ya que estaban excluidos los eclesiásticos, y en favor del cual renunció al patrimonio al ingresar en la Compañía de Jesús.
Desconocemos dónde hizo los estudios eclesiásticos, que suponemos haya sido en la Universidad de Salamanca. Después de ordenado de sacerdote fui jesuita algún tiempo. Abandonó la Compañía cobrando de nuevo su libertad. Antes o después fue profesor de Filosofía y Teología y antes y después viajó mucho por Europa, con lo que enriqueció grandemente su vasta ilustración.
Dice González de Posada en Memorias históricas que después de abandonar la Compañía “fue capellán del Consejo de Flandes con rentas eclesiásticas; corrió Cortes, padeció muchos trabajos y vio por todas caras a la fortuna; tuvo canonjía en la metropolitana de Santiago y la resignó con pensión para vivir con más libertades; tuvo otra en León y también otros beneficios en otras partes, y fue calificador de la Suprema”.
Por su vasto saber en Genealogía, Heráldica y Humanidades mereció grandes elogios de sus contemporáneos y eruditos posteriores. “Hay noticias y alabanzas de este asturiano – dice el citado autor – en la cartilla de niños, Palacio de Momo y Jornada de los coches a Alcalá, obras de don Luis de Salazar, de don Gabriel Alvarez de Toledo, del marqués de San Felipe y otros literatos de su tiempo; y en el Memorial de don José Pellicer por el conde de Miranda, llamándole doctísimo varón”. También le ensalza Franckenau. Y en el Compendio anual de de Europa, según el antes citado Ron y Florez Valdés, se le pondera como “hombre de singulares y raras noticias”, muy erudito en todo género de literatura”.
El último cargo que desempeñó fué el de abad de Moncejón, donde dejó de existir en 1703 ya octogenario.
Obras publicadas en volumen:
I.- Genealogía de la casa de Rivera en Asturias (Madrid, 1690)
Trabajos sin formar volumen:
1.- Censura (Al frente de la obra Sol de la Medicina, de Juan Guerrero, Madrid, 1682)
2.- Aprobación (Al frente de la obra Constancia de la fe y aliento de la Nobleza española, del P. Juan Cortés Ossorio, Madrid, 1684)
3.- Respuesta al “Discurso” sobre si el cuerpo de la gloriosa Santa Eulalia de Mérida le trajo a Asturias el rey D. Silo o el rey D. Pelayo, con las demás reliquias de la Santa Iglesia de Oviedo. (Trabajo incluído en la obra Timbre asturiano, Madrid, 1672, de Felipe Bernardo de Quirós, fechado en Valladolid a 16 de diciembre de 1670)
Obras inéditas:
-El tizón de Asturias (MS. del que se ha catalogado una copia en la casa de Meres)