ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

SALMEAN (León P. de).

Sabio naturalista y químico del siglo XIX, muchos años catedrático y rector de la Universidad de Oviedo, gran propulsor de los estudios científicos en Asturias. Padre del reseñado anteriormente. Aunque no nació en Asturias, su vida ha sido la de un verdadero asturiano entre los más ilustres. Por ningún otro trozo del suelo español sintió tan hondas devociones. Asturiano, pues, debe considerársele y más concretamente ovetense. En Oviedo, dice un comentarista anónimo en la revista Asturias, “vivió sesenta años sin salir de su recinto. más que brevemente en aciagas circunstancias, prisionero de guerra, y allí falleció, querido y respetado por cuantos le conocieron”.

Sus apellidos verdaderos son los de Pérez de Salmeán y Mendayo, el primero de los cuales no se sabe que haya usado nunca. Nació en Madrid el 20 de febrero de 1810.

Comenzó sus estudios en el Colegio Imperial establecido en Madrid por la Compañía de Jesús. del que pasó a cursar Humanidades y Filosofía al de Doña María de Aragón. Definida su vocación por las ciencias y no creada esta Facultad en las Universidades todavía, siguió tales estudios en los centros madrileños dedicados a ellas, tales como la Dirección de Minas. Museo de Ciencias Naturales, Conservatorio de Artes y Jardín Botánico. De todos los conocimientos acopiados obtuvo el erado de bachiller en el año 1830 con calificación de sobresaliente. Al mismo tiempo hizo estudios en la Escuela de Farmacia, en la que, un año antes, a los diecinueve de edad, fué nombrado ayudante preparador de laboratorios químicos y se le confió por entonces la dirección facultativa de la primera fábrica de productos químicos establecida en Madrid. En 1831 le fué adjudicada una cátedra de Química aplicada a las artes que desempeñó por espacio de más de dos años.

En 1834 se le concedió una plaza de catedrático en la Universidad de Oviedo. y en esta población transcurrió el resto de su vida, consagrado con todo amor a la enseñanza. Fué durante los diez primeros años catedrático de Química general y aplicada y luego de Física experimental (1845-47). Historia natural y Fisiología. en las Facultades de Ciencias y Medicina. Después de abierto a la función docente el Instituto de segunda enseñanza (1855) para sustitución de la Facultad de Filosofía, fué también en ese Instituto profesor de Elementos de Física y Química, Historia natural y Fisiología e Higiene. También lo fué en la Escuela para Obreros sostenida por la Sociedad Económica de Amigos del País. de Mecánica racional y Física y Química. Estuvo además a su cargo la dirección del Jardín Botánico y del Observatorio Meteorológico. Y, al mismo tiempo. sostuvo una Academia de Matemáticas, por él fundada, que gozó de sólido renombre. Y toda esta amplia función educadora la desarrolló con tal capacidad que. según un comentarista. “muchos catedráticos y doctores, ganosos de oír al joven y sabio profesor y de refutar sus experimentaciones, algún tanto atrevidas en aquella época. acudían a sus lecciones”.

Ejerció esa función docente despreocupado de alcanzar los grados superiores universitarios, hasta que por conveniencia profesional se graduó de licenciado en Ciencias físico-naturales en 1854.

En los primeros tiempos de su residencia en Oviedo tuvo comienzo la primera guerra civil (guerra carlista) provocada por el pretendiente al trono don Carlos de Borbón: León Salmeán, de ideas liberales, sentó plaza en las Milicias nacionales, en las que prestó servicios con’ categoría de suboficial. En un encuentro en Barco de Soto con las fuerzas del cabecilla Gómez, cayó prisionero de éstas el 6 de julio de 1836, y con ellas siguió en calidad de prisionero por tierras de Asturias, Galicia y León, hasta que, junto con otros compañeros de armas, consiguió evadirse en la acción de Escaso, y regresó a Oviedo cuando ya en la ciudad le contaban entre el número de muertos por las tropas insurgentes.

Poco después, en 1837, se casó con doña Luisa Gotarredona y Barchino, que era viuda de Romera Briones, y que también llegó a octogenaria y a sobrevivirle, aunque sólo unos meses.

