ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

SUAREZ INCLAN (Estanislao).

Por otros apellidos, los de González Llanos. Personalidad que descolló en la política liberal de la Monarquía, en la segunda mitad del Siglo XIX, por su capacidad y hombría de bien. Llegó en la Administración y en la Política a muy elevados destinos, dejando en todos ellos el rastro perdurable de una inteligente actividad y una probidad a toda Prueba. Reconocieron esto hasta sus adversarios. No encontró censuras ni en los que anónimamente enjuiciaron su vida pública. “Incapaz —dice Fernández de los Ríos y Prieto en su obra la Asamblea constituyente de 1869— de subordinar sus convicciones a ningún género de interés. fuera del interés sagrado de la patria. ha sido en su carrera administrativa tan consecuente y probo como en su vida pública”.

Estanislao Suárez Inclán, padre do los tres que con los mismos apellidos van reseñados a continuación, nació en el seno de distinguida familia, en Avilés, el 7 de mayo de 1822. Hechos en la villa natal los estudios de Latinidad y Humanidades, siguió en la Universidad de Oviedo los de las Facultades de Filosofía y Jurisprudencia, hasta ser investido del grado de Licenciado en Derecho.

“Desde la Universidad —dice Protasio González Solís. su coetáneo— se reconoció que Suárez Inclán, por su talento, por su aplicación y sus hábitos de seriedad y de templanza llegaría, como llegó. a la cumbre de cualquier carrera que emprendiera”.

Después de concluida la carrera se estableció como abogado en la villa de nacimiento. Pero más que a las tareas forenses estuvo atento a enriquecer su ilustración en materias económicas y administrativas» temas sobre los que desarrolló actividades periodísticas en la prensa ovetense, como preparación para la carrera política a que se sentía inclinado. Esa preparación intelectual y las cualidades personales que le adornaban le fueron dando rápidamente relieve político, al punto de que a la edad de veinticinco años (1847) fué electo diputado provincial por el distrito de Avilés, cuando a esos puestos se solía llegar entonces en edad madura.

Por ese tiempo o algo antes contrajo matrimonio con doña Candida González Villar y Jove. también de distinguida familia asturiana, que habría de sobrevivirle muchos años, fallecida ya muy anciana en 1906.

Su carrera política comienza verdaderamente en 1849, al se electo diputado a Cortes en elecciones parciales por ese mismo distrito de Avilés. Sólo ostentó unos días esa representación, por haber sido disueltas las Cortes enseguida. Pero fué diputado después por dicho distrito avilesino en doce elecciones, hasta 1878, Hubo en esa su representación tres paréntesis: dejó de tenerla en las Cortes Constituyentes de 1854 al 56, en que las elecciones se celebraron dividida la provincia en dos grandes circunscripciones; también en las Cortes ordinarias que precedieron a la caída de Isabel segunda (1866-68). y desde 1872 hasta las primeras elecciones celebradas (1876) después de la restauración de la Monarquía con Alfonso XII. Cesó como diputado, sustituido por el que luego lo fué también muchos años. Julián García San Miguel. que ya le había reemplazado en 1872, En esta ocasión le envió Asturias como su representante electivo al Senado y volvió a ser senador electo al quedar sin acta de diputado, desde 1879 hasta que el 29 de setiembre de 1881 se le nombró senador vitalicio. Tal es el esquema de su carrera parlamentaria. |

Simultáneamente al parlamentario se fué desenvolviendo el escritor. aunque muy en segundo plano. En los primeros tiempos de su carrera política figuran entre los periódicos donde colaboró con mayor asiduidad, desde 1854 en adelante, los dirigidos por Protasio González Solís, El Independiente y El Faro Asturiano, periódicos que, según el citado autor. “insertaron notables artículos de Suárez Inclán sobre materias administrativas. con la particularidad de que nadie creería que estaban trazados para un periódico de provincia; pues al ocuparse de las necesidades locales, se extendía el autor en consideraciones críticas de mayor alcance, descendía al origen de las leyes, analizaba sus efectos y la historia y las vicisitudes de cualquier ramo, elevando las cuestiones a una altura que no podía menos de atraer el interés, revelando la profundidad de los conocimientos y el criterio clarísimo del distinguido autor”. Siempre acerca de cuestiones administrativas y económicas colaboró también en El Diario Español y algunas publicaciones de aquel carácter de Madrid. Desde 1861 al 70 fundó y dirigió sucesivamente el Boletín de los Ramos de Gobernación, Hacienda y Fomento. Además, dedicó esfuerzos a tareas literarias de mayor empeño, como la publicación del Diccionario de Política y Administración, en colaboración con el Sr. Barca, del que sólo apareció el primer tomo.

Su labor de parlamentario se distinguió más por la eficacia que por la brillantez. Su sitio estaba en las Comisiones del Congreso o del Senado más que en los debates de las salas de sesiones. Sin embargo, cuantas veces intervino como orador, se dejó estimar y aplaudir por la autoridad de sus conocimientos en las ya aludidas materias y la claridad de la exposición.

