Funcionario del Estado y escritor contemporáneo, fallecido. Nació en Oviedo el 26 de febrero de 1850, hijo del que fué rector de la Universidad y escritor, reseñado a continuación León Salmeán y Mendayo y doña Luisa Gotarredona y Barchino. El primer apellido del padre, eliminado por éste. era el de Pérez, por lo que los verdaderos de Alejandro Salmeán eran los de Pérez Gotarredona.

En 1861 ingresó en el Instituto de segunda enseñanza de la ciudad de nacimiento, y en él cursó el bachillerato, grado que obtuvo el 16 de junio de 1866. Pasó luego a la Universidad, alumno de la Facultad de Derecho, en la que fué investido de licenciado y doctor en Derecho civil y canónico en febrero y setiembre, respectivamente, de 1871, a los veintiún años. También hizo algunos estudios de la Facultad de Filosofía y Letras.

Estudiante universitario comenzó a sentir vocación por la literatura y colaboró en algunos periódicos ovetenses, pocas veces con su firma.

Después de concluidos los estudios se trasladó a Madrid para emprender la carrera administrativa, que comenzó con modestos destinos en los Ministerios de Gracia y Justicia y Fomento, en los que fué ganando rápidamente ascensos y consideraciones por su capacidad y ejemplar conducta. Prestó servicios también en las en su tiempo llamadas Secciones de Fomento. en varias provincias. En 1886 fué una temporada secretario particular del director general de Obras Públicas y luego pasó al Negociado de Bellas Artes de la Subsecretaría de Instrucción Pública, en el mismo Ministerio de Fomento. En ese mismo año, en el mes de agosto, se le confirió el puesto de delegado del Gobierno cerca de la Compañía del Canal de Urgel. con lo que fijó su residencia en Barcelona por espacio de algún tiempo.

Antes de esa fecha. y alternando con las ocupaciones burocráticas, continuó desarrollando en Madrid actividades de escritor, ya iniciadas en Oviedo, y continuó colaborando en publicaciones de esta ciudad, entre ellas la Revista de Asturias en su segunda época (1879-83) y el diario El Carbayón. Además de su verdadero nombre ha solido emplear los seudónimos de Naenlas y N. Mesalán, combinaciones de su apellido.

Figuró entre los más entusiastas que en 1881 promovieron la idea de fundar el Centro de Asturianos. sociedad de la que fué más adelante un secretario ejemplar. Contribuyó también a la fundación y sostenimiento del Boletín (1885). órgano de esa institución.

También prestó su valioso concurso a otras instituciones culturales. como la Sociedad Económica Matritense, en la que se le dió ingreso en 1884 y en la que fué secretario muchos años de una de las Secciones; y la Academia de Legislación y Jurisprudencia, en la que se le eligió presidente de Sección en 1885.

Después de su regreso de Barcelona. y alternadas con más altas funciones en el aludido Ministerio, Como las de secretario de la Dirección General de Obras Públicas y secretario también de Sección en el Consejo Superior de Agricultura, Industria y Comercio, continuó las actividades intelectuales, principalmente en las tres entidades mencionadas. Desde luego. con preferencia en el Centro de Asturianos. Al periódico entregó los mejores frutos de su pluma por espacio de más de treinta años, con tal asiduidad que llenarían muchos volúmenes los trabajos por él publicados. Al ser transformado el Boletín. con la marcha de su director Bernardo Acevedo y Huelves a Oviedo (1890). en la revista ilustrada Asturias, pasó a dirigirla Salmeán. y estuvo al frente de ella hasta 1904, para volver a la dirección en 1909. Esto no le impidió atender otras colaboraciones, especialmente como crítico de arte y con mucha asiduidad en La Gaceta Musical.

Por sus conocimientos artísticos. la Academia de Bellas Artes de Oviedo le llevó a su seno en febrero de 1914. Entretanto. su extenso saber en otras manifestaciones le dió representación en diversos Congresos nacionales e internacionales celebrados en España.

Ya en edad muy avanzada, a los sesenta y tres años. contrajo matrimonio (1913) en Madrid con la señorita Emerita Moreno Somoza.

Era hombre tan modesto que rehuyó siempre los puestos de brillo y las distinciones y condecoraciones. Llegó a tal extremo esa su condición de carácter que, habiéndole querido agasajar con un banquete. declinó el homenaje de modo tan definitivo que adelantó su marcha a Oviedo, una de las frecuentes veces que iba a la ciudad de nacimiento de temporada.

Falleció Alejandro Salmeán en Madrid el 26 de enero de 1918.

Referencias biográficas:

Anónimo.—Un boceto biográfico. (En El Eco de Madrid. marzo de 1908).

Idem.—Apuntes necrológicos de varios periódicos. (En la reviste Asturias. órgano del Centro Asturiano. Madrid, febrero de 1918).

Ladreda (F.).—Alejandro Salmeán. (En ídem, enero de 1918).