La Universidad fué como su segundo hogar. Desde 1851 fué decano de la Facultad de Filosofía hasta la creación del Instituto. Y lo fué también desde 1858 de la de Ciencias hasta que en 1860 quedó suprimida esta Facultad universitaria. En este año comenzó a compartir las actividades de profesor con las cátedras del Instituto, en el que creó una de Taquigrafía, arte que poseía también con extraordinaria idoneidad. Pocos años después, en 1866, fué elevado al puesto de rector de la Universidad, puesto que desempeñó con algunas interrupciones hasta 1888, Interrupciones seguramente determinadas por sus opiniones liberales, sustentadas con brío. Dejó de serlo desde 1867 al 68, tiempo en el que fué vicerrector bajo el rectorado de Domingo Alvarez Arenas; se le depuso en 1876 para volver poco después a ocuparlo; volvió a ser suspendido en él en 1884, desempeñándolo entonces Juan María Rodríguez Arango. y se hizo cargo nuevamente del Rectorado en el 86 hasta que renunció definitivamente en el 88. Refiriéndose a su gestión como rector dice Canella y Secades en Historia de la Universidad: “Grandes fueron sus desvelos uno y otro año para mejorar y engrandecer la Universidad, en favor de la que acudió incesantemente a la Superioridad y a los asturianos influyentes… pudiendo decirse que casi dejó un edificio rejuvenecido totalmente cuando cesó en la jefatura académica. Amó a la Escuela como a su casa propia. y aún enfermo, rendido por los años visitó diariamente, mientras humanamente pudo a su querida Universidad. y puede decirse que murió pensando en ella”.

Aparte de sus imponderables esfuerzos rectorales, que elevaron el tono de la Universidad ovetense, guardan los anales de este centro docente recuerdos suyos tan importantes como los de haber instalado un pequeño Observatorio meteorológico y la formación de una iconoteca de ilustres personalidades asturianas, Cosas ambas que desaparecieron cuando el incendio de la Universidad durante la revolución de octubre de 1934.

De sus observaciones y experiencias en el Observatorio publicó unos resúmenes mensuales desde 1850 al 66, actividad iniciada por él en España y por la que mereció laudos oficiales.

De su labor científica universitaria, aparte el extraordinario mérito que supone el que se hayan formado en sus enseñanzas y orientación varias generaciones de estudiantes, algunos de los cuales alcanzaron brillo nacional, se pueden recordar actividades que justifican la alta personalidad por él conquistada en el ámbito nacional y aun de fronteras afuera.

En este sentido da algunos detalles Miguel Merino con estas palabras: “Fué el primer profesor de Química que se ocupó en Asturias de la extracción del yodo de las algas marinas. A petición y por delegación inexcusable de personas dignas de respeto, de Corporaciones y autoridades, practicó numerosos trabajos de análisis y ensayos químicos; como los referentes a la composición y propiedades de las aguas ferruginosas de Mieres (1834). azoadas, salinas de Caldas de Priorio (1835-1854), sulfurosas de Beyures de Nava (Fuensanta), y otros muchos manantiales de muy variada naturaleza. así como de diversos productos industriales, substancias alimenticias y resíduos sospechosos, como indicios de criminalidad, sometidos a la apreciación difícil y fallo temeroso de la Justicia”.

En algunos de esos análisis de aguas le prestó colaboración su discípulo y también sabio químico asturiano José Ramón Fernández Luanco (número I).

Acaso uno de sus principales méritos científicos consistió en el experimento desarrollado en la capilla de la Universidad el 2 de septiembre de 1860 para demostrar el movimiento de rotación de la Tierra por medio del péndulo de Foucault y de cuyo éxito se hicieron eco con aplauso la prensa asturiana y las más importantes publicaciones científicas madrileñas. Por cierto que cuarenta y dos años después, como es corriente cuando de inventos o descubrimientos de españoles se trata. habría de hacer lo mismo en París (1902), en el Panteón Nacional, Camilo Flammarión, dándosele entonces al suceso una importancia y resonancia mundiales como a cosa original y nunca vista ni oída,

De esa labor de estudio, investigación y experiencia desarrolló actividades literarias en periódicos ovetenses, particularmente en El Faro Asturiano, en publicaciones científicas de Madrid. como la Revista de los Progresos de las Ciencias, y en volumen, si bien la principal producción en esta forma ha quedado inédita. Con los temas científicos ha alternado. aunque poco. los de índole política desde su posición liberal. También figura en esa labor de publicista una gran cantidad de informes de carácter oficial en relación con sus actividades de profesor y rector, de juez de exámenes y oposiciones y delegado para numerosas comisiones al servicio del Estado.