Formó su carrera política en el liberalismo templado de Posada Herrera. ingresando con él en el partido de la Unión o el duque de Tetuán. Con esa significación ocupó en el Congreso en 1851 un puesto de secretario de mesa, que volvió a desempeñar en 1857. Ocupó asimismo numerosos cargos político-administrativos. en todos los cuales fué dejando el recuerdo de inteligentes iniciativas y honorable gestión. Entre esos cargos figuran los de gobernador civil sucesivamente de Canarias y Cuenca en 1856; director general de los Ministerios de la Gobernación y Hacienda, por este orden; subsecretario del primero de ellos, con Posada Herrera de ministro, desde julio de 1865 al mismo mes del año siguiente.

Un suceso ocurrido poco después obliga a un paréntesis. Siendo el general Narváez jefe del Gobierno, Estanislao Suárez Inclán fué de los diputados que suscribieron la protesta elevada a la reina contra la infracción constitucional por no reunir las Cortes en el plazo establecido, y este acto le costó un destierro de España, como a otros costó encarcelamiento.

Cuando la revolución de setiembre de 1868, que culminó en el derrocamiento de Isabel II, figuró entre los políticos más entusiasmados con los postulados de la revolución, siempre al lado de Posada Herrera, al que siguió fiel al producirse la escisión en el Partido en junio de 1870. Durante este corto período desempeñó el cargo de director general de Propiedades y Derechos del Estado.

Mientras duró la breve República instaurada en 1873 se mantuvo bastante apartado de las luchas políticas, por ser aquel régimen opuesto a su ideología. Pero al ocupar el trono el hijo de Isabel II, el príncipe Alfonso, volvió a la política activa, como antes fiel a Posada Herrera.

Después de su elevación a senador vitalicio (1881), continuó desempeñando altos destinos. En ese mismo año fué nombrado miembro del Consejo de Estado, en el que ocupó la Presidencia de la sección de Ultramar. Por último, en el breve Gobierno presidido por su gran amigo José Posada Herrera, que duró desde el 13 de octubre de 1883 al 18 de enero del 84, Suárez Inclán estuvo al frente del Ministerio de Ultramar, en el que dejó recuerdo que hasta mereció las alabanzas del diputado sucesor por el distrito de Avilés, quien le dedica (Avilés: Nolicias históricas) este recuerdo: «De su paso por el departamento de Ultramar dejó grato e imperecedero recuerdo con la supresión del cepo y del grillete, inhumanos castigos incompatibles con los progresos de la civilización e ideas democráticas que inspiraban el Gobierno de la Metrópoli, haciendo honor a los sentimientos cristianos del señor Suárez Inclán esté decreto”. (De la gestión desarrollada por ese Gobierno del que formó parte, el propio Suárez Inclán escribió la historia en el folleto indicado en el número II y que Cejador atribuye al hijo Julián).

Los intereses de Avilés y de Asturias tuvieron siempre en Estanislado Suárez Inclán a un valedor celoso. Avilés le debe, entre otras importantes mejora, el encauzamiento de la ría desde el puerto de San Juan de Nieva hasta el muelle local, antes de que existieran uno y otro.

Falleció Estanislao Suárez Inclán el 19 de setiembre de 1890, y no en el año 1880, como por errata, seguramente, se consigna en Historia de la Universidad de Oviedo, de Fermín Canella y Secades.

Avilés honró su memoria el 30 de octubre de 1896 dando su nombre a una de las calles de la villa.

 

Obras publicadas en volumen:

I—Diccionario de Política y Administración. (Madrid, 1868; un Volumen en 4º, tomo 1 de una obra suspendida, en colaboración con Francisco Barca y la cooperación de otros hacendistas y políticos).

II—El Gobierno del Ministerio presidido por el Sr. Posada Herrera con respecto a la administración de las provincias de Ultramar. (Madrid, 1884; folleto).

 

Trabajos sin formar volumen:

1.—El Setf-govermment, la autonomía del municipio y la tutela administrativa. (En la Revista de España, Madrid, diciembre de 1874 y febrero de 1875, tomos XLI y XLIII).

2.—La división municipal de España. (En idem, setiembre de 1870, tomo LXX).

3.—Varios trabajos. (En la obra Memorias asturianas, de Protasio González Solís, Madrid, 1890).

 

Referencias biográficas:

Fernández de Los Ríos (A). y Prieto y Prieto (M.).—Don Estanislao Suárez Inclán. (En la obra Asamblea constituyente de 1869. Biografías de todos los representantes de la nación, Madrid, 1869).

García San Miguel (Julián). —Una semblanza. (En el libro Avilés: Noticias históricas, Avilés, 1887).

Pérez de Palacios (A.).—Los asturianos de ayer: D. Estanislao Suárez Inclán. (En Asturias, Órgano del Centro Asturiano, Madrid, abril de 1902).