Fuera de la Universidad participó como miembro entusiasta en entidades ovetenses que propendieran al bienestar y engrandecimiento regionales. Fué presidente de sección muchos años (1840-76) de la Sociedad Económica de Amigos del País, presidente de la Comisión de Monumentos (1849-57) y elemento directivo también del Ateneo (Academia Científica y Literaria). Academia de Bellas Artes de San Salvador, Junta provincial de Instrucción Pública, Asociación de Ganaderos y otras instituciones.

Fué miembro correspondiente de la Sociedad Geográfica de Francia desde 1856 y de la Academia de Ciencias Exactas. Físicas y Naturales, de Madrid. desde 1858. Estaba en posesión de la Encomienda de la Orden de Carlos MI y de la Gran Cruz de Isabel la Católica, concedida ésta en 1872. Al cesar como rector de la Universidad, el Gobierno le confirió los honores (1888) de jefe superior de Administración civil.

Al dejar el rectorado continuó como catedrático excedente con el número uno del escalafón hasta que fué jubilado el 26 de julio de 1892, Antes del año, ya muy achacosa su salud. dejaba de existir en su amada ciudad: 2 de setiembre de 1893.

 

Obras publicadas en volumen:

1—Análisis cualitativo del agua de los manantiales y fuentes de Oviedo y sus inmediaciones. (Oviedo. 1857: en colaboración con José Ramón Fernández Luanco por encargo del Ayuntamiento ovetense; estudio publicado antes en la Revista de los Progresos de las Ciencias).

II.—Resumen de las observaciones meteorológicas hechas en la estación de la Universidad de Oviedo. (Oviedo. 1862).

 

Trabajos sin formar volumen:

1.—Programa de enseñanza de D. León Salmeán, profesor de Química aplicada a las artes por R. O. del 1 de diciembre 1833 y encargado de la cátedra de Física experimental por acuerdo del Claustro de esta Universidad literaria en el año de 1836. (Trabajo de cinco páginas publicado con otros programas al final del discurso de apertura de curso del mismo año. Oviedo. 1844).

2.—Observaciones sobre el estado actual de los trabajos mineros en las pertenencias cinábricas de Mieres. (En la Memoria de la Junta general de la Sociedad minera Unión Asturiana, Oviedo. 1844: en colaboración con Paillete).

3.—Ensayos químicos de los minerales cinábricos de los trabajos mineros de Mieres. (En idem).

4.—Ensayos de la galena argentifera de la mina. (En idem, en colaboración con Toreno, Schulz y Paillete).

5.—Centón filosófico. (En Asturias, Órgano del Centro Asturiano, Madrid. enero a julio de 1913: selección de pensamientos, muchos de ellos estampados al margen de los libros de su biblioteca y recogidos por su hijo Alejandro).

 

Obras inéditas:

Tratado de Física experimental. (MS. de paradero desconocido).

—Tratado de Química orgánica e inorgánica, (MS. ídem).

—Nociones de Historia natural. (MS. ídem).

—Necesidad de la instrucción teórico-práctica para la clase obrera.(MS. ídem).

 

Referencias biográficas:

Anónimo.—Una semblanza. (En El Magisterio Español, Madrid, junio de 1884: trabajo reproducido por El Carbayón, Oviedo, 26 de diciembre del mismo año).

Idem.—Una necrología. (En ídem, 4 de setiembre de 1893).

Idem.—Galería biográfica: Don León Salmeán. (En Asturias. órgano del Centro de Asturianos. Madrid. diciembre de 1893).

Idem.—Un panegírico. (En El Carbayón. Oviedo. 1 de setiembre de 1894).

Idem.—Un estudio biográfico. (En la Revista de España, Madrid).

Lago (José María!.—Un estudio biográfico. (En La Universidad.

Barcelona. 1888: trabajo reproducido por El Carbayón, Oviedo. noviembre. y Boletín del Centro de Asturianos. Madrid, diciembre, 1888).

Merino (Miguel).—Don León Salmeán y Mendayo. (En el 4º anuario de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Madrid,1894).